Gracias por leer, gracias por la multitud de mensajes recibidos por privado como ejercicio de verdadera comunicación, donde trolls, doxers y expertos en campañas de difamación no se atreven con sus rutinas de odio, y de nuevo en el final de esta serie... gracias por no comentar.
Este último tramo de estas notas es largo, pero incluye algunas referencias que estoy seguro que muchos lectores podrán comparar con sus experiencias personales.
Tiempo
Alguien joven me escribió desde La Pampa. Me decía: "algunas personas en las redes dicen que Usted es un viejo pesado que escribe demasiado" -mi culpa, sí lo soy y sí lo hago-, y agregaba: "pero aún de formas extrañas o entre líneas, ha dicho muchas verdades, así que le enviamos un archivo con historias de nuestra provincia". Archivo que por estar escrito en sólo texto, resultó que tenía unas "breves" 3.819 páginas.
Todavía no leí todas esas historias inéditas, pero en lo poco que pude leer, me encontré con una narrativa novedosa.
Los libros en papel concentran la imaginación y la memoria de la humanidad, aún la desaparición de bibliotecas incineradas por sesgos ideológicos a través de los siglos, hoy mismo conservamos como especie humana recuerdos del pasado, que al tiempo le cuesta hacer desaparecer.
Si hoy por alguna catástrofe global o por el simple paso de los años, se perdiera todo el conocimiento digital, aún permanecerían los libros que no contienen todo, pero que servirían como un nuevo comienzo.
Los servidores de datos del mundo sólo poseen un 13% de todo conocimiento humano, y sólo contienen un 0,3% de toda la música producida por la humanidad. Es inabarcable lo que duerme en el papel en cada rincón del planeta.
¿Quién no tiene una carta vieja de un familiar que cuenta una historia desconocida y valiosa para la mayoría?
¿Quién no ha abandonado a su suerte un libro de décadas, tan sólo por no hacerse tiempo para leerlo, mientras se sumerge en los interminables vericuetos digitales de las redes sociales?
Algunos trascienden el tiempo en la historia humana, pero la inmensa mayoría se pierden en el olvido de las Eras; las historias pequeñas, individuales, desaparecen de la memoria humana entre el ruido y el humo de los grandes sucesos.
Y tal vez deba ser así, pues en la sensación habitual del ser humano de ser irreemplazable e importante, subyace la realidad que nos implica que tarde o temprano desapareceremos de la memoria grupal, y tal vez, sólo tal vez, nuestra identidad pase a formar parte de la imaginación colectiva. Si tenemos suerte producto de nuestros actos lo haremos en buenos términos, sino sólo nos convertiremos en un monstruo más al que se le prestará poca atención.
Es que sólo somos gotas de agua en un océano de tiempo, pequeñas e insignificantes, que a veces gotean desde nubes para golpear algunas otras gotas, pero luego vuelven a perderse en la inmensidad monótona donde todo es igual a todo.
Algunos han logrado destacarse y sus nombres quedaron al menos hasta hoy, grabados en la historia del tiempo humano, pero el absoluto de la mayoría apenas si es una estadística -y a veces ni eso- que se pierde más y más con cada segundo que pasa.
Otros han elegido permanecer anónimos, y es que comprender la insignificancia de aquello que es el ser humano para el tiempo, es uno de los caminos para trascender en la grandeza de la humanidad, a través quiénes elijamos ser en la práctica.
En el breve tiempo que tenemos, cada acto de bondad y humildad nos afirma en el tiempo convirtiéndonos en modelos a seguir por otros que aprecian la honestidad, la verdad y la humildad; pero en contrario, cada acto de maldad y desidia nos convierte en sujetos del olvido.
Muchas personas con poder real, fáctico o delegado, suponen que la imposición de las ideas es el camino a la perpetuidad; pero el tiempo le da a todo su debido lugar, convirtiendo esa intención de perpetuidad en una advertencia histórica que sólo expresará "no seas como él".
¿Qué madre quiere que su hijo sea como Hitler?
Si alguien cree que puede romper ese esquema universal a través de la maldad y la crueldad contra el resto, está equivocado. Sólo conseguirá que su nombre se agregue a la lista de corruptos, autoritarios, dictadores y genocidas. Sólo ganará un puesto numerado entre ellos, y eventualmente el propio tiempo lo hará desaparecer de la historia.
Bondad y maldad como destinos asumidos
¿Quién no quiere ocupar el lugar de los primeros, o espera que sus hijos lo hagan?
¿Quién no se ha dado cuenta aún que el lugar de los segundos está sumando muchísimos renglones en los últimos años?
No es mi intención dar una clase de conducta, sí de observación de una realidad donde el tiempo, el bien y el mal son factores que definirán nuestra posición en la historia humana, nuestro futuro como especie.
Un ejemplo actual y puntual sobre este asunto del que pronto -ya empezó- se debatirá acaloradamente, motivo de la privatización de la empresa Agua y Saneamientos Argentinos -AySA- fue la negativa a incluir en el Código Civil y Comercial de la Nación Argentina un artículo referido Derecho al Agua cuando su revisión y renovación.
En un debate largo y lleno de intereses institucionales, políticos partidarios y empresariales, desde la industria minera e hidrocarburífera, se explicó en lo llano que el Derecho al Agua estaba ya incluido en Tratados y Acuerdos Internacionales suscriptos por Argentina, y que por tal inclusión abundaba en demasía incluirlo en ese Código, entre otros fundamentos finamente preparados para hacer propaganda y convencer.
En contrario a esas explicaciones, la realidad fue aplastante cuando personas y comunidades se vieron impedidas de demandar por contaminación, escasez hídrica, e incluso apropiación indebida de agua, a través de denuncias judiciales amparadas en el mismo Código, ocasión de livianos resultados jurisprudenciales, y derivación de demandas a lo internacional para obtener verdadera justicia, cuya gestión es prácticamente imposible por la complejidad y el costo que implica para los demandantes.
