Los imputados de este nuevo crimen son Hernán Murray -quien tiene numerosas condenas, entre ellas por asesinato, venta de droga y por abusos sexuales a una nena- y Emanuel Santillán -quien se encuentra detenido, aún sin juicio y condena, por el crimen de Aldo “El Chueco” Fuentes-.

Sospechan que fue degollado con “armas tumberas”: secuestraron “elementos cortantes”: aunque no hay confirmación oficial, serían una pequeña chapa y un cepillo de dientes que fue afilado.

La fiscal Cecilia Martiní fue la que informó al juez de qué se los acusa. “Le aplicaron cortes profundos, sobre todo en el cuello. Fue un hecho con ensañamiento”, dijo. “Fue premeditado y con ensañamiento”.

“Ambos, tanto Santillán como Murray, infligieron a Pérez golpes en diferentes partes del cuerpo y asimismo heridas cortantes en la zona de los brazos y el cuello, que le provocaron un shock y le ocasionó el deceso”, dijo.

“Estas heridas no son solo heridas cortantes, sino de mucha profundidad en la zona del cuello, circunstancia por las cuales se estima que esto ha sido cometido con ensañamiento y encuadro este hecho como homicidio calificado y a su vez es un homicidio doblemente calificado, con ensañamiento y con el concurso premeditado de dos o más personas, según lo que prevé el artículo 80 inciso 6, del Código Penal, en relación al artículo 79 del Código Penal”, afirmó.

Pidió el dictado de prisión preventiva hasta que avance la investigación. El magistrado accedió. Es que Murray, con condena firme, estaba por pedir las salidas transitorias. Y Santillán, en caso de que eventualmente cambie su situación procesal por el otro crimen en el que ya tiene preventiva, podría quedar libre.

Los dos ayer declararon en indagatoria. Murray declaró que estaba dormido y que cuando despertó encontró al compañero de celda muerto, dijo la fiscal.

A su vez, Santillán también declaró que estaba dormido, porque había tomado pastillas, pero apuntó a Murray porque había tenido actitudes “hostiles” con la víctima como blanco.

Hernán Murray -defendido por Guillermo Barreto- ya cumplió una condena por un brutal crimen en 1999 a Claudio “El Conejo” Giménez, en la capital provincial. Lo mató con un criquet de un auto. Hace un tiempo se mostró como el referente de un sindicato de presos en la Colonia Penal de Santa Rosa. Actualmente está detenido por una causa de abuso sexual a una nena de 13 años. También este lunes afrontó una audiencia de formalización por un abuso sexual a otro preso en Catriló.

El otro acusado es Emanuel “El Mono” Santillán -defendido por Martín Ongaro-. Está detenido por el asesinato de Aldo “El Chueco” Fuentes, en febrero de este año, en Santa Rosa. A Fuentes lo mataron a golpes, mientras dormía, para robarle una moto.

Pérez estaba detenido desde el jueves 6, acusado de haber asesinado a su novia. Primero fue alojado en la Brigada de Investigaciones. El viernes a la noche fue trasladado a la Alcaidía de Santa Rosa. Allí pasó la noche en una celda, con Murray y Santillán. No tuvo inconvenientes.
 
El sábado a la mañana fue llevado al pabellón del ala Este de la prisión. Pero allí fue golpeado y decidieron trasladarlo al segundo pabellón, el del ala Oeste, donde hay acusados de abusos y por violencia de género. Allí, el sábado a la tarde, también fue golpeado y lo trasladaron al Hospital Molas, para curarlo de las heridas. Por la tarde del sábado lo regresaron a la alcaidía. Fue trasladado a la celda donde se encontraban Santillán y Murray -también apartados del resto de los detenidos-. Fue asesinado en la mañana del domingo.

El crimen entre las 8.30 -a esa hora pasó un guardia y se encontraba en buen estado- y las 10.15 horas -cuando personal penitenciario lo vio muerto-.
 

(DiarioTextual)