El juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa continúa este miércoles con los testimonios del remero Pablo Ventura, incriminado falsamente en las primeras horas de la investigación del hecho, y tres amigos del joven asesinado por un grupo de rugbiers en Villa Gesell en enero de 2020. Los patovicas del boliche "Le Brique" y dos efectivos policiales también declararán en la tercera audiencia del proceso que se desarrolla en los tribunales de Dolores.
Tomei comenzó su interrogatorio de José María Ventura preguntándole por la demanda por daños y perjuicios que su hijo le realizó al Poder Judicial y a la Procuración, donde reclama diez millones de pesos por su encarcelamiento y sus cuatro días de encierro. “Habría que hablar con el abogado”, dijo, en referencia al patrocinante, Marcelo Olmos, al que Tomei anunció que citaría como testigo.
Ventura padre, por pedido de Burlando, cómo cómo la falsa acusación de Pablo, seguida de su detención, repercutió en la familia. “Nos hicieron mucho daño. No es por hacernos las víctimas, pero nos cambió la vida porque Pablo no quería salir de casa. Después de a poco empezó a salir a remar y salir al gimnasio”, dijo.
Y siguió: “Tuvimos bronca mucho tiempo. ‘¿Por qué tanta cizaña?’, pensábamos. Aparte de bronca, lo que tenían estas personas contra mi hijo era envidia, porque él era completamente diferente a ellos”.
Ventura padre dice que él conocía a Marcelo Comelli, padre de Enzo Comelli: “Estaba todo bien hasta que me quiso tomar de tonto”. “Cuando viajé a Villa Gesell, me dijo que ninguno de estos pibes lo había nombrado a Pablo y era imposible”, contó.
“Después de la barbaridad que hicieron, para mí, son asesinos”, dijo sobre los rugbiers: “Hicieron un acto de cobardía total: nombrar un inocente. Los diez. Y hablo de los diez, porque tanto (Alejo) Milanesi como (Juan Pedro) Guarino (sobreseídos en la causa) estaban al momento del allanamiento y ellos escucharon quien lo dijo. ¡Yo digo que son unos cobardes!”, gritó José María Ventura.
Al dejar su asiento, miró enfurecido a los acusados. En ese momento, Máximo Thomsen dejó caer su barbijo al mentón.
Burlando y Tomei interrogaron a Pablo Ventura:
“Debe haber sido Lucas Pertossi porque siempre la flashea conmigo. Te juro que ahí si voy a ir preso pero por matarlo”, escribe Ventura en otro chat a su amigo, que fue ventilado en la audiencia.
La presidenta del tribunal, Claudio Castro, intervino y pidió que Pablo diga si él escribió esos chats. Ventura los reconoce como propios. Burlando preguntó si odiaba a los acusados. Al contrario de los chats, el testigo expresó que no.
El querellante, tras consultarle cómo fue su detención, preguntó cómo se llevaba con los imputados: “Antes los conocía de vista y nada más. Y después lo mismo porque nunca más los volví a ver”, siguió. Se le pregunta “por qué motivo pasó todo esto, por qué tu nombre aparece en el expediente”. El joven remero reiteró lo que expresó en múltiples ocasiones: “Porque alguien me nombró y nunca supe quién fue”.
Luego, fue el turno de Hugo Tomei de contrainterrogar al testigo. Le preguntó si alguna vez lo atacaron. Ventura dijo que no. También aseguró que no tiene conocimiento de que alguna vez “hayan dejado internado a alguien”. “No, ni idea”, agregó.
Poco después, el interrogatorio concluyó y fue el turno de José María Ventura.
Declaración de Pablo Ventura:
Ventura tomó asiento para declarar. Antes de ingresar al juicio, aseguró que “con buena cara no voy a mirar” a los rugbiers acusados. Ni siquiera los miró, al tenerlos por primera vez cara a cara luego de casi tres años.
Dijo que no conoció a Fernando Báez Sosa y que al único de los imputados que conocía a es a Máximo Thomsen. “Con ellos (los rugbiers) no tenía ningún tipo de trato, solo sabía quiénes éran porque éramos de la misma ciudad”, dijo. El MPF preguntó si alguna vez habían tenido algún altercado o problema con él. El defensor Hugo Tomei objetó la pregunta y la presidenta del tribunal no hizo lugar a la objeción.
Ventura amplió: “Con Lucas Pertossi, porque una vez habló mal de mí. Dijo que yo le parecía un tonto. Nos miramos mal en un boliche”.
“Vos acá estás como testigo, pero sabemos que estuviste imputado en la causa”, le dijo el fiscal Gustavo García y le pidió que rememore “qué fue lo que sucedió”.
Entonces, relató el momento en que fue detenido. Los rugbiers miraron atentos su relato. Luciano Pertossi, el más alejado del estrado, estiró su cuello para ver:
“Me vino a buscar la Policía a mi casa, me llevan a campana, no estaba esposado ni nada. Me sacan el DNI y el celular y me dicen que tengo que ir Gesell por el asesinato de un chico. Me esposan y me suben a un auto. En Villa Gesell me recibe la DDI y cuando llego ahí preguntaba porqué estoy ahí y ahí me explican que se me inculpaba del asesinato de un chico”, afirmó. Recordó que el expediente no marca quién lo culpó.
“Estuve 3 o 4 días incomunicado. El lunes me llevaron a declarar, me llevaron tapado primero. Me encuentro con mi abogado que me dice que voy a tener que declarar. Yo dije que sí porque no tenía nada que ver”, siguió.
Luego, le exhibieron mensajes que cruzó con un primo suyo tras enterarse del crimen y de que los rugbiers habían sido detenidos. Un mensaje dice: “Los odio yo. Ojalá vayan presos por pelotudos porque mataron a un pibe”, escribió Pablo.
EL MPF le pregunta por qué. Ventura contesta: “Varias veces a la salida del boliche los había visto pelear en grupo allá en Zárate. En grupos de 3, 4, 5. Contra dos personas. Siempre eran mayoría ellos”.
Siguuieron con otros mensajes que se mandó con un amigo, “Fran”. “Ojalá los metan en cana. A Lucas Pertossi y a (Matías) Benicelli los odio más que nada”, escribió Pablo.
El MPF pregunta por Benicelli, a quién no nombro. Ventura dice: “No una vez tuve un cruce, pero nada más...”
En otro chat a un amigo, le dice: “Me quieren meter a mí en el quilombo de Gesell. Aparentemente uno de los que estaban en Gesell me nombró a mí. Si me nombró Pertossi lo hago cagar, te juro”.
Su amigo le dice: “Qué paja, recordá que estuviste conmigo en casa anoche”.
Los rugbiers ingresaron a la sala a las 9:33, rodeados por el anillo de 13 penitenciarios que los custodia. En el sector derecho de la sala, de lado de los familiares de la victima, están Tomás D’Alessandro, uno de los nueve amigos de Fernando que declaró en la segunda jornada y Óscar Rossi, el papá de Julieta, novia de la víctima, que declaró ayer también.
Marcial Thomsen, padre de Máximo, el principal acusado, también está presente.
(Infobae)