Curiosamente, esta no inclusión en el Código Civil y Comercial, no fue realizada por políticos, funcionarios y asesores de derecha, sino por aquellos que aún hoy pertenecen al extremo opuesto del espectro político partidario, quienes ¡además! no sólo habían recibido una enorme cantidad de asesoramiento profesional del mejor nivel al respecto del cuidado, uso y proyectivas del agua en Argentina, sino que además, se habían llenado la boca en numerosos discursos hablando, justamente, del Derecho al Agua que la ciudadanía tenía.
Así el tiempo nos trae a la memoria tras una década, un asunto elemental para la vida humana que no quiso ser incluido como un "Derecho", y que lo fue como un "Bien", es decir que se parcializó el interés general, posicionando al agua dentro de un complejo normativo diverso como un bien de cambio, negociación y producción, especificando los "usos de interés general" que en la actual factura estructural del país aparecen como orientados a hacer dinero con todo aquello que pertenece, pueda afectar y sea predominante sobre los derechos de la ciudadanía.
Específicamente: una minera podrá usar libremente el agua líquida, destruir glaciares y contaminar las fuentes hídricas de poblaciones enteras, para el desarrollo de su empresa, de la cual obtendrá dividendos que podrá girar al exterior completamente y sin mayores aportes administrativos, pagando una multa insignificante por el daño ambiental ocasionado.
¿Acaso piensas que esto es sólo un ejemplo y que no ocurrió en la realidad?
El articulado omitido en las propuestas del nuevo Código mencionado, estaban dirigidas justamente a evitar el abuso y agotamiento del recurso agua, y a posicionarlo donde debería estar, que es justamente un Derecho Humano inalienable, y que hoy no lo es en toda su entidad, gracias a quienes hoy se quejan, pero que en su momento se comportaron justamente como a quienes hoy critican.
El tiempo diluye las diferencias de la narrativa mentirosa, poniendo como iguales a quienes van tratando de acomodarse para parecer diferentes, sin lograrlo, gracias a la memoria ciudadana.
Imaginación
Yo tenía 27 cuando le puse por escrito con firma y sello en un informe oficial a un gobernador, que para que la provincia salga adelante había que dejar de robar. Ante tamaño atrevimiento, un amigote y ladero de él saltó con un "serías incapaz de manejar siquiera una empresa!".
Empresario él, le hice una apuesta: aumentar los ingresos de su empresa en un 15% en un solo mes, el otro redundó aprovechando para sacarme de encima tal vez, pues en ese momento yo ya era un grano ahí abajo, con lo que mi pago si perdía era renunciar a mi trabajo como Auditor, claro que se rió cuando le impuse que si yo ganaba, él debía renunciar a la gobernación.
Por defecto, mi pedido alternativo fue una camioneta cero kilómetro, doble cabina, 4x4 y de color roja pagada del bolsillo de ambos, fue tan duro y había tanto en juego, que lo dejamos escrito y lo firmamos con dos testigos ocasionales.
Pasados seis meses de haber logrado que la empresa subiera sus ingresos más del porcentaje acordado, yo todavía seguía reclamando mi camioneta a ambos como un reloj cada quince días, cosa que se cumplió recién al año y medio, pero que no disfruté por aquello de evitar la tendencia a la autosatisfacción. Así, bomberos se hizo de una pick up nueva, sin saber a ciencia cierta de dónde había salido.
Alguien, intentando presumir un insulto, me comparó el 03/6 con "Orson Wells" mezclando desde su ignorancia el nombre de George Orson Welles (1.915 - 1.985) y Herbert George Wells (1.866 - 1.946), dos genios de las artes, las letras y la comunicación, y que compartían una poderosa imaginación del mundo y el universo... Gracias!
Quienes se aferran a la ciencia y la tecnología se instruyen y educan en la pureza de la prueba, y llenan de piedras el camino hacia ella descartando todo lo que no forme parte del protocolo. Esto pasa en todas las disciplinas y cada vez con mayor frecuencia en el mundo moderno, hay excepciones, pero éstas sólo confirman la regla.
Algunos destellos de investigaciones de frontera no alcanzan a girar la dirección de planes de estudio antiguos hasta por más de un siglo, que producen egresados de primaria y secundaria, y profesionales bajo formatos de pensamiento arcaico, donde la imaginación individual está mal vista, al igual que la opinión de todo aquel que no encaje en la casilla medida y limitada por esas estructuras académicas.
Desde la apatía del conocimiento se les enseña a los egresados, a casi todos, y luego de un lavado de cerebro de lo profesional, fogueado por una de las escuelas de pensamiento más negligentes del mundo, a manifestar dos frases representativas de esa apatía: una es "yo también puedo hacerlo" negando cualquier colaboración o aporte de alguien que sea "de afuera", y "no se entendió nada" como una forma de descalificación intelectual de la contraparte "de afuera".
Si escuchas cualquiera de las dos, estás frente a alguien que cuida su quinta, y que hará lo que sea para ascender aún sin logros académicos ni actualizaciones cognitivas, cuidado con esa persona pues no es de fiar, como lo han demostrado numerosos ejemplos.
¿Quién no sintió alguna vez que no encaja, o que se aburre, o que se le enseña sólo por la inercia de las horas cátedras, y sin importar los resultados del aprendizaje verdadero?.
¿Quién no ingresó a un grado superior del nivel que sea, sin haber logrado fijar los conocimientos del anterior?.
¿Quién no consigue hoy trabajo aún título en mano, y debe trabajar de cualquier otra cosa para poder comer, desandando y olvidando con angustia su vocación?
Albert Einstein habló de la imaginación y el conocimiento, vaya a él quien quiera cuestionar a una de las mentes más brillantes de la historia humana contemporánea.
