Luego de la cuarentena que dispuso el presidente Alberto Fernández mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia, el Comité de Crisis Sanitaria piquense conformado por distintas instituciones, requirió el cierre de todos los comercios durante los días 22,23 y 24.
El gran acatamiento de los grandes y pequeños establecimientos permitió al personal policial sostener el aislamiento con una gran labor de las distintas fuerzas de seguridad. Sin embargo, tras la "normalización" de la actividad de los negocios que atendieron de 07 a 20 horas, se observó una gran cantidad de clientes agolpados en sus puertas.
Motivados por la preocupación o la prevención, muchos piquenses abarrotaron todo tipo de comercio en el que se vendía productos de primera necesidad para reabastecerse. En un supermercado céntrico se observó una ordenada fila de más de una cuadra y media, mientras que en algunas despensas y verdulerías, la espera superó los 40 minutos.
Resta preguntarse si el eficiente aislamiento de los últimos tres días no se contradice con el importante aglomeramiento observado aún hasta en horas de la tarde.