Lo justo y el derecho
Dice por allí "Serán reprimidos con prisión... los que... deponer alguno de los poderes públicos del gobierno nacional..., o impedir, aunque sea temporariamente, el libre ejercicio de sus facultades constitucionales... y formas legales.
Si el hecho descripto en el párrafo anterior fuese perpetrado con el fin de cambiar de modo permanente el sistema democrático de gobierno, suprimir la organización federal, eliminar la división de poderes, abrogar los derechos fundamentales de la persona humana, o suprimir o menoscabar, aunque sea temporariamente, la independencia económica de la Nación, la pena será de..."
Referencia: "Amo ser el topo que destruye el Estado desde adentro".
No pretendo interpretar la ley en un reporte de prensa, este lugar no es para eso, y es seguro que es inadecuado cuestionar la administración de justicia propia de los órganos estatales. Aún ello, y como tantas personas en todo el país, tengo preguntas que redundan en irresueltas una y otra vez.
No es una crítica a la norma positiva ni a quienes tienen la responsabilidad de aplicarla debidamente, pero mi inteligencia entiende su contenido, y muchos de sus párrafos que son explícitos, parecen chocar de frente con la realidad de los hechos, e incluso contra la coherencia del discurso.
En el derecho de lo justo, para cada ciudadano las cosas no deberían ser complejas de comprender en sus detalles y contexto, los escenarios no deberían ser enrevesados, y los resultados no deberían dilatarse en años y décadas, lo que aporta cada miembro de la ciudadanía debería verse reflejado en hechos en al menos el transcurso de su vida.
La ley y la justicia
La Justicia con mayúsculas no es transportable ni adaptable a gusto de cada uno, y su administración conforme la Constitución de la Nación Argentina está en manos del Poder Judicial.
Mi carta abierta a la Corte Suprema de Justicia pareció tener un efecto inmediato sobre mi reclamo en la misma, tal fue el silenciado absoluto del asunto que allí traté.
https://www.maracodigital.net/Carta-abierta-a-la-corte-suprema-de-justicia-de-la-nacion.html
No fue extraño el resultado, habida cuenta de los precedentes notables tanto recientes como históricos en materia judicial. Hace algunos días, un dictamen indicó que un Juez "no trabaja", sino que "es" Juez, es decir, una atribución inherente e indivisible de la persona que detenta esa jerarquía, aún cuando existen casos como los que siguen, que se presentan como una excepción que confirma la regla de intangibilidad.
Aun así, la Justicia es a la Ley lo que las interpretaciones individuales y a veces grupales implican desde esta última, en virtud de los diferentes asuntos que ese Poder del Estado aborda. Por ejemplo: esta semana que pasó se rechazó la oferta compensación económica de empresarios, para evitar el juicio en la causa "Cuadernos de la Corrupción".
Pero en contrario, en 2022 se aceptó el pago del matrimonio Fernández/Yáñez para cerrar la causa por la "Fiesta de Olivos" durante la pandemia de COVID.
La intención de fondo de ambos asuntos, fue evitar la aplicación de la Ley a cambio de pagar por ello; el hecho en sí mismo que se permita para un caso y para otro no, implica una contradicción, y éstas son propias de seres humanos y no en principio de la norma positiva.
Misma implicancia tuvieron la prescripción por una lado y la absolución por el otro, de Menem en dos causas en su contra, a fiel de su ejercicio como Presidente de la Nación. Lo mismo para la desestimación de la denuncia contra Macri, también a fiel de su ejercicio como Presidente, por el crédito de F.M.I. alegando su formulación; asunto que haciendo un paralelismo, involucró el encuadre en artículos de Ley que aparecen como de la similar gravedad que aquellos por los cuales fue condenada la ex Presidenta Fernández, también a fiel de su ejercicio en la Presidencia de la Nación.
https://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-229464-2013-09-20.html
https://www.infobae.com/politica/2018/10/04/la-justicia-absolvio-a-carlos-menem-en-la-causa-por-el-trafico-de-armas/
https://www.dw.com/es/el-juez-desestima-procesar-a-macri-por-el-cr%C3%A9dito-del-fmi/a-45469747
https://www.infobae.com/judiciales/2025/09/17/vialidad-casacion-confirmo-que-cristina-kirchner-y-otros-condenados-deberan-pagar-casi-685000-millones/
En todos los casos mencionados, el denominador principal es el ejercicio de la Presidencia de la Nación, y el subsidiario es el dinero; y aún con todos los vericuetos procesales, interpretación de la norma y demás asuntos del ramo, lo cierto es que la imagen que se entrega al fin del día, es que quienes administran justicia son también humanos, con todo lo que ello implica.