Las estructuras de poder, cualquiera privada o pública, se resisten a la imaginación, y suelen con torpeza adaptar inadecuadamente e incluso inventar datos e información, para poder hacer encajar la formalidad con el negocio.
Es habitual que en las iniciativas de gobierno, como en aquellos asuntos que necesitan una continuidad por sobre los cambios de las administraciones de turno, se caiga en las prácticas ya conocidas por todos, al momento de informar y concluir. Esto ocurre porque quienes detentan las diferentes misiones y funciones carecen de imaginación para resolver asuntos, que por críticos resultan en el derroche de recursos valiosos de toda índole.
Pequeños e insignificantes líderes, cuyas mentes apenas si se enteran qué escriben sus dedos en una pantalla, repitiendo una y otra vez las mismas frases insultantes, y concluyendo al final del día con la cuenta de cuántos despidieron, qué vendieron y cuánto cosecharon para sí, se aplauden y palmean las espaldas con esas decisiones devenidas del odio, y se van a dormir en sus camas de crueldad, para al día siguiente comenzar de nuevo con su retórica patética.
Cero imaginación y cero capacidad de transformar la realidad, sí un enorme desborde de dinero que no es suyo, para a través de la violencia deformar esa realidad y adaptarla a sus propios intereses, que no son los intereses de quienes representan.
¿Quién piensa hoy que el mundo está mejor que ayer?
¿Y quién pensaba ayer que estaba mejor que anteayer?
Argentina no está al borde del abismo, la falta de imaginación logró que el país esté colgado tan sólo con un dedo ya cayendo en él, los titulares del día, de todos los días, de todos los años y las décadas dicen lo mismo... sólo cambian los actores, su atuendo y el escenario en el que se desarrolla cada evento nefasto para cada generación.
No existen en el presente los auto pretendidos salvadores absolutos de ese pasado, sólo son más de lo mismo. En la realidad la solución proviene de la ciudadanía y su capacidad de elegir bien, de conducirse bien, y de participar bien... todavía esperamos...
¿Quién no ha encontrado en titulares del siglo XIX o incluso en los libros de historia, que los mismos temas que hoy sufre Argentina son los mismos que en aquellos tiempos?
¿Quién no está seguro que la independencia y la soberanía no se consiguen pidiendo más deuda y desangrando los bolsillos de toda la ciudadanía para poder pagar la actual deuda?
Imaginar algo diferente no está en las mentes de quienes detentan el poder, tal vez por conveniencia personal, tal vez por ignorancia, tal vez por desidia, pero en concreto, esa falta de imaginación, ese silencio ominoso de suponer un futuro diferente aturde en todos los Poderes del Estado, colisiona imparable con la Constitución Nacional, y se revuelca indecente y obsceno sobre las Leyes, adaptándolas a esa visión miope ceñida a las mentiras, inventos y narrativas cobardes de todos los días.
La falta de imaginación lleva directamente a sumergirse en números refritos que rebotan ridículos en la sartén donde se cocina a diario el precio del dólar, de todos los dólares diferentes que nutren y divierten a quienes viven de la especulación.
La falta de imaginación atraviesa la legalidad del respeto al Derecho de Autor y promueve el plagio, una y otra vez, acomodado al antojo de una mezcla ilegal pero bien vendida entre los pares.
La falta de imaginación separa a los hijos de sus padres, envía a estos a campos de concentración pagados en el extranjero, en países en los cuales la extradición es ignota, especialmente elegidos para hacer negocios a espaldas de la Justicia y los Derechos Humanos.
La falta de imaginación produce genocidios por las armas y el hambre, obliga a quienes se resisten a dejar su tierra a alimentarse del ganado, de mascotas domésticas, reptiles y roedores, y los empuja al extremo de cometer canibalismo para sobrevivir sólo horas más hasta el siguiente bombardeo de campamentos de refugiados, o hasta que les gana la desesperación del hambre y se abalanzan sobre los camiones cebo, que cargados de alimentos y abandonados a la orilla de la ruta, son la trampa de francotiradores.
La falta de imaginación convierte a antiguos amigos y socios de negocios, en enemigos declarados debajo de los cuales se extiende hipócrita una alfombra de territorialidad que promueve la guerra.
La falta de imaginación de unos pocos les cuesta la vida, de diversas formas, a muchos.
¿Quién no ha tenido un familiar que hubo de vivir las pasadas guerras mundiales, las dictaduras, las matanzas y genocidios del pasado, que no le haya relatado sus terribles vivencias?
La falta de imaginación desde el poder para la búsqueda de soluciones, sumada a la falta de memoria, se convierte en una fosa común, en un linchamiento virtual o real, en un disparo a quemarropa desde un uniformado que queda impune, en la necedad de inventar un relato y metérselo por la garganta a los desesperados y los abandonados, lavándoles la cabeza y conduciéndolos irremediablemente por el camino de la violencia en todas sus formas.
¡Pero cuidado!, no se confundan, pues inventar un nuevo insulto, una nueva forma de joderle la vida al otro, o una nueva figuración zoofílica cada día, y entre otras cosas, no es imaginación; eso es cinismo y arrogancia, mediocridad y escarnio, que no conduce a la renovación, ni a crear, ni a modernizar, ni a trascender, y que sólo lleva a más odio y violencia.
A mi derecho de juzgar, la imaginación ausente, la apatía vergonzosa y el abuso recurrente en todos los Poderes y jurisdicciones, pues como les ha pasado a todos a lo largo y ancho de Argentina, en los últimos 31 meses perdí el 68,4% nominal de mi jubilación ordinaria, conforme la inflación verdadera en ese mismo período.
Mirando en detalle esa gota de maldad por parte de quien fuera gobernadora, y que pareció decirle a todos los que cobraban haberes jubilatorios "jódanse bien jodidos por no votar a mi partido político", cuando el mismo perdió las elecciones de octubre, congeló tales haberes, y tal congelamiento continuó con la administración entrante, tanto aquí como en toda Argentina.
