Mirta Irma Martínez tenía 73 años y por las graves heridas que había sufrido en el siniestro donde murió su nieto Fermín, fue trasladada desde Acha a la Clínica Modelo de Santa Rosa, donde fue asistida en la terapia intensiva.
Sus heridas y problemas respiratorios fueron demasiado para su corazón. Mirta falleció en las últimas horas de la tarde del domingo en Santa Rosa.
Su hija Daniela, también ocupante de la camioneta Ford Territory que chocó de frente con un Peugeot 207 que se incendió y donde murió el conductor, fue trasladada a Buenos Aires donde se recupera de las cirugías reparadoras a las que fue sometida por sus fracturas.
Mirta Martínez y Rubén Gallia –que falleció en 2021-, fueron una pareja muy querida en esta ciudad. Emprendedores natos y dueños de una cualidad poco practicada en estas épocas, la de la generosidad.
Tras el cierre de la boutique “Ceferino”, que Mirta gerenció por años y por la que seguro la recuerdan vecinos piquenses y de toda la zona, compartió su lado más pájaro del alma haciendo teatro en el grupo que se había formado en el edificio de su propiedad, rentado a “Ruido y Nueces”, mientras seguía impartiendo reiki a quien se lo solicitara.
Su velatorio se realiza en las salas de Corpico hasta las 20 del lunes, tras lo que será inhumada en el Cementerio Parque Solar de los Robles.
La despiden sus hijas Silvina y Daniela, sus hijos políticos, sus nietos Micaela, Francisco, Valentina, Juan Bautista, Joaquín y Benjamín, sus bisnietas Francisca y Guadalupe, su hermano Rubén, su hermana política Patricia, sus sobrinas Candelaria y Eugenia y demás familiares.