SÁBADO 28 de Junio
SÁBADO 28 de Junio // GENERAL PICO, LA PAMPA
Seguinos en
Compartir
Twittear
  JUEVES 26/06/2025
Ajuste en el Garrahan: médicos convertidos en plomeros y administrativos que manejan Uber
Decenas de trabajadores del Hospital Garrahan deben recurrir a otros empleos alejados de sus profesiones para llegar a fin de mes.

En el país de Javier Milei nada es lo que parece: hay médicos manejando remises, radiólogos que trabajan como plomeros, administrativos que venden ropa y pediatras pintores. Desesperados por llegar a fin de mes en medio de la crisis y el ajuste, los profesionales del Hospital Garrahan están desesperados por juntar el mango para llegar a fin de mes.

“Yo hago Uber, tengo compañeros que venden ropa, otros que venden cacerolas, otros que se dan maña para hacer algunos trabajos en casas. El que no pone aires acondicionados, arregla cañerías. No hay nadie que tenga un solo trabajo”, relató Verónica Pietropablo, empleada administrativa del Garrahan hace 14 años.

Al igual que Pietropablo, decenas de trabajadores del Garrahan deben recurrir a otros empleos alejados de sus profesiones para llegar a fin de mes. La mujer, madre de una hija, cumple una jornada completa de lunes a viernes con un sueldo que apenas supera los 800 mil pesos. Como necesitaba sumar un ingreso urgente, hace tiempo comenzó a manejar su propio automóvil en la app Uber, principalmente los fines de semana, cuando tiene más tiempo libre, ya que además es estudiante universitaria.

“Nosotros trabajamos ocho horas por día. Lejos de no tener cómo certificarlo, tenemos un fichaje biométrico que costó mil millones de pesos hace 15 días. Cuando fue todo lo de los residentes, ya no funcionaba”, explicó.

Después de las ocho horas de trabajo no termina el día de Verónica. Es sólo el comienzo. “Deberíamos poder volver a nuestras casas y disfrutar con nuestras familias, pero tenemos que salir a trabajar de nuevo porque la plata no alcanza”, lamentó.

Recientemente, Milei afirmó que se ha mejorado la situación de los trabajadores del hospital, que este miércoles realizaron una nueva jornada de paro general, que incluyó un masivo festival en el que visibilizaron la crítica situación que atraviesan.

El Presidente afirmó que el Gobierno incrementó los recursos al Garrahan “en un 240 por ciento”, y que fue “muy por encima” de lo que se otorgó a otras áreas.

Incluso Milei mintió al afirmar que el 70 por ciento de la nómina del Hospital es “administrativa”, lo que es desmentido por los propios datos oficiales del anuario del Garrahan, que indica que más del 80 por ciento es personal sanitario.

Además, Milei cuestionó que los trabajadores del Garrahan comparen el salario con la línea de pobreza de una “familia tipo”, y reclamó “usar un ingreso de una persona”.

“Cuando decían la línea de pobreza es de 800 mil, es el caso para cuatro personas. La línea de pobreza para una persona es de 360 mil pesos”, disparó el Presidente.

“Nos sacaron el derecho al disfrute”

Quienes deben complementar sus ingresos con otros trabajos no sólo no tienen dinero. Tampoco tienen tiempo, lo que impacta en la crianza, según explicó Pietropablo. “Hay algo que me pasa, y que le debe pasar a un montón de padres: no puedo dejar de decirle que ‘no’ a mi hija. Tengo que salir y le digo que no, porque si no, le tengo que comprar cosas. Soy una máquina de decirle que no, y eso me molesta”.

No se trata sólo de salarios bajos, sino también de la ausencia de actividades de disfrute y goce. “No tenés derecho a hacer salidas, ir al cine, conocer lugares nuevos. Me da bronca hacer de mi tiempo libre otro trabajo, pero no se puede sostener. Te sacaron el derecho al disfrute de cualquier cosa”, dijo con angustia.

La situación no discrimina jerarquías, golpea a todos por igual. “No te hablo sólo de los no profesionales: las médicas venden cacerolas”, contó, como aquel famoso ingeniero que manejaba un taxi en pleno gobierno de Carlos Menem.

Y dio un ejemplo que grafica a la perfección el reclamo de los trabajadores: “Una médica me dijo que tiene una amiga que trabaja en el sector privado y hace guardia una vez por semana. Le pagan lo mismo que a ella, que hace guardia de 24 horas y trabaja toda la semana”.

Pese a todo esto, Verónica elige seguir. Está convencida de que lo que hace, importa. Algo que el Gobierno parece no ver de ninguna manera. “Yo creo en el rol social del hospital, y me gusta mi trabajo. Creo en lo que hacemos. Porque cuando un médico que trabaja conmigo logra algo, parte de su trabajo también dependió de lo que hice yo”, dijo.

(P12)

Comentarios
 
ACLARACIÓN: No se publicarán insultos, agravios, ni cualquier otro texto con términos injuriosos.
Tampoco se publicarán comentarios con mayúscula fija.
No observar estas condiciones obligará a la eliminación automática de los mensajes.
 
 26/06/2025 | 11:56 Hs
Enviado por Palito
Es vergonzoso el maltrato que sufre el personal de los hospitales desde hace años, y no sólo en Buenos Aires, sino en todo el pais. De nada sirvieron los aplausos en pandemia, siguieron sufriendo violencia, presiones y sueldos magros. Acá en La Pampa no fue muy diferente, contamos con un hospital nuevo, pero casi no hay especialistas, no se ven residentes, acá en Pico es dificil que las clinicas tenga medico de guardia, y muchos médicos se van porque los contratos son bajos en sueldo y muy precarios... vale la pena valorar y agradecer a los que nos atienden, duele escuchar sus penurias
 
Escriba su comentario



Diseño y diagramación: A P