Tan sólo como ejemplo: los haberes jubilatorios sólo tuvieron un incremento del 7,9% entre los meses de octubre 2.023 y febrero 2.024, mientras que la inflación -mentirosa del I.N.D.E.C.- trepó hasta en lo nacional un 80,4% en el mismo período.
No tengo que explicar que esto le ocurrió a todos en todas partes, activos y pasivos de todas las nóminas de asalariados de Argentina, para dar una idea del cómo se licuaron todos los haberes, entre enero 2.023 y la proyectiva de julio 2025, sumando los porcentajes de actualización salarial mensual (3.289,6%) y comparando es cifra contra el total de la inflación -mentirosa del I.N.D.E.C.- acumulada (3.648,8%), lo mínimo que se manoteó de todos nuestros bolsillos fue el 359,6%.
Estos valores son nominales, es decir, que representan un perfilado matemático que consta en los recibos de haberes y tablas de flujo inflacionario, pero la pérdida de capacidad de compra real es muchísimo mayor.
Claro que hubo excepciones, que por contrario afianza la conducta de lo irregular para jubilados y asalariados.
¿Quién no tuvo o no conoce de algún jubilado, familiar o amigo que terminó sus días sin ver cumplido su reclamo judicial a satisfacción?
¿Quién no ha escuchado de la "justa administración de justicia", o los discursos mentirosos de funcionarios de los otros Poderes del Estado en relación a los haberes jubilatorios?
¿Quién no conoce a alguien que en medio de una inflación imparable, se quedó en la calle por ser despedido, para luego escuchar cómo se burlaban de él al manifestar "si no se quiere morir de hambre algo va a hacer"?
Los números fríos son un espejo para la maldad de algunos que deciden sobre la vida y muerte de muchos, sobre la degradación de su calidad de vida, y sobre el destino de ese dinero no pagado, que como dije es una irregularidad, pues no va al destino que le corresponde ni cumple con la Ley, siendo aplicado a otros asuntos discrecionales, que por enorme abundancia pública no necesito mencionar.
Cualquiera puede imaginarse un mundo mejor a su medida, rastrillo, podadora o la máquina herramienta que le plazca en mano, pero si pasados meses y años de revolearla por el aire sólo consigue rodearse de aplaudidores, lame suelas y especuladores financieros, lo único para lo que le servirá esa imaginación es para limpiar su propio trasero, o el de aquellos a quienes recurre incesante a pedir más y más dinero, que luego pagará la ciudadanía, y sólo conseguirá convertirse en un charlatán inepto.
¿Quién de todos en el mundo de los que no están en el juego del tráfico de influencias, negocios sucios y estafas descaradas, ha mejorado su situación en forma sensible, después de tanto parloteo de promesas vacías y discursos exaltados desde los atriles gubernamentales?
Memoria
No había terminado la secundaria, pero aún tan tempano me animaba a pensar libremente, nada bueno para el año 1.978, cuando escribí un ensayo que fue publicado en un diario papel local y otro regional, una novedad de un adolescente de 14 años -yo- que fue despiadadamente criticado por un médico local -quien años más tarde fue denunciado y procesado por la práctica de abortos ilegales, así su vida-, entre otros.
Pasó que me metí en lo que "no debía", tal cual fue escribir -desde mi imaginación y memoria- sobre asuntos del cuerpo humano, mi ensayo llevaba por título "¿Se puede inducir una reversión evolutiva orgánica, sensorial y perceptiva en el ser humano?" y trataba en síntesis sobre las capacidades humanas perdidas, por causa del progreso tecnológico, y cómo recuperarlas.
En ese momento, mi mente había hecho coincidir conceptos aprendidos sobre biología, química, instrucción cívica e incluso religión, en un conjunto donde se atropellaban preguntas sobre el comportamiento humano, sus causas y los efectos que tenía sobre la sociedad, pero principalmente sobre el entorno de mi vida privada y relación con los demás.
Como todos o cualquiera, me planteaba los por qué, y buscaba las respuestas dejando que corra mi imaginación a la par de mi aprendizaje temprano, memoria de pibe que le dicen, cuando los sucesos quedan grabados a fuego.
No fue por mí ni mucho menos, pero hoy mismo el atavismo es una de las ramas de estudio que en la biología evolutiva y la medicina buscan respuestas sobre la supervivencia humana, y su adaptación frente a los cambios ambientales y planetarios.
Sí, aquel escrito de 1.978 derivó en situaciones varias, una de las cuales tiene que ver con esta nota.
El cuerpo humano como complejo de interacción biológica, aún total o parcialmente bloqueados por la adaptación a entornos tecnológicos propios de la evolución socio cultural y tecno productiva de las diferentes comunidades humanas, posee capacidades primitivas, que si bien son similares a las capacidades de cualquier especie animal, están más desarrolladas a la par del desarrollo de la inteligencia humana.
Algunos autores lo denominan "constructo cultural humano", e involucra patrones y comportamientos que son memorizados de forma inconsciente en los procesos de repetición de cada individuo y cada colectivo comunitario.
El ser humano a su estado primitivo posee habilidades únicas, sus sentidos están más desarrollados, y su capacidad de percepción es mucho más eficiente. Esto se puede comprobar en muchas etnias inmersas en entornos naturales de selva, desierto, estepa o glaciar, entre otras.
A ese estado, por ejemplo, tratan de acceder los procesos de entrenamiento militar, no sólo para obtener esa memoria primitiva necesaria para la supervivencia en la batalla, sino además como influencia interna para conseguir el fin último: matar al enemigo sin dudas emotivas o piedad.
