Una increíble revelación de esas cosas que quedan dentro del campo de juego hizo este viernes Francisco Lamolina, recordado réferi de la década del 90 y antagonista del estilo de arbitraje riguroso que pregonaba Javier Castrilli.
Según su relato a Planeta 947, se topó con una situación muy particular en el Superclásico de verano de 1999, con la Copa Revancha de Mendoza, que quedaría en manos de Boca con un 3 a 0. Durante el partido, Guillermo Barros Schelotto, quien como jugador solía hacerse de enemigos a base de su carácter provocador, había tomado de punto con sus cargadas a Eduardo Berizzo.
“Yo veía que el de Boca lo cargaba, lo cargaba y lo cargaba al de River. Le tomaba el pelo. En un momento se acerca el defensor y me dice: ‘¿Podés creer que somos compañeros en la Selección y me carga?’. Pasé por al lado y le dije que le pegara una patada. Me miró sorprendido, cómo no entendiendo lo que estaba escuchando. ‘¿En serio?’, me pregunta. 'Una, una sola'”, confesó que le dijo al “Toto”.
Habrá cerrado el cruce con un "¿Siga, siga?".
(TyC Sports)