Esta vez no fue una nota de tío Luca lo que me hizo ir en busca de una película.
Había llovido durante toda la noche de un modo suave que es la mejor manera de acariciar la tierra sedienta para que luego dé sus mejores frutos.
Durante el desayuno observábamos una pareja de horneros que juntaban barro y ramitas para construir su casa.
Franz Mahler quebró el silencio para decir:--Ellos pronto tendrán dónde vivir pero yo voy a ser como “Umberto D”, si no puedo seguir viviendo en Las Violetas ¿dónde voy a vivir?
Asombrado, respondí:--¿Por qué decís eso, Franz?
--Porque en pocos días se terminan los trámites de la herencia y todo va a estar a tu nombre y quizás tengas compromisos y no querrás que siga viviendo aquí y entonces yo quedaré—y no pudo terminar la frase por la congoja.
Me levanté y fui a su lado para abrazarlo y contener su emoción.
--No sé por qué tenés esa idea –le dije-pero sé muy bien que siempre has vivido en esta chacra y Las Violetas seguirá siendo tu hogar.
Ya más calmado esbozó una sonrisa y seguimos desayunando hasta que se incorporó y salió de la casa rumbo a las ruinas del Cine Cabiria pero yo bien sabía que iba a ponerse bajo el caldén donde reposan las cenizas de tío Luca.
Mi abuelo Bautista había encontrado al pequeño Franz huérfano y abandonado en un galpón de la Feria de Mataderos y como nadie se hizo cargo del niño de dos años lo trajo a su chacra. Así, sin ninguna documentación, como sucedía en aquellos tiempos y desde entonces es parte de la familia, lazo que ya de mayor se intensificó por su relación con tío Luca.
No sabía quién era “Umberto D” y Franz me informó que era una película del gran director italiano Vittorio De Sica y que en nuestra filmoteca había una copia en 35 mm pero claro, no había manera de proyectarla.
Ese mismo día, creáse o no, leí en un diario pampeano que pedían ayuda para que no se cierre el Hogar de Ancianos Don Bosco, todo un emblema de la ciudad de General Pico.
La noticia me impactó y recordé la desesperada pregunta de Franz: ¿dónde voy a vivir?
Y como creo que nada es casual, pensé que quizás podía encontrar una respuesta en la película así es que pedí ayuda a mi amigo Sugar Prince quien, en un par de días, la encontró y me la envió por email.
Gracias amigo, gracias tecnología pero sobre todo gracias al pionero de la computación y precursor de la informática Alan Turing, injustamente condenado a castración química por homosexual.
Finalmente ví “Umberto D” y terminé muy conmovido por no decir que llorando.
Efectivamente, mi intuición no falló porque hay conexión con la noticia del cierre del Hogar de Ancianos .
Lo primero que pensé fue que a los políticos que están aferrados ¿abulonados? a sus cargos habría que encerrarlos en una sala de cine y proyectarles la obra maestra de Vittorio De Sica tantas veces como sea necesario para ver si la piedra que tienen en el pecho se transforma en un corazón.
La película cuenta la historia de Don Umberto Domenico Ferrari, un jubilado que participa en una marcha pidiendo aumento para las miserables pensiones que reciben y que son dispersados por la policía sin que nadie haga nada por ellos.
Tiene como única compañía a su perrito Flike y al llegar a la pensión donde vive la dueña le exige el pago atrasado de la mensualidad o lo pondrá en la calle. Vende su preciado reloj pero no le alcanza y la mujer exige el pago total. Luego, Don Umberto es internado y al salir del hospital descubre que Flike se le ha escapado a quien se lo había dejado encargado y que no es otra que una muchacha empleada de la pensión.
Angustiado, recorre calles y finalmente encuentra su mascota en la perrera de la que logra rescatarlo. Echado de la pensión, no encuentra a nadie que lo ayude y entonces, con Flike en brazos, va a las vías del ferrocarril para arrojarse pero al acercarse el tren, el ruido de la locomotora asusta a Flike que pega un salto y huye.
Y entonces, un pequeño milagro: Don Umberto comienza a seguir a su perrito y lo encuentra en un parque con bellos árboles…
Final abierto de esta gran película del llamado neorrealismo italiano cuya apretadísima síntesis he contado.
El film no es un cuento de hadas y como a todo clásico que cuenta verdades universales el tiempo no lo ha envejecido, por el contrario, es de gran actualidad.
¿Y la realidad, hoy? ¡Ah, esa es otra historia!
“Umberto D” (1952) dirección de Vittorio De Sica, guión de Cesare Zavattini y protagonizada por Carlo Battisti.
Filmografía incompleta del director: “Sciusiá/Lustrabotas”(1946);”Ladri di biciclette/Ladrón de bicicletas”(1948); “Miracolo a Milano/Milagro en Milán”(1951), “Pane amore e fantasía/Pan amor y fantasía (1953)con Gina Lollobrigida y de Sica; “La ciociara/Dos Mujeres” (1960) con Sophia Loren y Jean Paul Belmondo; “Matrimonio all´italiana/Matrimonio a la italiana”(1964) con Sophia Loren y Marcello Mastroiani; ”IL giardino de i Finzi Contini/El jardín de los Finzi Contini” (1970) con Dominique Sanda, Lino Capolicchio, Fabio Testi y Helmut Berger.