Lo que digo es que quienes administran justicia en Argentina no son seres superiores, como individuos poseen los mismos atributos y falencias que todos y que cualquiera en la ciudadanía.
Aun así, en el contexto de la vida diaria y en contrario a lo que habitualmente se piensa, sus posiciones son de un compromiso tan extremo para la Nación, que de muchas formas recae sobre sus hombros el enorme peso del sostenimiento de la democracia.
Justo por ello, las eventuales acciones de protección de la "familia judicial", e incluso la omisión ocasional de la acción de oficio en asuntos de la posible intencionalidad en la fractura de la Ley, o en casos más simples, como no responder mensajes importantes, no identificarse debidamente al hacerlo, o no atender asuntos en su conocimiento que pueden constituirse en delitos, conlleva la paradoja de a quién la ciudadanía ha de recurrir para obtener justicia bien administrada.
Y hay allí un asunto que es de enorme importancia para el ciclo de vida de cualquiera y de la Nación: el tiempo, ya desintegrado en períodos tan extensos, que producen la extinción de las causas, como así aprovechado como herramienta de salvaguarda interna, o si fuera el caso opción ideológica personal entre otras, pero que a la altura de las personas de la calle, se convierte en vital.
Un ejemplo de ello es la enorme cantidad de causas con sentencia firme sobre juicios jubilatorios que el Poder Ejecutivo no cumple en cancelar, y que aún así, el Poder Judicial podría en buenos oficios demandar sean cumplidas esas sentencias, por ejemplo, mediando el encuadre del incumplimiento de deberes de funcionario público ante la manda judicial.
https://www.pagina12.com.ar/786336-mas-de-cien-mil-juicios-de-jubilados
https://www.infobae.com/economia/2024/07/07/el-gobierno-se-comprometio-a-pagar-los-juicios-de-jubilados-con-sentencia-firme-y-acelerar-el-pago-de-retroactivos/
https://www.clarin.com/economia/fuerte-recorte-jubilados-presupuesto-2026-reduce-partida-pagar-sentencias_0_tAjd11xbXT.html
Una experiencia personal
Esta clase de planteos como el que hago, pueden parecer antojadizos e incluso aislados del entendimiento de las normas y sus procesos y procedimientos asociados, pero para cualquiera que mire apenas un poco el escenario desde lo público, se dará cuenta que la demanda es masiva y de características históricas enormes, pues no hay asunto que fluya en el Poder Judicial que esté aislado de la convivencia democrática.
El ser humano no es perfecto, de hecho la perfección no existe en un modo absoluto, la misma está agrietada en esa humanidad por las emociones, las ideas, las sensaciones de humildad y petulancia, los enojos, las expectativas, y muchos otros factores que hacen a los individuos, y entre esos individuos, a quienes administran justicia en lo individual.
El debate pasa día a día por las experiencias de cada uno, y por las de toda la ciudadanía.
No suelo perturbarme con asuntos de diario. Cuando uno ha caminado muchas veredas, tropezado con muchas piedras, y siempre se ha levantado de nuevo, son pocas las cosas que lo sorprenden desatento.
Diariamente, a las 23:59 horas de cada día, la IA del sistema de vigilancia de mi casa, envidia de los costos a los cuales nunca termino de llegar para reparar los revoques descascarados, pues elegí seguridad por sobre belleza, chequea la corrida de las 14 cámaras de alta definición, y guarda prolijamente datos digitales útiles, luego resetea los discos no locales de sistema como forma de reducir los costos de alojamiento en servidores remotos.
