Soy un ciudadano que visita a sus seres queridos en el Cementerio y he podido observar el estado de limpieza y prolijidad que posee el mismo en este último tiempo.

Hace poco tiempo también en el peor momentos que puede atravesar una persona como es la pérdida de un ser querido, nosotros nos hemos topado en la función pública con ella, una persona digna de respeto y admiración por el trabajo que desempeña, una persona humilde, humana y con una inteligencia emocional pocas veces vista.

En los tiempos que vivimos hoy por hoy donde la vorágine de la vida, te hace vivir sumergido en el odio y él no te metas, en los peores momentos podes encontrar una persona como esta que sin mirar a quien extiende su mano y con una palmada intenta mitigar tu dolor, y también hoy por hoy que la crítica y el mirar para otro lado está a flor de piel, la palabra Gracias debe surgir como el antibiótico ante esta infección que vivimos.

No todos los funcionarios son incompetentes, delincuentes, ni están por ser amigo de... Hay personas como María que está colocada en un lugar estratégico porque se merecen que estén allí, porque justamente son funcionarios que funcionan.

Muchos de vuestros lectores podrán decir: para eso se le paga el sueldo. Es verdad, también se les paga a los otros, a los que están para calentar las sillas, a los que cuando tenés que hacer un reclamo pasas por cuatro personas distintas, hasta llegar al que te atiende que muchas veces no lo hace porque está viendo un  libro de cosméticos y sin embargo nadie hace nada por ello, por eso cuando una persona no se suma a esa corriente y trabaja desde el interés humano por el otro y la ciudad es que hay que destacarlo y decir: NO SON TODOS IGUALES.

Y los invito a todos los piquense a hacer lo propio, criticar y denunciar lo que no se correcto, pero también a ver la otra parte, el vaso medio lleno y usar una maravillosa palabra que hoy se usa tan poco: Gracias. Gracias por salir de tu oficina y recorrer el predio para ver en qué condiciones esta ya que muchas veces te he visto hacerlo, gracias por no faltar ni un día, gracias por estar siempre, sea la hora que sea mañana, siesta o tarde estas ahí, gracias por ser tan apasionada por lo que haces, y gracias por tener la empatía por el prójimo que tenés.

Hago esta nota para que todos vean que si se quiere trabajar honestamente y apasionadamente por el otro y por un General Pico mejor se puede hacer, en nombre mío y de mi mamá, te agradecemos tu responsabilidad, sencillez, humanidad y respeto en nuestro peor momento.

Mirko A. Gorra Vega