MARTES 23 de Diciembre
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  LUNES 22/12/2025
El caso de la nena de 10 años de Rancul cuyo cuidado fue otorgado al padre
Las duras críticas vertidas por la madre contra la jueza de Familia Alejandra  Campos y todo el equipo judicial fueron contrastadas por la abogada del padre, Adriana Cordón, quien precisó que la justicia –intervino hasta el STJ-, resguardó el legítimo derecho del padre y de la niña.

El caso se hizo público en General Pico en la mañana del lunes cuando la madre de la niña, Yanel, una conocida docente de Rancul,  protestó en los tribunales de General Pico.

La madre reclamó la restitución de su hija y el apartamiento de la jueza de Familia, Alejandra Campos y todo su equipo al denunciar irregularidades y violencia institucional. La mujer calificó como “una celada” la audiencia a la que la citaron y en la que entregaron a la niña de 10 años a su padre.

"La madre siempre se opuso al derecho del padre"

La abogada Adriana Cordón efectuó un pormenorizado repaso de la causa en diálogo con MD.net. y dejó claro que en la justicia se cumplieron todas las instancias, con intervención de la jueza de Familia, Alejandra Campos, de la Cámara de Apelaciones y del Superior Tribunal de Justicia.

“El caso se inició hace más de 8 años –recordó Adriana Cordón-. La nena tenía 2 años y vivía en Rancul y el papá, Gastón, en Rio Cuarto. La nena nació en Rio Cuarto pero como la pareja no funcionó, la mamá se volvió a Rancul. Los primeros tiempos el papá la venía a ver cada 15 días, pero después se le fue complicando y tuvo cada vez más obstáculos hasta que tuvo que recurrir a la justicia”.

“Obligatoriamente, la jueza le tuvo que poner un régimen comunicacional, gradual y la madre siempre se opuso diciendo que la nena era discapacitada, que no podía entablar relación con el padre porque tenía autismo. Logró el diagnóstico de autismo pero eso no era impedimento. El régimen avanzó pero ella no lo cumplía”.

“Los incumplimientos siempre se denunciaron bajo apercibimiento de sanciones o multas. Se la multó y la madre apeló el monto de la multa. Las multas fueron aumentando y los incumplimientos también. El régimen comunicacional se fue aumentando porque la nena se llevaba muy bien con su papá pero la madre lo impedía y se oponía a un aumento y después vino la pandemia y estuvo un año sin siquiera una videollamada”.

Cordón aseguró que “el padre no pudo venir pero luego se pudo revincular a través de la oficina de los Derechos del Niño de Rancul. Se revinculó perfectamente y ese organismo dijo: ´hasta acá llegamos, porque la nena se lleva muy bien con su papá y está en condiciones de irse de vacaciones a Rio Cuarto´, que era lo que la nena y el papá querían. Se fueron y cuando volvió, la madre le metió una denuncia y ante la duda se le prohibió al padre acercarse a la nena por unos meses, hasta que se descubrió que era mentira. Otra vez a revincular a la nena con el padre. Y eso tuvo éxito de nuevo y la Unidad de Rancul decía que la nena se llevaba muy bien con el papá. Es más, decía que le gustaba estar con el padre. El problema está en la madre”.

“Después la médica que trataba a la nena por el autismo dijo que a la nena le hacía bien el vínculo con el padre, que tenía que aumentarlo. Listo. La madre no la llevó más a la médica –afirmó la abogada-. Recomendaron que hiciera fonoaudiología, sicomotricista, equinoterapia, para estimularla y al principio la llevaba pero después dejó de llevarla. La excusa fue que estaba sola, que no tenía acompañamiento, pero al padre no lo dejaba hacer nada”.

Participación al padre

“Siempre fue bajo apercibimiento, la jueza decía: tiene que hacer esto, lo otro, darle participación al padre, permitirle más horas, dejar que pernocte con el padre, que durmiera con el padre y la abuela en el hotel en Rancul cuando la fueran a visitar y la madre siempre encontraba algún obstáculo, algún hecho nuevo para impedir que eso se cumpliera y como no hacía caso se pidió el cambio de cuidado personal, un juicio que duró 3 años y medio y en el que se dictaminó que si ella no cambiaba de actitud y el padre no podía tener una fluida relación con la nena, se le iba a cambiar el cuidado y se lo iban a dar al padre”.

Precisó y detalló que “hubo pericias sicológicas, siquiátricas, entrevistas con la nena, con el equipo técnico del Juzgado, trabajadora social, revinculación nuevamente porque la madre hizo otra denuncia. Lo denunció al padre por violento. Resultó ser una mentira. Así que fue un tiempo que la nena no tuvo contacto con el padre porque la madre no se lo permitía, ni llamada, ni videollamada ni nada”.

