Centenario está en el umbral de un nuevo conflicto. Si bien todo ocurre por lo bajo y en silencio, la tensión ya estalló en la zona de chacras: fiestas clandestinas, loteos prohibidos, construcciones irregulares y conexiones eléctricas otorgadas sin explicación, en sectores inundables de la costa del río Neuquén.
Todo esto ocurre en una zona rural que la Municipalidad quiere preservar, ya que hizo de esa idea de la ruralidad un pilar de gestión. Busca alentar la producción de alimentos y el turismo, más allá de la crisis frutícola, con la diversificación de la economía en el área rural.
Además, hay un viejo proyecto de paseo costero natural y agroturístico, anunciado hace dos años por el gobierno provincial, que parece que nunca avanzó. No es el Paseo Costero como el de la ciudad de Neuquén. Será más bien una senda natural, para que la ciudad comience a “mirar el río”, y que no sea el privilegio de unos pocos.
En la zona, proliferan algunas construcciones sin declarar, y desde el drone se ve muy claro. Hay casas cerca de franjas fiscales donde llega el agua cada vez que el río crece, como ocurrió en el invierno de 2023, donde la crecida destapó qué chacareros son los que ganaron tierras al río.
Y hay indicios, a juzgar por el tenor de las notas enviadas por los vecinos a los organismos del Estado, de una estructura de amparo institucional, con sospechas desde la política.
Según pudo saber LMNeuquén, de las notificaciones e intentos de infraccionar, cuesta intimar a los dueños de las propiedades. Muchas veces no coinciden los datos de quienes viven en las chacras, con los dueños de las tierras que figuran en los documentos de mensura de la dirección provincial de Catastro.
Entre las calles 2 y 4, en zona de chacras, es el sector más problemático. Hay viviendas sobre terrenos inundables, y hasta un vecino que hace años cercó el paso público hacia la costa, apropiándose de un camino vecinal, como si se tratara de una extensión de su patio. Directamente, cortó el paso a la costa del río Neuquén. Esto sucede precisamente en la calle 2 al fondo, un sector paradisíaco, de privilegio y donde muchos quisieran vivir, por la tranquilidad y por el entorno natural cercano a lo que llaman ‘La reserva’.
Proyecto de ordenanza
Hay un proyecto de ordenanza que se discute en el Concejo Deliberante, sobre el que hay mucho debate, y que implica cambiar el uso de suelo en algunos sectores rurales, para habilitar más construcciones. Para algunos, se trataría de un “blanqueo” de construcciones internas en las chacras. Durante años, se aprobaron por excepción salones (incluso para entidades y sindicatos) y también casas de alquiler.
El caso más llamativo se concentra en el lote 127A, una chacra de 5,99 hectáreas que originalmente debía destinarse a producción primaria, pero terminó convertida -según denuncian los vecinos de la zona- en el inicio de un loteo clandestino, con subdivisiones irregulares, obras no autorizadas, y una venta informal de “parcelas” sin papeles ni habilitación.
Hartos de fiestas
El tema estalló en el feriado del 2 de abril, cuando vecinos de ese sector denunciaron una fiesta clandestina. Al otro día, inspectores municipales fueron a clausurar una obra, dentro de la chacra, pero era algo que se sabía desde hace varios meses. Según se pudo saber, las intimaciones llegaron al apoderado de la finca. Se trata de la chacra “La Bruma”, cuyos dueños promocionan el restaurante Kohi, en las redes sociales.
Los vecinos creen que si esa chacra empieza a urbanizarse sin control, podría afectar a las fincas linderas, como una suerte de manzana podrida en un cajón. Se desafectaría el uso productivo en esa zona, y obligaría a otros productores (que sí quieren diversificar) a rever los proyectos productivos.
Pioneros italianos
La chacra 127A de Centenario está registrada bajo la matrícula 84448, y ocupa una superficie de 59.910,08 metros cuadrados. Originalmente, fue parte de una unidad agrícola indivisible, y estaba bajo titularidad de la familia de pioneros italianos, cuyo dueño falleció antes de 1986. La sucesión se tramitó en el Juzgado Civil N°2 de Neuquén, en el expediente 7651/86, inscripto el 29 de septiembre de 1988, bajo la matrícula 34793.
