No podría comenzar a escribir estas palabras a modo de despedida, si quien dedicó su vida al canto, decidió transitarla de manera tan plena, tan derecho viejo y sin atajos.
Razones más que suficientes, por las que Juan Carlos Corso, con su voz inigualable, se recibió de cantor de tangos en cualquier escenario que pisó.
El título elegido para este recuerdo nacido del afecto y también de la tristeza, son los versos de una de las grandes obras del poeta Homero Manzi: "Tal vez será su voz".
Y porque cada letra de tango cuenta una historia, trataré de resumir la vida y la rica trayectoria artística de quien a sus 73 años el corazón le dijo basta y se detuvo guardando en su interior y para siempre el recuerdo de consagraciones y éxitos como aquella gran noche de Enero del 89, donde puso de pie a la Plaza Próspero Molina ganando el PreCosquín como vocalista masculino solista de tango.
A partir de allí los principales escenarios del género tanguero lo convocaron para demostrar por qué su voz quedaba definitivamente instalada en el quehacer de uno de los géneros musicales más difíciles de interpretar.
Fue convocado por Canal 9 y Silvio Soldán para Grandes Valor del Tango. En el año 2004 su voz fue consagratoria en el Festival de Tango de Viña del Mar, Chile, y en el 2009 cruzó el gran charco para mostrar su voz en la madre patria, España.
Con la noticia del deceso de Juanca, decidí comunicarme con gente de tango, con referentes valiosos que pudieran aportar definiciones sobre aspectos de su vida tan rica y a la vez tan afectada en los últimos años, que le impedía entonar aquellas letras apasionantes que tanto le gustaban...
Nicolás Tato Ledesma, interlocutor valioso como pocos, manifestó su profunda tristeza por lo ocurrido y coincidió acerca de lo difícil de seguir transitando la vida con las grandes dificultades que se sucedían día a día.
Se fue en su estilo decía Tato… “encaprichao” como dice el tango y con su calidez de siempre transmitió un mensaje esperanzador para seguir por el camino de la vida que nos toca vivir, saludando a la familia de Juanca y también a Tachi Gaich amigo personal y compañero de ruta durante tantos años de este cantorazo que ha partido...
En un momento de la charla con Tato recordamos con alegría aquel encuentro en Diciembre del 2021 en el Teatro Español de Santa Rosa, cuando luego del espectáculo nos reunimos todos con Juan Carlos y se generó una charla amena, emotiva y muy tanguera entre amigos que no nos veíamos desde hacía mucho tiempo.
Guardo, entre mis más caros recuerdos, un momento de ese espectáculo cuando Juan Carlos escuchó la exquisita interpretación de un tango que le gustaba y estiró su brazo para apretar mi mano visiblemente emocionado y también cuando nos reunimos por pedido de Alberto Anconetani, amigo y cantor en el departamento de Juancito Venturucci, una de las más altas guitarras de la provincia junto a Julio Ortiz.
Picada a la tabla y un buen malbec acompañaban el encuentro entre valses, tangos y milongas cuando propuse llamar a Juan Carlos para compartirlo. Su alegría fue inconmensurable ante el llamado y en su acotado modo nos agradeció casi con lágrimas y risas el haberlo hecho partícipe de aquel recordado encuentro.
Y nos despedimos con un hasta pronto, sin saber que era un Hasta Siempre Amigo....
Querido Juanca, el lugar donde descansas estará regado de flores, (Flor de Lino), con el paso del tiempo algún nido te acompañará, (Nido Gaucho), correrá algún viento pampeano (Ventarrón), y seguramente algún día en tu descanso eterno no habrá sol, (En Esta Tarde Gris)…
Estas palabras finales deberían estar escritas con Tinta Roja.
Podrá ser, raramente, que alguien que te escuche no te haya conocido y entonces dirá: Tal vez será su voz, tal vez!, Su voz no puede ser, su voz ya se apagó, tendrá que ser nomás, su propio corazón.
Hasta siempre cantorazo!!!!
Jorge Ruben Zapata