En el marco de las restricciones tomadas por la pandemia del coronavirus, una de las actividades económicas más perjudicadas, es la hotelería. En Santa Rosa, 18 de los 26 alojamientos registrados permanecen cerrados, y sólo queda disponible un tercio de las plazas que había el año pasado.
"Sobre un total de 2.300 plazas hoteleras, hoy tenemos disponibles apenas unas 700", advirtió Santiago Amsé, titular de la Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica de La Pampa.
Los datos surgen de "un relevamiento que estamos realizando junto con la carrera de Turismo de la UNLPam, y cuyos resultados sobre la situación en Santa Rosa, se reiteran en el interior". En diálogo con Radio Noticias, el empresario agregó que "antes de la pandemia teníamos 26 alojamientos registrados, de los que en este momento sólo ocho permanecen abiertos".
Amsé agregó que "otros doce ya están cerrados, algunos transitoria y otros definitivamente" y explicó que tras verse obligados a "permanecer muchos meses cerrados, algunos residenciales más pequeños ya no pudieron reabrir". En ciertos casos "pudieron seguir, cambiando de rubro, transformándose en geriátricos, o alquilando las instalaciones para otro fin".
La situación del sector es tan crítica, que "aún si se reactivara inmediatamente el movimiento turístico, no sabemos cuántos podrían ofrecer alojamiento. En este momento, sólo hay disponibles 700 plazas" reiteró.
Si bien el relevamiento fue realizado en Santa Rosa, "la situación resulta similar en toda la provincia. Hay hoteles que cerraron en General San Martín y en Victorica, y sabemos que en General Pico también hay establecimientos que debieron reconvertirse, y se transformaron para otros fines".
De todos modos, Amsé recordó que "el impacto de la pandemia se hizo sentir en todo el mundo, porque hasta las cadenas más importantes como Hilton o Sheraton debieron cerrar establecimientos. Sin demanda, ningún negocio puede sostenerse", argumentó.
Vacaciones de invierno
A un mes de la temporada invernal, todavía no hay certezas sobre qué sucederá en Argentina. "Es una balanza muy complicada, porque no sabemos qué cuestiones poner en cada plato. Si bien tenemos las mejores expectativas de que haya temporada invernal, la ocupación actual es absolutamente nula", advirtió el empresario.
De todos modos, Amsé se mostró "optimista de que mejore la situación sanitaria, y puedan salir los turistas, como pasó en el verano, cuando finalmente pudimos desarrollar la temporada hasta finales de febrero".
"Tenemos la gran esperanza de que hay una temporada invernal" agregó, y al mismo tiempo reconoció que "en invierno hay un clima más complicado", y calculó que si se habilita la temporada turística, "el temor a la pandemia y la cuestión económica conspirarán contra las posibilidades de organizar un viaje".
Por ahora, "las reservas siguen siendo nulas. Si bien hay consultas, todo está sujeto a la situación, y los programas turísticos se definirán a último momento", concluyó.
(La Arena)