A medida que crecen los loteos y la construcción en General Pico, el plano de la ciudad se debe ir modificando. El arquitecto Marcelo Torres, al frente de la Dirección de Planeamiento y Catastro, detalló cuáles son los trámites que ingresaron este 2016 a la cartera municipal.
“Desde el comienzo del año, ingresaron 78 mil metros cuadrados de suelo urbanizable, 23 planos de mensura, 37 certificados de deslinde y amojonamiento, además de 10 loteos pendientes”, enumeró el funcionario municipal.
“A medida que crecen los loteos y la construcción en General Pico, el plano de la ciudad se debe ir modificando. Planificar, regular y supervisar el crecimiento físico de la ciudad es función intrínseca de la Dirección de Planeamiento y Catastro”, agregó el arquitecto.
La Dirección de Catastro es la encargada de emitir las autorizaciones para instalaciones de actividades en usos permitidos, condicionados o no admitidos, y tiene la responsabilidad de hacer cumplir el plano urbano además de llevar el registro gráfico de sus modificaciones. También asesora a los profesionales de la construcción para dinamizar los trámites.
“La trasformación de suelo rural en urbano no es algo tan simple. Se debe hacer el trazado geométrico con la disposición de los requerimientos mínimos de ancho y superficie. Junto al ancho de calle, se debe evaluar el servicio básico de infraestructura y se verifica para luego dar curso a la mensura. Todo esto se hace en el municipio, mientras que para finalizar el trámite debe pasar a la Dirección General de Catastro de la provincia, donde se verifica y se hace el registro de la propiedad inmueble”, informó Marcelo Torres.
“La construcción avanza hacia donde estén las mejores condiciones, por ejemplo donde haya agua buena, eso es básico, además de los otros servicios que los loteadores tienen que prestar”, concluyó el responsable de la Secretaría de Planificación y Gestión Urbana.