La gobernadora María Eugenia Vidal, quien había estado en silencio durante toda la noche de ayer tras la dura derrota por más de 17 puntos que le propinó Axel Kicillof en las PASO, afirmó que los resultados que arrojaron las urnas representan “un mensaje de los bonaerenses”, pero al mismo tiempo evitó hacer una autocrítica profunda y pidió “más horas para reflexionar".
Vestida de negro y notablemente cansada, la gobernadora intentó borrar los gestos de pesar que se vieron anoche en el búnker de Costa Salguero. Buscó minimizar la derrota alegando que las cifras que arrojó ayer el escrutinio sólo midieron “una definición de candidaturas, no de candidatos”.
“Los que no nos eligieron ayer nos dieron un mensaje. Siempre digo que cuando uno gana una elección no la gana uno sino lo que representa y no es un cheque en blanco. Cuando se pierde sí las pierde uno y tiene que estar para escuchar ese mensaje, lo que dicen las urnas”, manifestó la gobernadora desde la Casa de la Provincia.
Una de las palabras que intentó instalar Vidal y repitió hasta el cansancio fue el verbo “escuchar”, el que usó en todas las conjugaciones posibles. “A los que no nos eligieron quiero decirles que vamos a seguir escuchando en este camino que nos queda por recorrer hasta octubre”, señaló una de las primeras veces en las que usó el latiguillo.
“Reconocer errores no es una debilidad, es una fortaleza. Los que gobernamos no somos infalibles, podemos equivocarnos”, agregó luego ante la posibilidad de que su sueño de la reelección haya quedado sepultado por Kicillof, candidato a gobernador del Frente de Todos que encabezan Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner a nivel nacional.
(Página 12)