Durante años, el lote permaneció en estado de sucesión hereditaria, hasta que se consolidó la transferencia de la propiedad a Luis Alberto Santarelli, quien adquirió la totalidad del lote el 11 de agosto de 2017 por escritura 277, folio 727, asentada en el Registro 1 de Centenario.
El 22 de septiembre de 2022, la Dirección de Loteos Privados de la Municipalidad había intimado a un apoderado del lote, no al dueño de la propiedad, a detener todo intento de venta o fraccionamiento, y le recordó que la ordenanza 328/90 prohíbe expresamente subdividir lotes rurales en menos de 5 hectáreas.
Pero la actividad siguió: aparecieron accesos nuevos, casillas, movimientos de suelo, propagandas de inmobiliarias disfrazadas en redes sociales y, lo que es más delicado, bajadas de luz que se multiplicaron sin explicación legal aparente.
Amenazas, alambrados, medidores
Los vecinos, cansados, elevaron el reclamo a la Defensoría del Vecino de Centenario, a los concejales y al intendente. Detallaron una cronología precisa, desde la compra informal en 2020, hasta las amenazas, la presencia de una inmobiliaria, los nuevos alambrados, y la aparición de hasta siete medidores eléctricos otorgados para un solo lote agrícola.
El 9 de enero de 2023, en una nota, dieron detalles de un reclamo que no se resuelve. “Prueba de esto son un par de audios de WhatsApp generados en una conversación telefónica con uno de los titulares de las inmobiliarias que comercializan estos lotes (Grupo Patagonia), publicaciones en Mercado Libre y sitios web de las inmobiliarias (Grupo Patagonia, Grupo InHaut; adjuntamos links), más testimonios orales de vecinos del sector, que manifiestan haber sido interpelados en la vía pública por un familiar del propietario, quien les ofreciera a la venta los lotes en cuestión”, dijeron.
“Órdenes de arriba”
El 30 de agosto de 2024, presentaron una nota exigiendo explicaciones al EPEN. Aseguraban haber escuchado un audio en el que un operario justificaba las conexiones por “órdenes de arriba”, amparado en que la Municipalidad ya se desentiende de la factibilidad. La gravedad institucional de esa afirmación encendió todas las alarmas en los vecinos de ese sector.
El reclamo también advertía que en el lote ya no sólo se fraccionaba, sino que se habían construido estructuras destinadas- presuntamente- a un salón de eventos y hasta dos canchas de fútbol, todo sin permisos, sin habilitación y sobre tierras que en parte serían fiscales. Justamente los vecinos señalan que se trata del restó Kochi, promocionado en Instagram y como chacra La Bruma.
Frente a semejante embrollo, el EPEN respondió a una de las familias, que hace tiempo viene denunciando el intento de fraccionamiento y ruidos molestos en la polémica chacra. Hace unos días, luego de una denuncia vecinal y de una publicación de LMNeuquén, actuó la Municipalidad y paralizó la obra. No se trata de una clausura total, ya que para ello tiene que intervenir el Tribunal de Faltas.
En la nota firmada el 21 de octubre de 2024, el EPEN reconoció que efectivamente se otorgaron conexiones en el lote 127A, pero aseguró que las hizo “con autorización de la Municipalidad de Centenario”, que por entonces estaba a cargo de emitir las factibilidades.
También, aclararon que desde que el EPEN asumió la responsabilidad exclusiva para emitir las factibilidades, se suspendieron nuevas conexiones y se notificó a cada solicitante.
7 medidores para un lote
La respuesta oficial no calmó las aguas entre los vecinos. Porque nadie aclara por qué se otorgaron siete medidores en un solo lote agrícola, ni por qué se ignoró la ordenanza vigente. Tampoco se respondió qué tipo de control hizo (o no hizo) la Municipalidad, en su momento, ni si hubo sanciones, ni si los medidores serán dados de baja.
En el terreno siguen las obras, las fracciones informales, las amenazas a vecinos que osan preguntar, y el crecimiento de un asentamiento privado que avanza como si las leyes fueran simples carteles decorativos. Justo en los alrededores de las chacras hay un cartel oficial que dice “Zona rural de producción primaria. No se permite urbanizar ni fraccionar”. Pero parece que ahí nadie lo lee.
Centenario soñaba con abrir su costa. Pero si nadie frena este avance ilegal, cuando la Municipalidad quiera llegar al río, va a tener que pedir permiso a un casero que le venda la entrada.
(LMN)