El proceso de revisión de +1,2 millones de segundos diarios demora 1 minuto mientras comienza a grabar el nuevo día, luego silencio; pero hace algún tiempo la pantalla se puso en rojo, 2 de las cámaras habían captado una escena peculiar.
En la esquina opuesta a mi casa, una persona entregaba un revolver que otra introducía en una pequeña mochila escolar. La imagen ampliada mostraba rostros, tatuajes, vestimenta y demás con sumo detalle.
En ese momento, mi reacción fue la de siempre: involucrarme y cumplir desde la ética la obligación de no omitir mi conocimiento sobre el asunto, nadie honesto vende o compra un arma en la calle.
Adjunté en un mensaje los videos y ampliaciones de imagen a ambas Comisarías con autoridad en el lugar, 72 horas después nada, ni siquiera el acuse de recibo del mensaje; subí un escalón, y reenvié el mensaje a ambas Fiscalías, nada tampoco.
A los 3 días llamé al Juzgado de turno, desde el cual me recomendaron realizar la denuncia a través de un abogado patrocinante, la respuesta fue clarísima: nos importa nada.
Puedo comprometerme con mi ética, pero no puedo ni debo hacerlo con las responsabilidades de quienes tienen la misión de prevenir y reprimir el delito y de administrar justicia, así que dejé el tema allí, después de agregar una cámara térmica para detectar la presencia de armas ocultas en torno a mi casa.
A los meses detuvieron a una persona por narcotráfico en una ciudad lejana, sus tatuajes coincidían con los de quién había entregado el arma.
Y meses después, la persona que había recibido el arma cayó abatida por varios disparos de la misma, luego que se le cayera al piso y fuera tomada por un tercero que le disparó en exceso de legítima defensa, y a quien había ido a abordar.
Tal vez el lector pueda encontrar esta anécdota, pues esto mismo ha ocurrido en circunstancias distintas muchas veces en Argentina.
En todo el país se acumula una montaña de experiencias personales de toda clase, que tienen que ver con la ausencia que deja lugar a la indefensión, el dolor y la muerte en todas sus formas. Es agobiante para quien lo haya sufrido, pero también para quien tenga al menos un ápice de conciencia del deber, tirar de cada uno de los interminables hilos donde se enroscan cada uno de los delitos, abusos e irregularidades que socavan a todas nuestras comunidades en algo en verdad horrible.
Tal vez el Poder Judicial algún día comprenda que administrar justicia en estas condiciones de vulnerabilidad de la ciudadanía, se convierte en algo imposible de llevar a buen término, y actúe en consecuencia junto con los restantes Poderes del Estado.
Conversión del léxico oficialista
Hace horas nomás, los "libertarios" se convirtieron en "republicanos", un cambio que parece exprofeso para agradar a la gobernanza actual del país, al cual Argentina le debe más dólares.
Estados Unidos está hoy gobernado por republicanos que afirmaron "no tener problemas" con la actual administración gubernativa de Argentina, pero que aún así, le esquivan a la foto en conjunto, y se retraen precavidos en los acuerdos internacionales, justificando ello en los hechos de potencial corrupción local.
El F.M.I. aún organismo de crédito multilateral y pretendidamente independiente, está dentro de la línea institucional que junto a la Reserva Federal de ese país y otros, están alineados a la autoridad de aquel Ejecutivo que ha girado bruscamente hacia la exclusión extrema de todo aquello que no tenga barras y estrellas.
Esta nueva simbiosis del actual oficialismo argentino tiene una implicancia directa en el tratar de agradar a las miradas extranjeras frente a una crisis local a punto de detonar, producto de varias causas a las que se suma la devaluación incesante de la moneda argentina, que tan sólo desde que asumió el actual presidente supera el 302,92% (cotización dólar: 11/12/2.023 $365,95 al 17/09/2.025 $1.474,50) y subiendo.
En el mismo período, el I.N.D.E.C. supuso una inflación nacional incongruente del 125,40% (I.P.C.: 12/2.023 a 08/2.025), lo que licuó haberes de activos y pasivos por igual, de forma intencional y maliciosa, y que amenaza agravarse en el futuro próximo, habida cuenta de las proyecciones irreales de las variables económicas y financieras argentinas ya hechas públicas.
