Trepó hasta los 74,40 dólares en Londres. El oro, tradicional refugio ante la incertidumbre global, también subió.
Un nuevo sacudón geopolítico encendió las alarmas del mercado energético, e impactó fuerte en el precio del petróleo: el barril de crudo Brent para entrega en agosto trepó este viernes un 7,2 % y alcanzó los 74,40 dólares en Londres, impulsado por el temor a una interrupción del suministro de petróleo desde Oriente Medio, luego de los ataques de Israel contra el programa nuclear iraní.
Se trata del salto más fuerte desde febrero de 2022, cuando estalló la guerra entre Rusia y Ucrania, y comenzó la escalada de precios energéticos a nivel global. En lo hechos, prácticamente termina de desandar el desplome que se había dado en abril.
La suba tiene una sola explicación para los analistas: miedo a que la tensión escale y golpee el corazón logístico del mercado petrolero, en el estrecho de Ormuz.
El estrecho de Ormuz es, en términos estratégicos, el punto de estrangulamiento más crítico del planeta para el tránsito de petróleo. Por esa franja marítima -ubicada entre Irán y Omán- circula entre el 20% y el 35% del crudo que se comercializa en el mundo, es decir, alrededor de 20 a 21 millones de barriles por día.
Gran parte de ese volumen tiene destino asiático. Cualquier amenaza de cierre -como una represalia iraní- dispara especulaciones y subas inmediatas en los precios.
El impacto del ataque israelí no llega en un vacío. De hecho, el contexto de precios era completamente inverso hasta hace apenas unos días.
En abril, el valor internacional del petróleo se desplomó hasta niveles no vistos desde la pandemia.
El Brent había caído en torno a los 56 dólares, un retroceso de más del 20% en lo que va del año, mientras que el WTI tocó mínimos desde enero de 2021, con un derrumbe acumulado del 19%.
Alarmas argentinas
Ese derrape hizo sonar las alarmas, especialmente en países como Argentina, donde los ingresos fiscales, las inversiones proyectadas y el ingreso de divisas, dependen en gran parte de la exportación de hidrocarburos.
Según la consultora Economía & Energía, sólo en una semana de abril, el Brent se desplomó más de 12 dólares por barril -de 77,8 a 64,9 U$S-, dejando a la industria local ante un escenario de incertidumbre y riesgo.
La brusca suba de este viernes se percibe como un alivio momentáneo para los exportadores, aunque con un trasfondo extremadamente frágil y volátil.
Si el crudo se mantiene en torno a los 69 U$S/bbl, como ocurrió durante el primer bimestre de 2025, el ingreso total del sector petrolero argentino rondaría los 19.300 millones de dólares.
Pero cada baja de 5 U$S/bbl implica una pérdida de U$S 1.400 millones, lo que equivale al 13% de las inversiones previstas para el upstream este año, estimadas en U$S 11.100 millones.
El oro también
El petróleo no fue el único activo que reaccionó ante la tensión en Medio Oriente. El oro, tradicional refugio ante la incertidumbre global, también trepó. Este viernes cotizaba a 3.425 dólares la onza, un alza del 1,15 % respecto del día anterior.
El oro en lingotes se considera un activo seguro, especialmente en tiempos de turbulencia económica e inestabilidad geopolítica. Además, suele prosperar en un entorno de tipos de interés bajos.
Más allá de los misiles y la geopolítica, el precio del petróleo ya venía subiendo esta semana alrededor de un 4%, por un posible acuerdo comercial entre Estados Unidos y China sobre los aranceles.
Si bien el pacto aún espera la firma de Joe Biden y Xi Jinping, cualquier distensión en ese frente también puede mover la aguja.
(Dinamicarg)