Marcando un hecho sin precedentes en la historia piquense, Fernanda Alonso se transformó en la primera intendenta de la ciudad. Tras una extensa campaña y posterior período de transición, en la mañana de hoy juró como la nueva jefa comunal que estará al frente del municipio local.
Tras el acto, se refirió a la gestión que comenzó el día de hoy, para explicar cuáles serán los primeros pasos: "Vamos a hacer un análisis profundo de lo que es el estado económico del municipio y cómo estamos para pagar los sueldos y aguinaldo. Estamos esperando esta cláusula gatillo que va a ser importante en el impacto que va a tener en las arcas municipales y el bolsillo de la gente. Aguardamos también la reacción de este Gobierno Nacional, viendo qué políticas públicas podrán afectarnos desde lo impositivo para atenuar el impacto de la crisis".
Aseguró, además, que se ocuparán del armado del presupuesto para el año próximo afirmando que "cada una de las áreas de la órbita municipal, tiene acciones previstas que serán comunicadas dentro de los primeros cien días de trabajo".
Consultada por la conformación del organigrama, manifestó: "El que tenía el intendente saliente contaba con 67 ravioles. Nosotros presentamos uno con 56 y hemos puesto en funciones al día de hoy a 48 personas", indicó.
Alonso comunicó cuáles serán lineamientos de cara a los cuatro años de trabajo por venir: "Mi pretensión es que que cada funcionario que ha sido convocado sea de tiempo completo porque yo le he dedicado la vida a la política. Por eso agradecí puntualmente a mi familia, porque sin ellos esto no hubiera sido posible. Le he quitado mucho tiempo y ellos están dispuestos a seguir acompañándome. Para mí, siempre hubo trabajo y compromiso, para eso me pagan el sueldo, para conducir un equipo que tiene que trabajar y hacer trabajar a todos los empleados municipales. Ése es el sentido que le quiero dar. Lo saben de antemano y tuvieron hasta ayer para arrepentirse", sentenció.