“Hasta que el asesor de menores recomendó que le dieran un plazo de seis meses a la madre para que recapacite –continuó-. Llevaba 3 años de juicio. Pasaron los 6 meses más el período que tiene la jueza para dictar sentencia y no cambió, es más, redobló la apuesta: un año y medio sin ver a la nena y hasta que salió la sentencia de cambio de cuidado, porque todos los equipos técnicos, el defensor de los Derechos del Niño que intervino, el equipo técnico del Juzgado dijeron, bueno, si ella no cambia de actitud y redobla la apuesta, es un derecho de la nena criarse con la familia paterna y un derecho del padre de ver crecer a su hija. No participaba el padre, porque ella no se lo permitía, ni a la escuela ni a un cumpleaños, ni al día del Padre ni a una Navidad, vacaciones, nada. Cerrada por completo”.

Cordón detalló que “se dictó sentencia en primera instancia en el mes de abril y se le dio intervención al organismo de Niñez para que revincularan a la nena con su padre. Ella apeló la sentencia y mientras tanto, hasta principios de setiembre que salió la sentencia confirmada de la Cámara de Apelaciones, había que revincular a la nena con el padre. Ella decía que sí, que iba a colaborar pero no lo hacía. Hacía todo lo contrario para que no. Llegó un momento que la Cámara le rechazó el recurso y ella presentó un recurso extraordinario ante el STJ y el Superior Tribunal también se lo rechazó. La Cámara había dicho que el cambio se lo tenía que hacer cuando terminaran las clases pero ella dijo que no pensaba prestar colaboración y que no iba a permitir que se cumpliera la sentencia”.

“La Defensoría de los Derechos del Niño se trasladó con el doctor Meaca a la cabeza, en persona, con su equipo técnico, porque a la Unidad de Rancul ella los denunció a todos los profesionales, a todos los sicólogos que han intervenido porque no le gustaban los dictámenes”.

“Con el doctor Meaca primero estaba muy contenta porque había ido a Rancul, pero ahora también ya lo está criticando porque bueno, los sicólogos saben sacar información, revincularon a la nena con el padre a través de videollamadas y la nena lo que mostraba era miedo porque la madre la estaba sometiendo sicológicamente. Eso yo lo venía diciendo hace 3 años, que la nena necesitaba acompañamiento sicológico y que nunca la llevaba, no la llevaba a ninguna terapia ni acompañamiento porque la madre le metía cositas en la cabeza. Tiene trastorno autista y es muy fácil de manipular. Todos los profesionales que han intervenido detectaron la manipulación de la madre y lo que la nena decía en todos los espacios no era lo que la nena quería decir, sino primero decía lo que la madre le había metido en la cabeza. Era el discurso de la madre. La nena, después, le preguntaba a la madre, delante de todos: ´dije bien mamá? Estuve bien mamá. No vas a llorar mamá´. Porque la madre la amenazaba con que ella se iba a morir, iba a llorar si ella se iba con el padre. Eso la atemorizaba pero por otro lado cuando se relajaba con los profesionales, podía dar su verdadera opinión, que era que llamaba a su papá, que extrañaba a sus primos, a su abuela paterna, a los tíos, que los quería ver, que quería ir a Rio Cuarto… Sentía nostalgia por todo eso pero por otro lado decía: si yo me voy mi mamá se va a enojar, se va a morir, se va a enfermar”.

“La nena fue escuchada por todos los profesionales, por todos los organismos con su verdadero discurso, que es el amor que ella tiene por su familia paterna y la madre, todo lo contrario, lo impedía”.

“La defensoría de los Derechos del Niño le explicó que se tenía que ir a vivir con su papá, porque su papá había prestado consentimiento para hacer todas las terapias que ella tenía que hacer, todos los cuidados que a ella le correspondían. Ella accedió a irse y está muy tranquila, está bien, está contenida por todos los organismos”.

“La Defensoría de los Derechos del Niño la verdad es que se ha portado excelente, ha cumplido con su deber. Han prometido que van a ir a Rio Cuarto porque han establecido un buen vínculo con la nena, de confianza y se contactarán con la Defensoría de los Derechos del Niño de Rio Cuarto para que sigan conteniendo a la nena, pero mientras tanto van a ir ellos a verla como está. Por supuesto que ella extraña a su mamá, pero está relajada, está disfrutando de su familia, del campo, del rio, de todo lo que a ella le gusta de Rio Cuarto y de su lugar donde nació”.

“Si hubiera habido un buen vínculo, no digo de la madre con el padre, sino que ella hubiera permitido que el padre cumpliera su rol, cada 15 días, como él pedía al inicio, no hubiéramos llegado a esta instancia. Pero ella anuló al padre y a toda la familia paterna por completo. Pero la nena los recuerda y los ama. Por eso se quiso ir”.

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