Cándano fue, junto al recordado Joaquín Rodríguez padre, uno de los reporteros gráficos del ya mítico y desaparecido diario piquense “Primera Hora”, trabajo que lo llevó a instalar más tarde una casa de fotografía desde la que se dedicó al rubro de las sociales durante más de 30 años.

Hace 3 años, a sus 78, Pilo Cándano repasó algunos retazos de su vida para MaracóDigital y recordó que fue fotógrafo pese a que su ideal de pequeño fue estudiar ingeniería.

“Si por algo estoy contento yo en la vida es por no ser especialista en nada, porque pude hacer de todo”, se ufanó entonces este piquense conocido también por su devoción por el club Costa Brava.

En 1958 fue radiotelegrafista en la Antártida, adonde viajó dos veces con la Marina Argentina, lo que le permitió elaborar un completo trabajo de fotografías de esa cruda geografía del suelo nacional, que atesoró hasta su muerte y que salvó de la humedad que le echó a perder la mayoría de su archivo personal años atrás.

“Cada vez que veo a alguno desesperado por el dinero… no lo aguanto. Cambio dinero por conocimiento –relató en aquella nota realizada por Yamila Juan-. A un tipo que nunca quise fue a Stradivarius… egoísta… se murió sin dar a conocer cómo construía los violines… ¿Tan miserable puede ser uno como para tener miedo a que otro haga algo igual o lo supere?”, se preguntó Cándano, definiéndose al mismo tiempo.

“Saramago cuenta que su abuelo era analfabeto, sin embargo, él llegó a Premio Nobel de Literatura. Eso es lo que vale: ir elevando el caudal intelectual de la gente. Y acá en la Argentina, tenemos este gobierno porque es la medida que da el pueblo argentino en moral, intelecto y todo lo demás… Mayoría quiere decir más, pero no mejor”, sentenció por aquellos días.

El velatorio de Mario Ulises Cándano se efectúa en la Sala 3 de Corpico, en calle 129 esquina 18 y sus exequias se cumplirán este viernes a las 10,30 horas en el Cementerio Municipal de General Pico.