Las personas, cuanto más se han sumergido en entornos tecnológicos, más han perdido muchas de esas habilidades, en tal grado que hoy el cuerpo humano posee órganos en su biología que parece no usar, glándulas que en apariencia cumplen ninguna función, e incluso componentes en su genoma que la ciencia -miope- ha llegado a considerar como "ADN basura", "genes fantasma", entre otros.
Esto es así porque los cuerpos biológicos del planeta Tierra son arquitecturas evolutivas tan perfectas, que poseen capacidades únicas, y aún más el cuerpo de la especie humana, pues está potenciado por una inteligencia que al ponerlo como máximo depredador, entiende por un lado todas las características del resto de las especies, y por el otro, agrupa y sintetiza aquellas que le han servido para sobrevivir desde su origen.
Pero no se confundan, el ser humano no sólo "piensa" con su cerebro, existen células neuronales y otras unidades biológicas aún más complejas en todo el cuerpo humano, capaces de procesar datos y lograr que la información biológica fluya de formas tales, que en un futuro próximo se convertirá en una disciplina médica en sí misma.
¿Acaso no escucharon el concepto de "memoria muscular" de deportistas de alta demanda?
Se lee complicado pero no lo es, por ejemplo: seguro que en algún momento han escuchado de los super humanos en tal o cual ciudad, personas capaces de correr más rápido, saltar más alto, levantar más peso, etc.; bien, nada tienen que envidiarles a estos los actuales habitantes tribales de selvas o estepas, que viven de sus habilidades físicas, y sus cuerpos están adaptados a tales exigencias. Sí, todavía los seres humanos necesitan de la capacidad de orientación natural para no perderse en el Amazonas, o para percibir su entorno para no ser devorado por un león en Namibia o un cocodrilo en Australia.
Un ejemplo menos trágico: la composición de la selección francesa de futbol, que concentra muchos jugadores con esas capacidades virtuosas, producto de su origen étnico y ambiental africano.
Esto en la memoria física o memoria orgánica, pero también se presenta esta calidad en lo sensorial y lo perceptivo, y es que el cuerpo humano es un complejo que podríamos comparar en este sentido con una antena capaz de captar fluctuaciones de entorno tan ínfimas, que en los estadios primitivos podría denominarse a esa capacidad como hipersensibilidad, pero además, es capaz de procesar perceptivamente esas sensaciones, es decir: lo que captaron sus sentidos, con tal eficiencia que puede entregar escenarios detallados.
Dicho de otro modo, hoy la inmensa mayoría de los seres humanos no sienten, y perciben como lo hacían en sus estadios primitivos, existe toda una línea de pensamiento que promueve y practica el "regreso a la naturaleza".
Para dar el mejor ejemplo de esto, me permito remitirme a un personaje de ficción: Sherlock Holmes, quien fue inspirado en una persona real con iguales capacidades reales: Joseph Bell (1.837 - 1.911).
La memoria en el ser humano, pero también en el resto de los seres vivos -animales y plantas por igual- condiciona su comportamiento e incluso su evolución, en los entornos en los cuales se desenvuelve cada uno. El mejor ejemplo en las personas es el temor a la oscuridad, proveniente de cuando los primitivos seres humanos eran cazados de noche por otros depredadores.
En lo contemporáneo la memoria asumida en el corto plazo, digamos de décadas, es un condicionante para el comportamiento cultural y social humano, de la misma forma en que tribus aisladas conservan el tabú de la noche, en las sociedades modernas, y gracias a los desastres de unos pocos, la inmensa mayoría ha perdido la confianza y la intención de participación en los procesos políticos y económicos, que hacen a la transformación de nuestras sociedades.
La inserción constante de valores negativos en la comunicación social, ha logrado para determinados grupos fortalecer el odio y la violencia, y retroalimentarse con ello, pero también ha conseguido que la mayoría confíe en nadie, sin importar de qué extracción político partidaria provenga, y sacan de esa desconfianza su provecho.
Este proceso no es reciente, pero se aceleró, potenció y multiplicó luego de la pandemia global, de la cual la humanidad pareció aprender nada, en relación al cómo los seres humanos somos dependientes de nuestra interacción para sobrevivir.
No tengo que recordar a nadie que los controles de salud en todo el mundo se hicieron armas en mano por parte de las autoridades, controles dirigidos sólo a quienes eran más vulnerables, pues en Argentina, por ejemplo: mientras muchos perdían la vida, había quienes debían dar el ejemplo pero violaban por un lado las propias normas de distanciamiento y aislamiento que ellos mismos habían firmado, además de mirar para otro lado en casos especiales de socios y amigos, y por el otro promovían la ruptura de tales normas de salud a través de las redes sociales, aún cuando ellos las respetaban para su propia conservación.
Podríamos denominar a esto como la memoria de la maldad, comportamientos reiterados y dañinos para la mayoría, y que benefician a sólo unos pocos, que quedan impresos de forma indeleble en la mente individual y en el consciente colectivo, y que se transfieren tanto por experiencia personal en la comunicación oral, como por su registro escrito en diferentes entornos de comunicación.
Conducta
Voy algunos pasos más allá.
La programación conductual, tanto de un individuo como de un grupo de ellos, se logra a través de la propaganda insistente, hoy la disciplina del mercadeo -marketing- orientada a procesos de control y adaptación de comportamiento, es una nueva herramienta que tiene efectos poderosos en la generación de acciones de toda índole, como asimismo en el logro de la omisión por parte de terceros sobre un determinado asunto.
Estas son formas de lavado de cerebro, que son imperceptibles por la mayoría de los componentes sociales, pero que son tan graves y dañinas que pueden convertir a una sociedad en dependiente de tales influencias, esto pues lo que se aborda en el proceso conductual basado en la memoria individual y colectiva.
Estos métodos buscan programar conceptos sobre tal o cual, para que sea considerado una buena persona, o sobre tal o cual para que sea considerado como una mala persona, los autores y gestores de la propaganda y el mercadeo siempre cobran por su tarea, ya sea en dinero como en otros beneficios, y siempre permanecen al margen de las acciones que revelan u omisiones que promueven.
