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  LUNES 27/03/2023
Ansia, ansiedad y trastornos de ansiedad
Por Anahí Timo (*)

En estos tiempos modernos, la ansiedad se ha transformado en una condición casi generalizada. Los consultorios médicos y psicológicos están desbordados de pacientes cuyos problemas de ansiedad afectan seriamente su calidad de vida a nivel personal, familiar y laboral.

Por otro lado, surgen todo tipo de terapias para aliviar este sufrimiento: meditación, yoga, técnicas de respiración, libros de autoayuda y otros. El primer aspecto relevante para abordar la problemática de la ansiedad, es conocer la distinción que existe entre el ansia, la ansiedad y un trastorno de ansiedad. Te invito hoy a reconocer la diferencia.

Quizás hayas vivido en aquellas épocas donde esperabas varios días que llegara una carta, añorabas la hora de los dibujos animados, recorrías pacientemente la biblioteca, hacías la cola del banco, esperabas a la operadora por un llamado telefónico o el revelado de tus fotos de las vacaciones. Si viviste esa época, sabes a ciencia cierta que es el ansia.

El ansia es una sensación que puede abarcar motivación, entusiasmo, deseos, anhelos, expectativas y anticipación asociados al porvenir, al proceso de espera por un evento futuro. Es una vivencia donde la espera nos da impulso, entusiasmo y motivación en la vida. Por ejemplo, cuando estamos por ver el partido de futbol de nuestro equipo favorito, existe esa sensación de ansia por el triunfo de nuestro equipo. Todas las cosas que más nos apasionan, son las que más ansiamos. Este estado de ansia hoy está casi en extinción, la mayoría de las personas vive con ansiedad.

A diferencia del ansia, la ANSIEDAD es una experiencia vital, incómoda o desagradable, asociada a un estado de anticipación, frente a la percepción de un evento como amenazante o peligroso. Tanto la ansiedad como el miedo, son experiencias que tienen un sentido biológico. Se asocian a mecanismos adaptativos de respuesta, que nos preparan para afrontar una situación amenazante. Muchas veces, percepción de una amenaza o peligro, nos lleva a experimentar esta emoción primaria, aunque el peligro no sea real, sino simbólico. Por ejemplo, un examen o entrevista de trabajo pueden generar miedo y ansiedad. No está en riesgo nuestra vida, pero sí nuestra integridad, es una amenaza SIMBÓLICA.

Normalmente, la ansiedad es transitoria y autolimitada. Una vez superado el desafío, desaparece. Sentir ansiedad de modo ocasional es normal y aprender a gestionarla es un aspecto clave en estos tiempos.

Sin embargo, las personas con trastornos de ansiedad con frecuencia tienen preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes sobre situaciones diarias. Estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren con las actividades diarias, son difíciles de controlar, desproporcionados y pueden durar un largo tiempo. Los síntomas pueden empezar en la infancia o la adolescencia y continuar hasta la edad adulta. Los trastornos de ansiedad son siempre condiciones patológicas. Se clasifican en cinco tipos: Trastorno de Ansiedad Generalizado (TAG), Trastorno por Ataques de Pánico, Stress Post Traumático, Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) y Fobias. Son afecciones de salud mental que requieren abordaje médico y psicológico, tratamiento farmacológico y contención adecuada del paciente. En estos casos es necesario siempre contar con apoyo profesional.

La ansiedad es una experiencia vital, o sea, inherente a la vida, que puede presentarse en situaciones puntuales, cuando estamos frente a un gran desafío, algo que nos produce miedo o en un contexto amenazante. Pero hemos perdido la capacidad de discernimiento y actualmente vivimos llenos de ansiedad.

Esto se debe al contexto propio de la vida moderna, donde la inmediatez gobierna y todo debe ser inmediato o hacerse en forma inmediata. De lo contrario, aparecen estados de impaciencia, intolerancia, frustración e incomodidad. Nos es imposible transitar estos momentos de espera, con una sensación de agradable ansia por el porvenir, como sucedía en la época de nuestros abuelos.

Gestionar la ansiedad entonces, implica aprender a transitar esos momentos con una nueva mirada, comprendiendo que algunas cosas requieren de un proceso, o sea, respetar los procesos naturales y nuestros propios procesos internos. No todo en la vida está a un clic de distancia. En realidad, la mayoría de las cosas.

Transitar la ansiedad significa también comprometernos con ese tránsito, evitando evadir, saltear, evitar o resistirse. Es fundamental aprender a aceptar amablemente aquello que la vida nos propone, estar dispuesto a afrontar los desafíos diarios y traer la mente al momento presente, aquí y ahora. Planificar, imaginar o proyectar es maravilloso, todos los seres humanos podemos hacer. Pero cuando la mente vive en el futuro, llena de preocupaciones, anticipándose y creando escenarios catastróficos, que posiblemente nunca ocurran, perdemos el disfrute y la conexión con la vida.

El desafío entonces, es transitar nuestra vida, enfocados en lo único real: el momento presente. El futuro no existe, el pasado tampoco. Lo único que tenemos es el ahora. Es fundamental recuperar la motivación por la vida y el ansia, que es ese motor que nos impulsa hacia el futuro.

Además, es clave aprender a gestionar la ansiedad cuando se presente y detectar oportunamente un trastorno de ansiedad cuando surgen los primeros indicios, solicitando ayuda profesional.

(*) Roxana Anahi Timo

Médica MN88956 - MP1543

Coach Ontológico

@dra.anahitimo

Comentarios
 
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 28/03/2023 | 00:54 Hs
Enviado por Ansiolítico
yo me pongo loco cuando tengo turno para el odontólogo, y si me da turno para una semana, es una semana que duermo como el culo.
 
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Diseño y diagramación: A P