Este escenario se da dentro de la vergonzosa desconexión con la realidad del discurso oficial en materia de toma de deuda, emisión e inflación, entre otras cosas.
El estorbo del Estado Argentino
La dinámica es y fue desde aún antes del día cero, aniquilar al Estado Argentino como Estado, la manifestación ofensiva y desleal que la inmensa mayoría de la ciudadanía argentina asumió como violencia verbal e intencionalidad manifiesta, resume un trasfondo mucho más serio y peligroso.
La "destrucción del Estado desde adentro" implica la interrupción de las obligaciones y deberes de los Poderes del Estado, incluido el Poder Judicial que como parte de ese Estado en la administración de la justicia es irremplazable a la hora de identificar, encontrar, investigar y castigar a los responsables de la violación de la Constitución Nacional y las Leyes de la Nación Argentina.
El empantanamiento producto de las diferencias individuales y conceptuales, y de los sistemas integrados que se opacan de caducos y obsoletos en materia de diligencia, tecnología, interacción e independencia ejecutiva, se ve agravado por una mecánica que, por un lado es expresa en la destrucción del Estado, y que por el otro aparece con rasgos de intervencionismo extranjero en materia de asuntos internos, como lo aportado en el primer enlace de este artículo de prensa.
Soberanía de la Nación Argentina
La soberanía en las decisiones, si bien aplica en las líneas de jerarquía institucional de los tres Poderes del Estado, y se distribuye en estructuras satelitales propias de cada una de las áreas y niveles de injerencia dentro de cada una de las jurisdicciones (Nacional, Provincial y Municipal), no es exclusiva de los empleados del Estado, sea cual fuere el nivel que éstos detenten.
Quien por cohesión como mínima parte constitutiva de la Nación Argentina detenta su soberanía, es la ciudadanía, y dentro de ella cada uno de quienes la componen.
Esta soberanía se expresa en el voto emitido en los actos eleccionarios, ¡pero cuidado! porque ese voto no transfiere ese poder soberano, sólo transfiere la administración del Estado, y la sostiene económica y financieramente a través del pago de impuestos.
El voto a tal o cual candidato no implica que ese candidato pueda hacer lo que quiera con el Estado, primero porque no le pertenece, y segundo porque la confianza de la ciudadanía depositada en él no es una carta blanca para que lo destruya desde adentro.
La equivocación de muchos pasados y actuales es pensar que son "dueños de", cuando sólo son empleados transitorios de la ciudadanía.
Se esperaría en la comprensión de ese concepto, que las personas cumplan con su obligación de ejercer su derecho a voto. Por desgracia, la apatía y disconformidad, además de una propaganda finamente dirigida a que ello ocurra, en las últimas elecciones de 13,3 millones de electores habilitados votó sólo el 63% (la media histórica nacional es apenas un poco mayor que ese porcentaje), así 5 millones de personas se quedaron en sus casas.
Ayudar a que se entienda y valore que es la ciudadanía la que tiene el poder en la práctica, y a través del voto, es una obligación del periodismo profesional.
El encaje aquí de la administración de justicia por parte del Poder Judicial, es al respeto de todo el conjunto conforme los principios constitucionales y de ley, nadie más puede hacerlo, y si fuera por reemplazo, influencia o condicionamiento ilegal, entorpecimiento o dilación intencional, o cualquier otra causa que impidiera tal administración de justicia, la democracia perdería su condición de tal, convirtiendo desde adentro o desde afuera a la convivencia del país en cualquier otra cosa.
En esa convivencia son los recursos, bienes, valores, dinero y otros del Estado, una parte predominante que necesita de una administración de justicia adecuada, tanto por ser potenciales objetos del delito,como por constituirse en el cimiento sobre el cual se construye la realidad del día a día para todos y cada uno.
A veces necesitamos recordar todo esto y hacerlo vívido, mirar los números del país sin anteojeras, y actuar en consecuencia.
(*) Javier Walter Sofía
DNI 17.281.217