Esto ocurre porque principalmente desde el odio, la violencia y la envidia, alimentados por un ego descomunal que es consistente con una ignorancia también descomunal, lo que se busca en influenciar los estadios primitivos y subconscientes de los individuos, el mensaje raramente es impersonal masivo, sino que está dirigido a cada persona, y la búsqueda de su comportamiento en sintonía con el mensaje, o su omisión cómplice para evitar situaciones que le resulten perjudiciales a nivel íntimo o familiar.
Se busca una influencia práctica sobre las mente de las personas a través de la transformación maliciosa y artificial de la realidad, agrupando en la memoria de la víctima de tal propaganda y mercadeo, conceptos dirigidos que son el interés de tal o de cual, y que debido a la insistencia interminable de la narrativa, termina por incidir de alguna manera en su memoria, y desde ella en la memoria colectiva.
Existen muchos ejemplos sobre esto, son de diario y tal vez el más adecuado para este escrito, sea la idea que se trata de instalar sobre el periodismo en todo el mundo: que es desleal, parcial, pagado, etc., y cuando sí existe una parte del periodismo que efectivamente lo es por aquella poquedad de los propietarios de medios versus el periodismo profesional, no se transforma en una regla motivo de la existencia masiva de medios de prensa que ven y divulgan la realidad tal cual como es, y no opacada por estas propagandas y mercadeos del odio y la violencia.
En lo histórico ¿Quién no ha escuchado la frase fascista "miente, miente que algo quedará"?
Estos de igual manera son procesos antiguos, tal vez los brujos y chamanes antiguos eran los obradores de tal o cual designación de las jefaturas de las tribus, y condicionaban desde lo mágico y místico el comportamiento de los miembros de esa tribu con la intención de dirigirlos a sus propios intereses, no tengo que explicar quién es quién en la factura de la modernidad actual, pues todo está a la vista.
La prioridad es a lo primitivo del ser humano, y no a otra faceta de su personalidad. Allí reside una de las claves del éxito de estos procesos en la actualidad mundial, y es que en lo primitivo y la necesidad de supervivencia humana, los factores de la modernidad vuelven vulnerables a las personas cuando se les han cambiado las premisas de supervivencia desde la caza y la pesca, a la estabilidad financiera mensual.
En esas condiciones primitivas, aún nubladas por la modernidad y los procesos maliciosos intencionales, los seres humanos son capaces de una comunicación no sensorial con el resto del mundo natural, es decir, con el resto de los seres vivos, pero en especial con el resto de los seres humanos, cuyas capacidades están en sintonía, eso es lo que atacan estos procesos de propaganda y mercadeo.
¿Quién no supo alguna vez algo que quería su perro o su gato tan sólo con la mirada de estos?
¿Quién no percibió alguna la sensación de armonía de sus plantas de interior o del árbol de su patio?
¿Qué madre no entendió alguna vez lo que quería transmitirle el bebé en su vientre?
¿Quién no escuchó alguna vez los pensamientos de algún familiar o afecto cercano?
¿Quién no se alarmó alguna vez con el suceso desafortunado que le ocurría a un ser querido, aún a la distancia?
En esta línea de sucesos se presentan ocasionalmente capacidades subyacentes en los seres humanos, que se comprenden como telepatía o precognición, y que en determinados estadios alterados de conciencia se acercan a la bilocación o la telekinesis, asuntos que como disciplinas científicas, son denigradas en lo público, mientras que en lo privado se investigan meticulosamente.
Ocurre que estos sucesos alcanzan a comprender aquellos estadios primitivos del ser humano, cuando la ciencia era indistinguible de la magia.
¿Quién alguna vez no tuvo algún sueño premonitorio?
¿Quién alguna vez no "perdió" algo y lo encontró en un lugar totalmente improbable, donde ya había revisado antes?
Maldad
Pero luego están esas capacidades del ser humano que le permiten una comunicación con el mundo no natural, llámelo el lector como más le guste, allí afuera existe todo un complejo inmaterial que es capaz de influenciar y de verse influenciado por el ser humano.
Aquí las creencias de fe, de cualquiera de ellas, provee al entendimiento de una existencia de lo invisible, de lo intocable, pero que al mismo tiempo ocupa un lugar en el mundo real a través del cómo ejerce su influencia en el ser humano.
De ello nacieron las religiones recientes, los dioses antiguos, los seres mitológicos y deidades en todas las civilizaciones humanas alrededor del mundo y en el curso de la historia.
¿Quién no se refiere a algo superior?
¿Quién no ha tenido alguna experiencia extraordinaria en soledad o relativa a un ser querido, que supera al razonamiento?
¿Quién no reza para agradecer, o pedir, o perdonar a los otros o a uno mismo?
¿Quién no cree en una existencia más allá de este plano natural?
Allí habitan los ángeles que protegen a la humanidad, y los demonios que conmueven sus cimientos, el bien y la mal cobran tal entidad, que luchan una guerra sin cuartel desde el inicio de los tiempos por ser rectores del ser humano, por influenciarlo, poseerlo y controlarlo.
¿Quién no ha tenido alguna vez esa sensación de que un lugar es negativo?
¿Quién no ha sentido alguna vez esa sensación de terror al ser observado por algo invisible en su proximidad?
¿Quién no ha experimentado la paz y la armonía luego de rezar en comunidad?
En el paso de los siglos esa contienda es desde el ser humano hacia el resto de la humanidad, tanto el bien como el mal están subestimados, caricaturizados y convertidos en comodines del relacionamiento humano ocasional, donde la auto complacencia del ser humano pretende adaptar alternativamente a uno y a otro a su voluntad, para ser usado cuándo le plazca y cómo le plazca.
