Lanús volvió a escribir una página dorada en su historia copera. El equipo dirigido por Ricardo Zielinski empató 1-1 frente a Fluminense en el mítico Maracaná y, gracias al triunfo 1-0 conseguido en la ida, se impuso 2-1 en el global para meterse en las semifinales de la Copa Sudamericana.
El encuentro de anoche arrancó con mucha intensidad: Agustín Canobbio abrió el marcador rápidamente para el conjunto brasileño e igualó la serie. Sin embargo, Dylan Aquino respondió con un verdadero golazo que sentenció la historia y desató la locura granate en Río de Janeiro. Ahora, Lanús espera en la próxima instancia por el ganador del cruce entre Alianza Lima y Universidad de Chile.
La fiesta en el campo de juego contrastó con la violencia en las tribunas. Los hinchas visitantes fueron reprimidos por la policía local con golpes, gases lacrimógenos y bastonazos. La brutalidad obligó a detener el inicio del segundo tiempo durante 36 minutos y dejó imágenes preocupantes que recorrieron el continente.
Con este triunfo, Lanús alcanza por segunda vez consecutiva las semifinales del certamen. Campeón en 2013 y finalista en 2020, el Granate quiere volver a soñar con una nueva estrella internacional y demuestra que su nombre ya es sinónimo de protagonismo en la Sudamericana.