Puerto Vallarta nos esperaba con más calor, aguas transparentes y unos días en familia con amigos del alma que vinieron a visitarnos directamente desde Argentina. Es una ciudad muy hermosa, que tiene la parte moderna por un lado y la antigua por el otro, esta es la que más nos gustó! Paseamos por las callecitas angostas, visitamos iglesias antiguas y caminamos por el malecón al atardecer.

Vallarta tiene también playas paradisiacas y solitarias a las que solo se llega por barco. Son de arena blanca, agua cristalina y calentita, con grandes olas. Es un buen punto para pasar unos días en medio de la naturaleza o disfrutar de la locura de una gran ciudad.

Desde ahí tomamos la ruta que nos llevó durante varios días de calor insoportable y kilómetros de desierto hasta la ciudad de Tijuana, este lugar que al llegar fue totalmente opuesto a lo que imagine. Llegamos de noche, con un tránsito denso. Ahí nos esperaban una pareja de amigos que nos invitaron a su casa, cerca de la playa. Visitamos el muro que divide México con Estados Unidos, se eriza la piel cuando apenas se ve. No se puede creer verlo entrar en el mar y todos los sueños quebrados que quedan a su alrededor, y todas las vidas que se perdieron en el intento por cruzarlo.

Tijuana, la ciudad ubicada más al oeste de toda Latinoamérica. En ese rinconcito de México donde su lema es: Acá comienza la patria!

Welcome to Tijuana! Gracias por acompañarnos!!!

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