La timba y la hipocresía de la que venimos hablando, las manifestaciones de odio y violencia simbólica y de hecho, son manifestaciones de una ignorancia pedante de quienes son incapaces de reconocer, y mucho menos aceptar, que toda su construcción de mentiras, engaños, estafas morales y fabricaciones de ficción extremista y mesiánica, están cimentadas en la maldad.
La bondad y la maldad no tienen acepciones asimétricas, el bien y el mal son absolutos en sí mismos y en la influencia sobre el ser humano, allí no existen esas narrativas construidas para confundir de "es menos malo que", ni "para el malo lo que hace es bueno".
Sí existen espacios grises entre ambos extremos, espacios donde quedan empantanados aquellos que pretenden encontrarle explicación a los por qué del comportamiento de tal o de cual, y con cobardía agachan la cabeza y miran para otro lado.
¿No estás de acuerdo, pero no fuiste a votar... por...?
Hoy unos pretenden recibir el premio Nobel de la paz mientras miran para otro lado las consecuencias de sus cómplices genocidas y hacen negocios vendiendo armas, y otros pretenden recibir el premio Nobel de economía mientras sumergen en el abismo a millones y se apropian de lo ajeno de las formas más torpes y evidentes.
Unos y otros se impulsan por su ego, por pretender ser más de lo que son, por sus deseos impropios de querer trascender a costa de pisotear a todo el resto.
El asunto que le pone límites a la maldad es el tiempo, aún los años y las décadas de desastre tras desastre acumulado en la autoría de cada nombre y apellido, la vida del ser humano no es para siempre, y está allí la clave del crecimiento imparable del contagio de la maldad en las sociedades actuales del mundo.
Una vez poseído, cualquiera, la intención del mal es incrementar la maldad a como dé lugar; los seres humanos son las herramientas de ello, herramientas de usar y tirar.
¿Crees en el Cielo y el Infierno?
Es que es mucho más fácil, aunque sólo en apariencia, dejarse llevar por la maldad del pensamiento, la palabra y la acción en soledad y en grupo, la mecánica se repitió incontables veces a lo largo de la historia humana.
No tengo que dar ejemplos de esto, todos en todo lugar lo ven a diario.
Aún todo ello, lo primitivo y lo evolutivo no son gratuitos, las capacidades de los seres humanos son vulnerables a las influencias externas, sus sentidos son vehículos a través de los cuales una persona puede ser controlada a través de hipnosis de inducción psicomotriz, o comunicacional, o emocional, creando en su cerebro patrones artificiales de los cuales les resulta imposible escapar, le generan memorias falsas, e incluso pueden programarla para fines determinados.
¿Acaso pensabas que la programación de control mental y los programas de inteligencia y contra inteligencia de durmientes adaptativos sólo pertenecían al cine?, desde hace mucho son herramientas de uso político.
Funciones en menor escala se observan todos a diario en las películas donde se introducen secuencias de imágenes de intercalado visual rápido y frecuencias audibles y no audibles que alteran y conducen la motivación emocional.
¿Acaso jamás te dieron ganas de reír cuando ves escenas que pretenden ser cómicas sin lograrlo, o de llorar en escenas donde la trama buscar ser triste, que observada con audio gatilla tal expresión de tristeza?
También el bien y el mal son capaces de vulnerar las barreras de la conciencia y la voluntad del ser humano mediante una influencia voraz que acompaña a estas debilidades, logrando asentarse, reproducirse y esparcirse a personas y sociedades con una extraordinaria eficiencia.
¿Acaso no has visto alguna vez cómo reaccionan las personas en las catedrales, donde la arquitectura, la luz y el sonido reverberante logra hacer descender los biorritmos?
¿O acaso no has visto alguna vez cómo las multitudes arengadas al odio y la violencia pierden la identidad individual convirtiéndose a su esencia animal violenta?
Existen en la actualidad, aunque existían en mayor cantidad en la antigüedad antes de sucesivas extinciones, virus, bacterias, hongos, animales y plantas capaces de influir en los patrones conductuales humanos en su beneficio.
¿Acaso no has escuchado sobre la picazón que produce rascado y dispersión en muchas enfermedades infecto contagiosas?
¿Acaso no has leído sobre el rugido paralizante del Tigre o el bamboleo de la Cobra antes de atacar?
¿Acaso no has sabido de plantas que generan sustancias tóxicas, asfixiantes e irritantes, entre otras, en forma de partículas, sabia o exudación?
En todos los entornos del mundo natural existen numerosos peligros físicos de esta clase para el ser humano.
Lo mismo ocurre en el mundo no natural, pueden llamarlo sobrenatural si lo desean, donde los peligros tienen que ver con lo mental y lo emocional, donde el objetivo es lo psicológico, y a través de ello la búsqueda del control de la conducta de la persona con el objeto que pierda su individualidad, se masifique y obedezca mandatos que en otras circunstancias rechazaría de plano.
La psicología de violencia proviene de la maldad, no son tareas de locos, dementes o desquiciados que han ido sumando meticulosa e insistentemente con un discurso de odio creciente contra todo y todos, mezclado a conveniencia con ideas fuerza por sobre las cuales prevalece el insulto, la denigración, la descalificación y el menoscabo del otro en todas sus formas, y donde se pretenden instalar figuras individuales basadas en su ego de falsa experticia, falsos logros y falsa moralidad.
No tengo que explicar el parasitismo ideológico global que se extiende país a país, que se aplaude a sí mismo o mira para otro lado el genocidio de civiles desesperados por agua y alimento, que se auto elogia por hacer buenos negocios con armas que asesinan madres embarazadas en campamentos de refugiados, que se satisfacen victoriosos por haber logrado que migrantes se ahoguen en el mar, que... se aplauden a sí mismos desde un ego enfermizo por la muerte del otro, por la miseria del otro, por el dolor del otro.
