Si bien residirá principalmente en Buenos Aires, el winifredense Julio Furch rescindió días atrás su contrato con Banfield en la Liga Profesional de Fútbol y arregló estar en Deportivo Winifreda, club de su pueblo natal y donde dio sus primeros pasos en el fútbol. Llegaría los viernes para entrenar y jugar los fines de semana.

El experimentado delantero de 36 años acaba de finalizar su contrato en el Taladro y, si bien en el Sur del Gran Buenos Aires imaginaban que colgaría los botines, quiso dar un paso más en su destacada carrera e incorporarse al club de su pueblo, con apenas tres mil habitantes y protagonista del Torneo Oficial de la Liga Cultural de Fútbol. "En casa", escribieron para darle la bienvenida.

Furch pateó sus primeras pelotas a los cinco años en este equipo y, luego de jugar durante un tiempo en el Deportivo Mac Allister, volvió a los 15 para ser el goleador del campeonato. Su potencia física y su olfato en el área cautivaron a Olimpo de Bahía Blanca y allí tuvo su primera y auspiciosa experiencia en la máxima categoría.

Luego apareció San Lorenzo, Arsenal (se consagró en la Copa Argentina), Belgrano y tuvo un extenso periplo por México. Allí defendió la camiseta de Veracruz, Santos Laguna y Atlas: en todos los clubes ganó títulos importantes. Con los tres fue campeón antes de pegar el salto a Brasil para lucir los colores de Santos en la Serie B.

Después de nueve goles y 63 partidos con los de Vila Belmiro, regresó al fútbol argentino para pelearla en Banfield, aunque le costó hacer pie y se terminó yendo este diciembre con la pólvora mojada al cabo de siete presentaciones.

Ya con el retiro pisándole los talones, se pondrá nuevamente la camiseta de Deportivo Winifreda y buscará cerrar su historia en el fútbol a su manera, a puro gol. Razones no le faltan para ilusionarse y sus números hablan por sí solos: marcó 168 -destacó TyC- a lo largo de su carrera como profesional.