Así lo confirmó el fiscal Guillermo Komarofky ante la consulta, y precisó que el hombre murió ayer, pero que el envenenamiento se produjo el pasado miércoles 3, en un campo de propiedad de la familia, ubicado a unos 5 kilómetros, entre General Pico y Speluzzi, detrás de una planta cerealera.

El hombre fue identificado como Hugo Norberto Fuentes, de 78 años. Los últimos meses se habían convertido en una pesadilla para él, aquejado de un agresivo cáncer, y desahuciado por el PAMI que le había dejado de entregar los medicamentos oncológicos imprescindibles para su tratamiento.

Las fuentes judiciales confirmaron que el hombre le había expresado a sus íntimos sus intenciones de ponerle un fin abrupto a su sufrimiento.

El miércoles del suceso, el hombre no dijo nada, pero volcó una abundante dosis de un fuerte insecticida en el agua de la pava del mate, y se sentó a tomarlo con su esposa María.

Fue ella la que se sintió descomponer, y en cuestión de instantes observó a su esposo doblándose y vomitando, por lo que con premura llamó a su hijo varón, le explicó la situación, y le pidió que enviara con urgencia una ambulancia.

La pareja fue internada en el hospital Centeno, y en un primer momento ambos fueron compensados y estabilizados, pero según explicaron las fuentes médicas, el fuerte efecto residual del insecticida fue tomando los órganos de Fuentes, hasta provocarle un paro cardiorespiratorio. Murió este miércoles alrededor de las 9 de la mañana.

Su esposa, María Marega, evolucionó bien y se encuentra fuera de peligro.

El fallecimiento del hombre hizo archivar la causa penal iniciada en su contra por el delito que se le había imputado.