Su familia estuvo marcada por el exilio en los tumultuosos años ’60, cuando desde su Paraguay natal marchó a Uruguay, al igual que sus dos hermanas, una de ellas, Mina, quien llegó a General Pico junto a su esposo Oscar Perna, obligados a exiliarse de Uruguay tras el golpe de 1973.
Esencialmente periodista de radio en sus inicios, Ausberto desarrolló una extensa carrera en el exterior de Paraguay, después que se viera obligado al exilio por la dictadura de Alfredo Stroessner. Desde El Cairo, la capital de Egipto, condujo durante años un programa internacional que podía escucharse en Sudamérica por onda corta. También ejerció el periodismo en Uruguay, España y Zimbabwe.
En 1996, tras 36 años de exilio, regresó a Paraguay y trabajó para diversas empresas de radio y televisión en la capital y en el interior del país.
Del 29 de diciembre de 2009 al 2 de febrero de 2015 fue embajador en El Cairo. Desde el 20 de diciembre de 2010 también fue embajador en Ramallah (Palestina), desde el 26 de octubre de 2010 en Manama ( Bahréin) y en Yaundé (Camerún), y desde el 4 de mayo de 2011 en Islamabad (Pakistán).
En los ’90 regresó a su país, y en consonancia con la residencia de sus hermanas y sus cuñados –aquel eximio guitarrista y cantor que fue Oscar Perna, y el recordado médico Luis Aquino Cabañas, que fue el primero en llegar a La Pampa junto a su esposa para instalarse en La Maruja-, tal vez con la necesidad de estar en familia después de tantos años, Ausberto Rodríguez Jara se instaló en General Pico, donde en un principio se sumó a la plantilla de conductores de Radio 37.
Su conocimiento y su trayectoria le impusieron otras tareas en poco tiempo. Fue docente y también director general de Prensa, Difusión y Publicaciones Universitarias de la UNLPam durante varios años.
Más tarde retornó a Egipto, donde había dejado profundas conexiones, y donde desarrolló lo que fue tal vez su mejor etapa creativa.
En los últimos años volvió a radicarse en su Asunción natal junto a su esposa, y donde están sus tres hijos y sus nietos.
La Editorial de la Universidad de La Pampa –Edunlpam-, lo despidió recordándolo como uno de sus impulsores mientras fue funcionario de la casa de estudios.
"Nacido en el Chaco paraguayo y marcado por el exilio, desarrolló una vida comprometida con la cultura, la comunicación y la defensa de la democracia. Fue periodista en diversos países, autor de varios libros y representante diplomático de Paraguay ante distintas naciones", destacaron desde Edunlpam.
Escribió los libros “Fernando Lugo, el Obispo Presidente”, y “Las vidas de la vida: Des-arraigos”.