Allí la maldad juega a tiempo de descuento, opera rápida y eficientemente usando el dinero de todos desde tal o cual lapicera que no rinde cuentas, una maldad que convence y que aún la falta de resultados verdaderos es vuelta a votar, el mundo ya pasó por esto en el pasado, y el final no fue feliz, ni próspero, ni libre, y hoy vuelve a transitar el mismo camino.
El logro de la mayoría eleccionaria desde el discurso del odio y la violencia es el logro de la maldad. Desde el minuto cero el mundo ve cómo se aceleran los acontecimientos con ese mismo contenido degradante de la dignidad humana, esto lo ven todos, todos los días en todos los medios de divulgación de información.
¿Entonces por qué esa maldad representada en el ego enfermizo y hostil de algunos, sigue siendo electa?
La respuesta es simple: porque las personas miden el tiempo en forma diferente a como lo mide la maldad, mientras las personas suponen que "sólo serán 4 años", la maldad enraizada como un cáncer se beneficia al muy largo plazo, permaneciendo subyacente a los períodos institucionales de los países, y creciendo cada vez un poco más... hasta detonar en conflictos sangrientos y catastróficos masivos, como ocurrió múltiples veces en la historia.
Dicen que el mal es la ausencia del bien, eso es incorrecto, pues el mal existe en sí mismo, tal como el bien. Ambos retrotraen su accionar e influencia sobre el ser humano, pero cuando uno de ellos se somete de alguna forma al otro, este crece y avanza empoderado, expandiéndose y multiplicándose.
No estuve de acuerdo aún aquello de "ofrecer la otra mejilla" con la recepción que el Santo Padre le dio a quien lo insultó sin piedad, sin respeto y sin ética, y no estuve de acuerdo porque el Vaticano cedió a la foto luego de recibir una multimillonaria suma de supuesta caridad; esa sumisión me pareció vergonzosa y degradante, sugiero leer el contenido de las noticias desde ese encuentro, y cómo evolucionaron las cosas en las semanas siguientes.
Además, sugiero observar cómo se degradó la salud del Santo Padre desde ese instante, veníamos siguiendo este asunto muy de cerca en nuestro perfil de @CodigoSradio de Twitter, y a nuestra sorpresa recibimos muchas consultas desde lo eclesiástico sobre lo informativo y predictivo que estábamos exponiendo en aquel momento.
¿Acaso alguien piensa que las congregaciones, los arcanos, conventos de clausura y otras estructuras de fe en todas las religiones, creadas y activas aún hoy para librar batalla contra el mal, instrumentar exorcismos y erradicar demonios en todas las profesiones de fe, entre otras cosas, son sólo producto del celuloide?
La maldad compra a través del ego a aquellos que se le entregan, y los exprime hasta secarlos y dejarlos deformes y desfigurados. Esto debe hacerlo rápido apurando los tiempos y otorgándole a sus acólitos beneficios que los exalten y les den notoriedad, beneficios y lujos prohibitivos para la inmensa mayoría de la ciudadanía, es que una vida humana es un suspiro y el mal es perdurable.
Así, como lo explico en detalle en uno de mis libros "La maldad deforma" a sus huéspedes, podría mencionar muchos ejemplos locales y foráneos, algunos de los cuales incluso pagan fortunas para hacerse transfusiones de sangre de adolescentes saludables para mantenerse jóvenes, y así satisfacer su ego de perdurabilidad. Esto tampoco deviene de un guión de cine.
En las personas, la maldad es una personificación transitoria del mal, que aún perdurable sólo acciona en los años en que su huésped aún conserva la salud y la cordura, por eso la sucesión rápida de eventos malignos que se expanden desde puntos centrales, y ejercen influencias hacia todas direcciones, buscando puntos débiles donde el sufrimiento, el dolor y la agonía de los que padecen las consecuencias de su accionar es mayor, generando una acción en cascada para el surgimiento de nuevos "líderes", para cuando los otros desaparezcan de la escena pública.
Aún el panorama desolador que todos podemos ver a diario, la verdad es que existen más personas con bondad que aquellas que las hay con maldad, pero muchas están adormecidas en su satisfacción, no se expresan, no se participan ni siquiera en la virtud del beneficio de sus padres, sus hijos, su calidad de vida y sus expectativas de desarrollo familiar.
¿Sabías que en las elecciones presidenciales del año 2.023 la participación fue de sólo el 77%, y que eso significa que un 33% del electorado no fue a votar?, y ¿Cuál habría sido el resultado de las elecciones?
Tal vez exista la necesidad de revisar la validez de las elecciones respecto del porcentaje de votos emitidos, cuando una tercera parte del padrón no cumplió con su obligación de votar; tal vez sería interesante que la multa por no ir a votar NO sea menor que el precio de un alfajor barato en cualquier kiosco, seguramente con una multa... digamos de ¿$1.000.000? sólo para iniciar, las personas se animarían a invertir media hora para cumplir sus deberes cívicos, y no dejar todo en manos del "qué me importa".
De hecho, lo propuse formalmente muchas veces, pero la maldad tiene muchas caras y está en todos lados. A varios hoy mismo no les conviene que las personas vayan a votar, y hacen lobby para que las regulaciones de Ley sean tan insignificantes que ir o no ir les "dé lo mismo".
Está claro que la virtud de la bondad, así como la influencia de la maldad, nos alcanza a todos, depende de cada uno el lugar que elige asumir tanto para sí mismo como frente a los demás, y está aún más claro que si se opta por la maldad, ya no hay vuelta atrás pues desde la crueldad y el odio, el insulto desde la violencia simbólica y otros síntomas expresivos, se genera una cadena de eventos que por largo resulta imparable y desastrosa.
Hoy mismo vemos las consecuencias de ello en lo local como en los internacional, y esas consecuencias no son gratuitas para todos.
Cada uno elige, de eso no hay dudas.
(*) Javier Walter Sofía
DNI 17.281.217