La novela del enfrentamiento de Mauro Zárate con Vélez, su ex club, tuvo un capítulo decisivo cuando el delantero metió su gol para Boca en la tanda de penales y lo festejó con vehemencia. Gritó, apretó el puño, se golpeó el pecho y siguió gritando, una y otra vez.

Pero el tema no quedó ahí. Sellado el pase de Boca a semifinales, fue entrevistado para la TV y dejó varias frases que pueden ser leídas como dardos hacia los jugadores de Vélez y sus hinchas.

Lo primero que dijo fue "No te escucho", al parecer al referirse al ensordecedor aliento de la hinchada xeneize. "Jugamos 10 u 11 partidos más que ellos", dijo luego, destacando el hecho de que Vélez este año no jugó ninguna Copa (ni Libertadores ni Sudamericana).

Y cerró con una daga:

​- Pasó el que tenía que pasar?

- Yo creo que sí, pasó el equipo grande

En medio del drama, el humor. A mitad de la entrevista pasó Antonio Obrador, podólogo de Boca, y quiso felicitar a Zárate. Como estaba de espaldas, la complejidad del movimiento y el poco tiempo disponible hizo que terminaran dándose un beso en la boca.

Para los hinchas de Vélez, los gestos de Zárate ponen sal en una herida abierta cuando el ex ídolo del club abandonó la institución para jugar en Boca. Inmediatamente fue declarado "traidor" y atacado en redes sociales. En el partido de ida en Liniers el domingo pasado, fue insultado aún durante el himno nacional y se vieron varias banderas contra él.

Al igual que en ese partido, esta noche Zárate volvió a ofrecer los "cuernitos" (en nombre de la mala suerte) para que no le convirtieran a Boca.

Repitió el gesto ante una jugada de Lucas Robertone frente Esteban Andrada, que desvió un remate fortísimo del delantero del Fortín. Luego volvió al gesto durante la definición por penales.

Zárate sonrió. En las redes sociales lo seguían tratando de traidor, pero él dice que lo único que le interesa es avanzar en la Copa Superliga y darle más alegrías a los hinchas de Boca.

(Clarín)