Dos jóvenes pampeanos, Juan Manuel Auche (de Macachín) y Martín Tissera (de Miguel Riglos), iniciarán este miércoles el ascenso al Aconcagua. Ambos, desde hace tiempo, hicieron cumbre en otros picos de la cordillera de Los Andes, y ahora van por la mayor, donde quieren hacer ondear estandartes de ambas localidades y La Pampa.
En diálogo con Letra B, Auche contó que el pasado mes de noviembre (2021), y junto a su compañero de aventuras, Martín Tissera, decidieron enfrentar la hazaña de ascenso del pico más alto de América.
“Veníamos haciendo algunos ascensos; arrancamos en el Lanín, y pasamos por el Domuyo, el Vallecitos, el Maipo, siempre aumentando en alturas”, con estas experiencias, los pampeanos se propusieron “levantar la vara”.
Juan Manuel explicó que desde que comenzó con la actividad de montañismo, siempre entrena tres veces a la semana en el gimnasio “Le Club” de Martín Stefanazzi. “Para este desafío, el “profe” armó un plan más específico que respeté en estos últimos meses. Mucha parte aeróbica y resistencia a la fatiga, para mejorar la capacidad pulmonar”, reveló.
El objetivo, obviamente, es llegar a la cima de 6,962 metros sobre el nivel del mar (msnm) que tiene el Aconcagua. Y para lograrlo no alcanza con estar bien físicamente; “estar bien entrenado no te asegura el éxito de cumbre, hay un montón de factores, la aclimatación es un punto muy importante”, comenta Auche.
En ese sentido, agregar que “la aclimatación es fundamental porque es mucha altura. Se va haciendo de forma escalonada y gradual. Una buena aclimatación te va a dar más éxito de cumbre que una excelente preparación física”.
Otro de los factores que tienen en cuenta los montañistas es el clima: “Es impredecible. Podés consultar el pronóstico todos los días, pero en la montaña cambia de un momento a otro, y por eso es importante tenerlo en cuenta”.
Toda la expedición de ascenso dura entre 15 y 18 días, aunque por lo general se puede hacer en muchos menos días. “Se guardan tres días de reserva por imprevistos con el clima o aclimatación. Es por seguridad de la expedición, y para tener más posibilidad de cumbre”, explica Juan Manuel.
El recorrido
El recorrido elegido por los jóvenes es el que se denomina “normal”, ya que no presenta obstáculos de tipo técnico, por lo cual no es necesario tener mucha experiencia en escalada en roca o hielo para recorrerlo.
La primer jornada tiene como meta alcanzar el campamento de Confluencia (3.390 msnm), donde pasarán dos días.
Luego, el objetivo es el campamento base Plaza de Mulas, que se la describe como “una verdadera ciudad de carpas”, que cuenta con servicio médico especializado, patrulla de rescate de la Policía de Mendoza, y guardaparques. Pasarán unos cuatro días en ese lugar.
El ascenso continúa hacia el campamento de altura denominado “Canadá” (5.050 msnm). En este punto comienza la autosuficiencia; llevar el equipaje y cocinar.
El próximo punto será “Nido de Cóndores” (5.550 msnm) donde deberán transcurrir dos días.
La expedición continuará hacia el campamento previo a la cumbre que se llama “Plaza Cólera” (5.970 msnm). Desde este punto, Auche y Tissera intentarán llegar a la cima del Aconcagua (6.962 msnm).
El viaje se hace en grupos de cuatro o cinco personas por cada guía. Las temperaturas pueden rondar entre los 13 y 20 grados bajo cero.
Algunos elementos básicos que llevarán los montañistas son: ropa de abrigo, protección para ojos, cabeza y protector solar, bolsa de dormir, carpa, botas de caminata y botas dobles (especiales para el frío), crampones, bastones, piqueta, casco, calentador, olla, entre otros elementos de supervivencia.
Durante el 2020 y 2021 no hubo ascensos debido a la pandemia de coronavirus, y este año sólo se habilitaron 45 días, desde el 1°de enero hasta el 15 de febrero.
Además, por una decisión del gobierno de Mendoza, los argentinos que van a ascender no pagan el derecho de ascenso al Aconcagua.
Para terminar, “Juanma” manifestó que “estamos mentalizados, de lo que podemos manejar hemos tratado de cumplir todo al pie de la letra”.
Por último, confesó que lleva una remera del Club Atlético Macachín para posar en la cima, gesto que realiza en cada una de las expediciones a montañas.
“El certificado es personal, es la satisfacción de haber llegado y disfrutado del recorrido”, reflexiona el montañista macachinense.
(Fuente: Letra B / Fotos: Martín Tissera en Facebook)