Faruello y su esposa, Hilda Gaiara, deberán presentarse el 28 de agosto próximo en el Juzgado Federal de Santa Rosa, al igual que Irene María Gonella y Elisa Campagno.
Olga Bousquet de Isaías, Alicia Dominga Rubio y Marta Raquel Irrazábal, deberán comparecer el 4 de setiembre y el 11 deberán hacerlo el abogado Osvaldo Aníbal Pascual y Ángela Esther Rodríguez.
Norma Susana Arteche y María Gloria Almada fueron citadas para el 18 de setiembre.
También están imputados Ángela Dalmacia Contreras de Brown, María Teresa Blanco y Roberto Seltzer, quienes como viven en otras jurisdicciones, deberán comparecer en los tribunales de Capital Federal y Junín, provincia de Buenos Aires.
Todos ellos han sido citados por la Justicia Federal por entenderse que existen sospechas sobre su participación en “delitos graves”, según se puede leer en el documento oficial entregado a las partes.
La causa fue tramitada por la jueza federal subrogante de Santa Rosa, María Gabriela Marrón, quien accedió a la solicitud de la fiscal federal subrogante Adriana Zapico y ordenó la comparecencia taxativa de los catorce imputados por los delitos de “Supresión del estado civil, sustracción de menores de 10 años, falsificación de documento destinado a acreditar identidad y falsedad ideológica”.
La Fiscalía Federal, ahora en manos del fiscal Leonel Gómez Barbella, indicó en la cédula de citaciones que surge “de las constancias, la probable comisión de delito, existiendo sospecha sobre la participación”, por parte de las personas mencionadas.
Tuvieron que pasar 15 años de denuncias de los hijos de madres biológicas desconocidas, hasta que la Justicia Federal diera este paso trascendente.
Como ya se informó en este sitio, el caso de la búsqueda de identidad verdadera estalló en General Pico en diciembre de 2003, con la llegada a esta ciudad de la joven Andrea Langhoff, a quien sus padres adoptivos le revelaron que no eran sus verdaderos progenitores, pero nunca quisieron o pudieron decirle a Andrea quien era su madre biológica.
Andrea entrevistó a sus padrinos piquenses –Alfredo Faruello e Hilda Gaiara-, en numerosas oportunidades, convencida de que podían ayudarla a encontrar a su madre verdadera, pero siempre de modo infructuoso.
Ahora, será la Justicia Federal la que les pregunte qué saben sobre el origen de Andrea Langhoff, quien también es bueno revelar, al cabo de estos años estudió abogacía y por estos días recibió su flamante título. Todo un ejemplo de perseverancia.