SÁBADO 28 de Junio
SÁBADO 28 de Junio // GENERAL PICO, LA PAMPA
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  SÁBADO 28/06/2025
Cuando la nieve escribe en los libros
* Por Patricia V. Lobos
“Podría nevar en La Pampa, podría nevar en el departamento Maracó”

En estos días fríos, cuando la llanura pampeana huele a leña y promesa, los pronósticos se deslizan entre los postes de luz con una noticia que parece cuento: “Podría nevar en La Pampa, podría nevar en el departamento Maracó”.

Y entonces, algo se enciende en la memoria del campo.

Una página vieja.

Un puñado de escarcha.

Un recreo blanco.

No sería la primera vez.

En el libro de novedades de una escuelita rural —ese cuaderno sobrio, de letra elegante y tinta celeste, donde se anotaba el pulso de cada día— quedó registrado, el 21 de junio de 1977, un hecho inusual para la zona: mientras se desarrollaba la ceremonia por el Día de la Bandera, comenzaron a caer unos pequeños cristales del cielo.

Así lo escribió la maestra, con la serenidad de quien sabe que algunas cosas merecen quedar asentadas para siempre:

“Hacia la finalización del acto cayeron unos copos de nieve.”

Pocas palabras, pero con el peso exacto del asombro.

La Escuela N.º 84, enclavada en Trilí, entre caldenes, caminos de tierra, tardes de mate cocido y cascarilla, fue testigo de ese milagro.

Era el cierre de la jornada.

La comunidad reunida.

Los niños en su totalidad.

Y la nieve, descendiendo suave, como si se hubiera soltado del blanco de la bandera.

Imagino a la maestra.

Tal vez le temblaron un poco las manos, de emoción o de frío.

Tal vez, mientras entonaban las últimas estrofas del himno, levantó los ojos y -antes de decirlo- lo supo.

Tal vez no dijo nada.

Solo dejó que los niños y las niñas lo vieran primero.

Y entonces sonrió.

El patio, quizás, se volvió otro, como si alguien lo hubiese cubierto con una manta de nube.

Los árboles, seguramente, se quedaron quietos, como guardando el secreto.

Y los guardapolvos, tan blancos, eran retazos de una patria pequeña, sostenidos por el frío.

Trilí es uno de esos parajes que no figuran en los mapas turísticos, pero laten en la memoria rural. Y su escuela, nacida en 1941, no se perdió con el paso del tiempo.

Como si llevara un hilo invisible atado al corazón, siguió su rumbo y cruzó los caminos, hasta que un día se instaló en General Pico.

Hoy late con otro nombre, en el Barrio Roca: es la Escuela Veteranos de Malvinas Pampeanos, en sus aulas aún se respira el murmullo de aquellas mañanas de campo, cuando el mundo parecía empezar con una tiza y una ventana abierta.

Y cuando flamea la bandera, a veces parece que algo de aquella nevada vuelve a caer, como si la historia se soltara del mástil en forma de copo.

Hoy, en este invierno de 2025, mientras las heladas repasan las veredas y el aire se llena de espera, vale recordar aquel junio en que el cielo bajó a la tierra en puntillas y  decidió sumarse al acto escolar.

Porque las nevadas no siempre cubren ciudades, a veces caen sobre la infancia, sobre las escuelas -de barrio, de campo- sobre los patios donde aún se sueña, sobre los hilos invisibles que nos atan a lo que fuimos.

Y si esta semana los copos se animan otra vez se asoman sin ruido… Que haya una maestra mirando por la ventana y un niño que sepa abrir las manos sin miedo.

* Por Patricia V. Lobos

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