Estas tareas, que comenzaron a principios del mes de diciembre, tienen como finalidad proteger la salud de los vecinos, el bienestar de las mascotas y el cuidado del ambiente promoviendo el empleo correcto de artefactos pirotécnicos.
La normativa en cuestión establece que sólo se encuentra autorizada por la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC) aquella cuyo nivel sonoro no supere los 70 decibeles. Asimismo, su venta está prohibida a menores de 16 años y su uso se encuentra permitido únicamente entre el 20 de diciembre y el 2 de enero.
Aquellos lugares habilitados para hacerlo deben contar con la correspondiente autorización municipal, por lo que el personal de las áreas competentes lleva adelante inspecciones para verificar el respeto de estas disposiciones.
Si bien el control estatal es fundamental, resulta indispensable la conciencia y el compromiso ciudadano al momento de adquirir y utilizar estos productos, contribuyendo de forma concreta a una convivencia más respetuosa, empática y segura.
Ante la detección de espacios que incumplan la normativa, las vecinas y vecinos pueden realizar denuncias a través de WhatsApp al 2302-638820, colaborando activamente con las tareas de fiscalización.
Fiscalización
En torno a esto, el director de comercio, Andrés Maidana, manifestó: “Entendemos que el Estado no sólo es un agente promotor de ordenanzas, sino también quien debe garantizar su cumplimiento. Cuando algo no se está respetando, es quien debe controlar”.
“Hemos trabajado preventivamente desde principio del corriente mes y lo vamos a seguir haciendo, por ello visitamos distintos comercios que ya habían sido notificados previamente respecto de la venta de pirotecnia”, explicó.
En ése marco, detalló que “nos encontramos con espacios ordenados, pero los que estaban fuera de la regla resultaron notificados y se les retiró la mercadería en infracción. Por otro lado, la venta online y por redes no está regulada, por ello, se apela a la conciencia de cada vecino en cuanto a la compra por esa modalidad. Es fundamental comprender que cada vez que se compra y detona pirotecnia fuera de la normativa, se está afectando gravemente a terceros”.
Maidana se refirió al comportamiento de los piquenses: “Debe haber un compromiso, tanto de los comerciantes como de piquenses que consumen pirotecnia. Tenemos derecho a divertirnos y pasar un buen momento, pero eso nos incluye a todos”.
Remarcó que “la conciencia debe ser generalizada: no solo del que vende, sino también del que compra. Quien utiliza pirotecnia tiene que saber que el estruendo genera un impacto que afecta a animales, también a las personas, más a aquellas que tienen sensibilidad auditiva”.
Para finalizar, comentó: “Dejamos un número de teléfono a disposición para que los vecinos puedan denunciar de forma anónima sobre irregularidades que puedan observar, lo que complementaría la labor que realizamos a diario”.