El rejuvenecimiento vaginal ha ganado cada vez más seguidores, y ha dejado de ser un tema tabú o limitado a un grupo reducido de mujeres, para convertirse en una consulta muy común, según explicó el cirujano plástico y director médico de CRENYF, Juan Manuel di Diego.

Este especialista, quien es miembro de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires (SCPBA), aseguró a Clarín que cada vez más mujeres solicitan este tipo de cirugía, con el objetivo de sentirse más cómodas consigo mismas al momento de lucir un traje de baño, enfrentar una nueva relación, o simplemente mantener una vida sexual plena sin sentir que sus genitales son una barrera para el placer.

¿De qué se trata?

Di Diego detalló en qué consiste esta intervención, y mencionó que los genitales externos femeninos experimentan cambios con el paso de los años, especialmente en aquellas mujeres que han tenido partos vaginales. Los cambios más significativos o comunes incluyen la acumulación de grasa en el monte de Venus, el adelgazamiento y caída de los labios mayores, así como la elongación de los labios menores.

El cirujano plástico explicó que cada uno de estos cambios tiene una cirugía específica, pero lo más frecuente es combinar varias técnicas para lograr un rejuvenecimiento integral. Para el adelgazamiento del monte de Venus, la técnica más utilizada es la lipoaspiración, que se realiza con técnicas láser para eliminar los depósitos de grasa y mejorar la tensión de la piel, evitando la flacidez.

En casos donde el envejecimiento genital va acompañado de un adelgazamiento de los labios mayores, se puede utilizar la grasa extraída de la lipoaspiración para transferirla a los labios mayores, logrando así su engrosamiento, y devolviéndoles una apariencia más juvenil y tersa. En situaciones en las que no se puede obtener grasa del monte de Venus, se puede adquirir de otras áreas, como el abdomen, la cintura, las piernas o las rodillas, mediante una lipoaspiración controlada.

En cuanto a la elongación o exceso de los labios menores, el procedimiento quirúrgico consiste en resecar el exceso de piel, para evitar que sobresalgan por fuera del nivel de los labios mayores. Este tipo de resección es segura, y no conlleva riesgos de pérdida de sensibilidad en las zonas de placer.

El cirujano destacó que el riesgo de complicaciones en estas cirugías suele ser muy bajo, cuando son realizadas por un cirujano plástico calificado y con experiencia. Es importante tener en cuenta que estos procedimientos, por más simples que puedan parecer, deben llevarse a cabo en quirófanos habilitados y bajo control anestésico y cardiológico, para reducir los riesgos asociados a cualquier acto quirúrgico.

La duración de la cirugía no suele superar los 90 minutos, especialmente cuando se realiza de forma independiente o exclusiva, lo cual es cada vez más frecuente en las mujeres actuales. Durante el posoperatorio y la recuperación, el dolor se controla adecuadamente con analgésicos convencionales, no se requiere reposo ni se pierden días laborales, y la actividad sexual puede retomarse a partir de los 21 días posteriores a la cirugía.

(Fuente: Clarín)