La Justicia pampeana ordenó exhumar los restos del cuerpo de un bebé fallecido hace 43 años. La orden, firmada mediante resolución por el juez de Control de la Primera Circunscripción Gabriel Lauce Tedín, correspondió al pedido de María Eva Avila, una mujer de Santa Rosa que tiene serias dudas si realmente su bebé nació muerto el 25 de mayo de 1975 en el Hospital Lucio Molas.
Minutos antes de las 9 de la mañana del lunes el fiscal general Máximo Paulucci, efectivos de la Policía de La Pampa y el médico forense, Juan Carlos Toulouse, se hicieron presentes en el Cementerio Centro -más precisamente en la Manzana 0, Tablón 003, Sepultura 001- para hacer la respectiva exhumación y después llevar a cabo las tareas correspondientes.
Horas más tarde La Arena pudo saber por parte de fuentes ligadas a la investigación que por los años transcurridos desde el fallecimiento del bebé hasta ahora “fue imposible recabar datos” que sirvan para la causa.
“Había aserrín”
De acuerdo a la información, hace diez o quince años atrás se sacaron los cajones de los nichos de la familia Avila por estar en malas condiciones y se habrían colocado en bolsas que fueron acomodados nuevamente en el lugar. Entre una de esas bolsas estaban los restos de un mayor de edad y del menor fallecido en 1975.
En la bolsa donde se hallaba la persona mayor había todavía restos óseos; sin embargo, en la bolsa donde se encontrarían los restos de una bebé (identificados como N. R.) “no tenía nada, sólo aserrín. Había aserrín de madera vieja perteneciente al cajón donde lo habían sepultado”, sostuvo una fuente consultada.
En este sentido se pudo saber también que los restos exhumados no ayudarían a la causa ya que no es posible, en principio, hallar ADN. En el caso de los bebés, particularmente, es muy difícil lograr hallar algo concreto, puesto que, al cabo de dos o tres años de fallecido, el cuerpo -al tratarse de cartílagos y tejidos que apenas se están desarrollando- prácticamente desaparece. Conforme a ello, tampoco se hallaron restos dentales.
Sospechas
Días atrás, María Eva Avila dialogó con la corresponsalía de La Arena en Eduardo Castex. Inicialmente le dijeron que había tenido “un varoncito hermoso” y después que tuvo “una nena fallecida”, y en el acta incluyeron que estuvieron presentes cuando dio a luz a su padre, que había fallecido 10 años antes.
“Nunca hablé de este tema. Hago público el caso ahora porque quizás otras personas pasaron situaciones similares. En mi caso solamente quiero saber la verdad, saber si mi bebé realmente nació muerto”, relató la mujer.
“Hoy tengo mucha confusión. Hace cinco o seis años que estoy buscando saber si mi hijo realmente nació muerto o es otro caso de un bebe robado”, reconoció Avila en sus declaraciones periodísticas.
La entrevistada relató en su momento que tenía 16 años cuando le tocó atravesar esa difícil historia. “El 25 de mayo de 1976 tuve un bebé, producto de una relación con José María Ruiz. El bebé nació bien. Me llevaron a la habitación y le pregunté a la enfermera y me dijo que había tenido un varón, después vino el médico y me pusieron una inyección. Me desperté cuando llegó mi mamá a las 10 horas (del 25 de mayo)”, indicó.
Y en su relato agregó: “Cuando fue a averiguar (la madre), volvió triste porque me dijo que había nacido una nena y había fallecido. Quería ver a mi pequeño y tanto insistí que vino una monja y me dijo que no tenía que verla para no quedarme con un recuerdo triste, que era joven y ya iba a tener más hijos”.
(La Arena)