Lo hiciste en silencio y con la humildad que siempre caracterizó tu vida.
Para los tiempos quedaron tus palabras, enseñanzas, convicciones y la concepción que tenías de la política y los políticos, pero por sobre todas ellas nos dejaste la DEMOCRACIA para que, en LIBERTAD y PAZ, sin ODIOS, RESENTIMIENTOS o RENCORES en un diálogo abierto, franco, transparente encontráramos el camino de crecimiento y bienestar que merecemos como CIUDADANOS y como NACIÓN.
Como fiel seguidor de Yrigoyen te esforzaste al máximo por hacer entender a todos que la nuestra es una REPÚBLICA FEDERAL y que los DESPOSEÍDOS, en primer lugar, y todo el conjunto de la sociedad, merece recibir EDUCACIÓN y SALUD DE EXCELENCIA si queremos consolidar la Patria que heredamos de nuestros fundadores.
Te conocí en la ciudad de Santa Fe, nos presentó un amigo en común. Nos dimos cuenta que habíamos nacido el mismo mes con diferencia de pocos días. Vos tenías cuarenta y yo veinte menos. Recuerdo que nos enseñaste que la manera de combatir la dictadura de Onganía era con convicciones y no con armas y violencia como proponían otros.
¡¡¡Cuánta razón tenías!!!.-
En los ’80 nuestro amigo, Luis León, me parecía era más Yrigoyenista que vos y fundamos una línea dentro del partido. El MAY (Movimiento de Afirmación Yrigoyenista). ¿Te acordás? Te enfrentamos en una elección interna que perdimos pero al día siguiente salimos a poner el hombro y trabajar por tu candidatura, con desprendimientos, sin pelearnos para ocupar un “carguito” porque había que recuperar la DEMOCRACIA para los tiempos.
Quiero contarte que hace justo una semana atrás se conmemoró en todo el país “El Día de la Memoria por la Verdad y Justicia”, en referencia al último nefasto golpe militar que nos sumergió en la noche más sangrienta y cruel que haya vivido el país en toda su historia.
Sabes que, estoy MUY MOLESTO y TRISTE.
Soy abierto y generoso en mi forma de pensar, fue una de las lecciones que me diste, y quiero creer que tal vez fue porque “estamos en campaña”, por una cuestión de desconocimiento o juventud, por vergüenza, tal vez por temor al pasado, pero nadie, propios o ajenos, de todos los que hicieron discursos se acordó de nombrarte.
A todos ellos quisiera recordarles que desde 1975 y durante aquella dictadura vos presentabas habeas corpus por los detenidos/desaparecidos en nombre de la “Asamblea Permanente por los Derechos Humanos” (APDH), de la que fuiste su fundador. Mientras “otros” se dedicaban a hacer dinero fácil con la anuencia de los dictadores, sus socios, vos te jugabas la vida en cada presentación judicial.
Ninguno recordó la parte final de tu discurso en aquel memorable acto de campaña en la Avenida 9 de Julio de Buenos Aires, donde hablaste de los derechos de la mujer, del divorcio vincular, del juzgamiento a los militares y guerrilleros por igual. No fueron “promesas de campaña”, lo cumpliste.
Quizás algunos no quisieron nombrarte porque en contraposición a lo que vos decías aceptaban e impulsaban como eje de su campaña la “autoamnistía” para unos y otros. Esto es lo que justificó que después de un tiempo llevaron como candidatos en sus boletas electorales a personajes que intentaron golpes militares o toma de regimientos. Tal vez sienten vergüenza del que, en su nombre y representación, años más tarde decidió amnistiar a todos.
No vi, leí o escuché a nadie integrante de los movimientos feministas agradeciendo la patria potestad o el divorcio vincular, reconozco que después de muchos años lograron otros reconocimientos pero deberían saber que para hacer una casa lo primero que hay que hacer son los cimientos, esos que vos hiciste.
Ya me estoy despidiendo pero quiero hacerlo, si me lo permitís, pidiéndote que desde el lugar donde te encuentres, si es posible, trates de ILUMINAR las mentes de los CORRELIGIONARIOS que conducen nuestra UNIÓN CÍVICA RADICAL para que de una vez por todas dejen de preocuparse por intereses personales, piensen en el conjunto y entiendan que somos un partido SOCIAL DEMÓCRATA o DEMÓCRATA SOCIAL (como te decía en nuestras conversaciones) y nada nos une con los “socios” de este “engendro” de frente o alianza. Son los mismos que enfrentaste toda tu vida, solo es beneficio personal de los pocos que comparten cargos o boletas electorales en contra del conjunto de la sociedad.
Te despido, AMIGO, como siempre con un FUERTE ABRAZO y un HASTA PRONTO RAÚL ALFONSÍN.
Oscar Ricardo Ferraris
Presidente Instituto Nacional Yrigoyeneano de La Pampa
DNI N°: 7.366.603