Muchas veces me ha pasado en conversaciones con otros comprovincianos que cuando decía “quisiera conocer Gobernador Duval” me preguntaban: “Y eso dónde es?”.

Afortunadamente el año pasado tuve la oportunidad de llegar hasta allí, en ocasión de “La Feria del Libro” y, entonces, volví con ganas de mostrarle a quienes no lo conocen, este pequeño pero hermoso lugar de La Pampa.

Está ubicado a orillas de nuestro Río Colorado, justamente es su cauce el que marca el límite entre nuestra provincia y Río Negro.

Su crecimiento en los últimos años ha sido muy importante, solo teniendo en cuenta que en el censo de 2010 había 413 habitantes y hoy ya son casi 700, por si sola la cifra demuestra que ha tomado un gran impulso a pesar de –como dice su propio intendente- “estar bastante aislados” del resto de la provincia.

La razón es que las vías de comunicación con el poblado son malas. Desde hace 30 años los duvaleños le reclaman al Estado Nacional la reparación de los 70 kms. de la Ruta Nacional 232 que los une con Puelches. En 2017 Vialidad Nacional licitó la mitad del tramo pero lamentablemente aún ni siquiera han comenzado las obras por esa mitad de recorrido.

Es decir que las mejores vías de comunicación las tienen con Río Negro, teniendo a solo 90 kms la ciudad de Villa Regina con ruta impecable y un poco más allá General Roca.

A pesar de todo, y a la espera de una pronta solución por parte de Vialidad Nacional, el pueblo avanza gracias al entusiasmo de su gente.

Desde el año 2005 se puso en marcha una iniciativa para aprovechar ese gran curso de agua del Colorado que rodea al pueblo, creando lo que se llama “Fincas de Duval”, una chacra experimental de 42 hectáreas que produce ciruelas, cerezas, almendros, nogales, avellanos, olivos, sandías, tomates, ajos, cebollas, zanahorias, ajíes, berenjenas, frambuesas y uvas con las que producen el cada vez más buscado vino “Lejanía”.

El pueblito es muy pintoresco, de absoluta tranquilidad y con instalaciones a la vera del río como para pasar un buen fin de semana en la temporada verano.

Son cada vez más los interesados en construir cabañas debido a que, de a poco, Gobernador Duval comienza a sonar como un lugar elegido para el esparcimiento y desconexión total.

Es común ver a sus pobladores y eventuales turistas, sentados en los tapiales del edificio municipal para lograr la ansiada conexión al wifi, un adelanto que no hace tanto llego al pueblo. Solo el Municipio y la comisaría –por ahora- cuentan con internet.

Quien vaya por primera vez seguramente le pasará lo que a mí: cuando pasamos Puelches, comienzan unos 90 kilómetros de camino que, a velocidad moderada puede recorrerse sin ningún problema, en medio de un entorno casi desértico. En un momento te preguntas: “Adónde voy?”

La sorpresa surge cuando faltan unos 5 kilómetros para llegar a la comarca: de la geografía casi desértica pasamos al intenso verde que nos da el Colorado, entre relieves amesetados, que convierten a Gobernador Duval en una pequeña perlita aislada pero en constante crecimiento, con algo que por sí solo significa vida: el río.

Gerardo Alainez

Productor Audiovisual