La presencia de OSNI (Objeto Submarino No Identificado) es una realidad que genera inquietud en el ambiente de los buques pesqueros que se desplazan en el sur argentino, y motivo de especial atención por parte de equipos especializados que “saben” que algo ocurre en las aguas profundas, lo que a ciencia cierta resulta de momento inexplicable.

Si bien los hechos han sembrado desconcierto en ámbitos de estudio, se sabe que “no es la primera vez” que ocurren, y el más reciente provocó la salida de trabajo de un buque argentino, con serios daños luego del choque de su hélice con un objeto de estructura metálica, que no es un submarino.

El Centro de Estudios UFO recibió las primeras versiones de pescadores y gente de la zona, por lo que inició una ronda de consultas en sectores oficiales que prefirieron mantener el hermetismo sobre el episodio. Si bien el hecho puntual que involucró al pesquero argentino se habría producido el día 13 de agosto, fuentes inobjetables confirmaron al CEUFO que días previos se detectaron anomalías marítimas, según el siguiente detalle:

1°. El día 7/8 se constató una perturbación oceánica en el Atlántico Sur a unos 2.200 Km al Sudoeste de Ciudad del Cabo.

2°. Esa perturbación fue variando de intensidad y desplazándose hacia América del Sur, creando en su trayecto diferentes anomalías ambientales de temperatura y presión atmosférica entre otras, que permitieron a partir del día 9/8 establecer un rumbo predictivo.

3°. En la derrota oceánica se pudieron constatar fluctuaciones atmosféricas a nivel del mar y a gran altitud, las que se consideran una interacción con la perturbación.

Fuentes seguras confiaron además al CEUFO, que “se identificaron en la hélice (del buque pesquero) residuos de una aleación de Osmio, Carbono en una forma de alótropo hexagonal relevante no datado y otros elementos, en apariencia constituyendo una clase de acero martensítico cuya complejidad está en estudio”.

Además, trascendió que “se detectó en la Limera del timón, seccionada, la presencia de un compuesto cristalino no datado, cuyas primeras muestras reaccionaron con la atmósfera, degradándose en un polvo muy fino de color azul traslúcido, en el mismo se detectó la presencia de una sustancia orgánica no determinada hasta el momento”, lo que hace más complicado y apasionante el caso, y la misma fuente reconoció que “existieron otros eventos asociados en el área oceánica, que están en estudio, y se corresponde con la derrota de la perturbación”.

EL INCIDENTE

“Cuando empezaba a anochecer algo golpeó el pesquero, un golpe muy fuerte por debajo, que casi lo da vuelta, les arrancó los aparejos de pesca y produjo una falla eléctrica que dejó al barco al garete, es decir, a rumbo libre sin control. No hubo heridos, pero las corrientes llevaron al barco hacia las islas Malvinas. Una zona de bastante tránsito pesquero, pero de buques contratados por los ingleses. Se realizaron señales de luz de emergencia, y al cabo de una hora, llegó una lancha de bandera inglesa. En medio de las tareas de identificación y reconocimiento, otra vez algo le pegó un fuerte golpe al pesquero, y también a la lancha inglesa, esta quedó en muy mal estado, por lo que pidieron asistencia a la costa”.

Como consecuencia del segundo impacto, “el capitán del pesquero sufrió lesiones serias que fueron atendidas por un paramédico que llegó en la lancha de auxilio, mientras el resto de la tripulación retornó a su embarcación. Al cabo de algunos minutos, apareció un helicóptero desde las islas, pero cuando estaba llegando, iluminando el mar con el reflector de búsqueda y rescate, se elevó bruscamente, y la gente del pesquero escuchó que le decían por los handy a los gritos a sus compatriotas que estaban en el pesquero, que tenían que “salir de ahí ya mismo”.

El mar estaba calmo, pero en ese momento el pesquero se batía como si estuviera en una tormenta, por lo que el capitán salió a ver qué pasaba, y vio cómo la luz del helicóptero alumbraba un enorme objeto que estaba sumergido directamente abajo del pesquero, un objeto oscuro que hacía un movimiento de vibración, y con eso agitaba el mar en la superficie. Entró diciendo a los gritos que tenían algo enorme abajo y que iba a hundir el barco.

El paramédico extranjero afirmó que era una ballena, y el capitán le respondió “qué ballena ni qué ocho cuartos, esa cosa es 3 veces más grande que el barco”, y empezaron a discutir a los gritos en medio del bamboleo del pesquero.

A esta altura, cabe destacar que el buque afectado tiene aproximadamente 45 metros de largo, y si el capitán estimó que el objeto debajo era 3 veces más grande, significa que estaban sobre algo muy grande, y según estimaron los ocupantes del helicóptero, medía “más de 600 metros”.

Como los lectores comprenderán, la información es compleja, y seguimos analizando la información que nos llega, por lo que en próximos días avanzaremos con el informe.