A cuatro años de aquella noche en la que los médicos confirmaron que el menor había fallecido, el país todavía reclama justicia y sus familiares piden que se cumpla la Ley Lucio -que establece, entre otros puntos, una capacitación para los trabajadores de los tres poderes del Estado, con el fin de prevenir y detectar situaciones de violencia- en todos los ámbitos.

Su padre, Christian Dupuy, dejó un sentido mensaje en las redes sociales. “Cuatro años sin tu presencia física, mi chiquito… lo que daría por un abrazo. Aún sigo sin creer todo lo que pasó, aún el dolor sigue permanente y sin posible cura. Hoy imagino lo grande y hermoso que estarías, pero ya no estás y solo queda imaginarlo en mis sueños. Sigo amándote con fuerza y aún más fuerza como el día en que naciste y te cargué en mis brazos con tanta delicadeza y miedos. Sigo amándote hoy y siempre. Te amo, hijo. Te amo”, escribió.

El niño, de cinco años, fue asesinado en la tarde del 26 de noviembre de 2021, en un departamento de la calle Allan Kardec al 2300, en Santa Rosa. Vivía con su madre, Magdalena Espósito Valenti, y la novia de esta, Abigail Páez.

El niño fue llevado por Páez, el viernes 26 de noviembre por la noche, convulsionando, a la posta sanitaria del barrio Atuel. En ese momento, la madre de Lucio estaba trabajando como moza en un hotel.

Posteriormente, Lucio fue trasladado por una vecina, en su vehículo, al Hospital Evita, ya sin signos vitales, donde se constató su fallecimiento.

La autopsia reveló el horror que sufrió Lucio: presentaba lesiones múltiples, entre ellas golpes, mordeduras y quemaduras de cigarrillo en zonas íntimas.

Además, el niño fue víctima de abusos sexuales de reciente y antigua data y sufrió politraumatismos por golpes que le provocaron la muerte.

Ambas mujeres fueron sometidas a juicio. El 17 de febrero de 2023, la Audiencia de Juicio de Santa Rosa, compuesta por los jueces Alejandra Ongaro, Daniel Sáez Zamora y Andrés Olié, condenó a Espósito Valenti y Páez a prisión perpetua.

En el primer caso, por ser autora material y penalmente responsable del delito de homicidio triplemente calificado por el vínculo, la alevosía y el ensañamiento.

En el segundo, por ser autora material y penalmente responsable del delito de homicidio doblemente calificado por alevosía y ensañamiento, y culpable, además, de abuso sexual con acceso carnal, agravado por ser la guardadora y porque la víctima era menor de 18 años.

El 26 de septiembre de ese año, el Tribunal de Impugnación Penal de La Pampa confirmó las condenas y le agregó a la madre el delito de abuso sexual.

Luego, el Superior Tribunal de Justicia y la Corte Suprema de Justicia de la Nación ratificaron lo resuelto por el TIP.

Actualmente, las dos condenadas permanecen presas: una en un penal de San Luis y la otra en una cárcel de Mendoza.

(DiarioTextual)