VIERNES 19 de Abril
VIERNES 19 de Abril // GENERAL PICO, LA PAMPA
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  VIERNES 20/01/2023
Ricardo Carena, sinónimo de sostener el recitado criollo contra viento y marea
Contemporáneo de Heraldo Hernández, recitador como él, Ricardo Carena defiende hoy su arte contra los molinos de viento.

Con una extensísima trayectoria, el notable recitador piquense sigue activo a sus 74 años y recibió una mención especial en el Festival Nacional de Laborde -tercero entre diecisiete participantes-.

No es fácil. Por el contrario, es muy difícil y está plagado de escollos en esta realidad “tecnotrónica” de hoy, cultivar el arte del recitado gauchesco. No lo fue nunca para Ricardo, que se ganó la vida como pintor y albañil y que nunca recibió grandes apoyos para sostener la pasión de su vida, que lo llevó infinitas veces a hacer dedo a falta de pesos en los bolsillos, para asistir a festivales fuera de la provincia.

Festivales en los que siempre fue reconocido con premios importantes, en los que cuando no ganó, siempre estuvo entre los primeros. Su realidad hoy, a los 74 años, lo encuentra viviendo solo, compartiendo horas con su hija tras perder a su hijo y a su esposa.

Su mención especial en Laborde fue una buena excusa para escucharlo narrar una parte de su historia. 

EN LABORDE

Me tocó ganar el selectivo de General Pico. Fui al Festival Nacional del Malambo de Laborde representando a La Pampa y a General Pico. Participaron diecisiete recitadores, uno mejor que otro. Un nivel tremendo. Elegían a dos para la final. Por eso la mención especial mía, porque no sabían con quién quedarse.

Decidieron por un recitador de Río Negro, muy bueno, con quien hice una amistad hermosa. El segundo fue de Misiones, si no me equivoco, y lo mío, la mención especial.

Es un festival muy grande. Un escenario que mete miedo por lo grande que es. Yo había estado en una oportunidad y nada que ver con lo que vi ahora. Mucha cantidad de gente. Comidas para degustar, artesanías. Alrededor del predio también, todo artesanías y comidas.

Un festival hermoso al que ojalá pueda volver. No como revancha, sino porque me gusta. Yo nunca me la creí, si bien tengo muchos primeros premios a nivel nacional.

-Cuántos años hace que estás recitando?

La foto de la primera vez que recité en público es en blanco y negro. Tenía entre 13 y 14 años. En una peña que estaba ubicada en 19 y 22. Ahí funcionaba la peña “El Lucero”. Ahí hice mi primera poesía. Ahora tengo 74 años.

-Se sigue cultivando el recitado a nivel nacional?

Van delegaciones de todas las provincias a ese festival. Todas llevan recitadores. En la provincia de Buenos Aires, hablando de Tapalqué, Olavarría, Tandil, Ayacucho, Mar del Plata. Hay muchas estancias y se cultiva mucho esto. Incluso estuve compitiendo en Tandil, pero era concurso. Lo organizaba una señora que tenía un programa en Argentinísima Satelital (Gladys Franchini presidenta de la peña El Cielito de Tandil). Ella organizó un concurso de recitadores, donde bajaron veintiocho recitadores de todo el país, con un nivel de aquellos.

Yo me fui a dedo porque no tenía los medios. Me traje el primer premio para General Pico. Me han pasado cosas hermosas fuera de mi provincia. Hay un dicho que dice “Nadie es profeta en su tierra”. En Baradero, para el público, siempre lo gané. El jurado, por ahí tiene otra opinión. Ahí tengo un cuarto, un tercero y un segundo puesto a nivel nacional. He ganado 3 años en la provincia de Buenos Aires toda. Fui representando a Baradero, a la provincia de Buenos Aires. Gané 3 años consecutivos un encuentro en Darregueira, provincia de Buenos Aires.

-Los poemas siguen siendo los mismos o se renuevan? Hay creaciones nuevas?

En cuanto a nuevos temas, hay personas que tienen la capacidad de escribir, yo no la tengo. Si bien tengo cosas hermosas que podría contar, pero no es lo mío.

-No te has animado.

No es lo mío. La poesía gauchesca en realidad son vivencias. Han escrito poesías que muchas son muy tristes. Por ejemplo, te digo: antes no había una 4x4, no había una ruta y se enfermaba alguien y tenían un sulky, un caballo y era hacer muchas leguas para llegar a un centro poblado donde había un doctor. Esas son todas las cosas que a mí me llegan. Porque pienso en el sufrimiento de la gente de antes, nuestros abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, que gracias a ellos hoy tenemos la tecnología que tenemos. La pasaron mal.

He visto –nadie me lo contó- abrir el surco con un arado mancera con una sola reja tirado por un caballo, vi sembrar al voleo, vi la trilladora tirada a caballo, 14 percherones. Nadie me las contó. Las vi. El sufrimiento de esa gente. En el campo, para tomar algo fresco, una damajuana envuelta en bolsas de arpillera mojada para bajarla al pozo de agua del molino. La fiambrera colgada debajo de una planta, con la carne medio abombada ya. Esas son las cosas que vi y yo rescato de los demás.

Por ahí voy a una exposición rural y los chicos ven esas tremendas máquinas hasta con aire acondicionado y piensan que siempre fue igual. Y yo tengo recuerdos de mi padre cuando andaba cosechando, que me llevaba, era un sufrimiento. Lo hacían con mucho esfuerzo. Aparte alegres siempre, porque había trabajo para mucha gente. Ahora la tecnología nos ha eliminado.

-La tecnología lo que ha eliminado también es la posibilidad de cómo escribe uno sobre eso…

Claro. Más que yo lo viví de chiquito, después me crié en el pueblo, cuando General Pico todavía no tenía asfalto, yo andaba con un atado de diarios abajo del brazo, tenía 9/10 años. A las 3, 4 de la mañana el diario Zona Norte. Tengo tantos recuerdos hermosos de esa época.

-Como recitador, tenés conciencia de cuánto se te considera en Pico? Sentís que te consideran? Tenés tu lugar?

Hubo unos años en que sí. La gente va cambiando, cierto? Se va renovando todo. Pero hubo un tiempo en que Carena estaba todos los sábados en el escenario, porque yo colaboré y lo hice con gusto. Con todo el que me precisó. Mi hijo ya me decía “Figuretti” porque estaba siempre. Me convocaban siempre, y tenía mucha, pero mucha hinchada. Incluso tuve la satisfacción de ver niños chiquitos que arrimaban la silla al escenario para ver cuando yo me iba a presentar. Bueno, todo eso fue cambiando. Se fue renovando. Gustan otras cosas. Me están dejando muy de lado, lamentablemente… al recitador gauchesco. Yo estoy luchando para que no se pierda. De hecho tengo la presentación que dice “Tirando con tuito el rollo en mi recitado como un pial, usté cuenta se va dar que mi estilo es de los criollos. Si me brindan apoyo con silencio y atención, verá la buena intención que va corriendo en mis venas, y que Ricardo Carena defiende la tradición”.

-Hay gente, jóvenes que se acerquen a pedirte una ayuda a que les enseñes, a que de alguna manera ellos puedan aprender?

No. Hubo una oportunidad en que un chico quiso que le enseñara. Pero el tema es que no se puede enseñar. Eso tiene que nacer de uno. Yo le puedo dar una explicación. Tiene que nacer. Tiene que leer un libro y ver qué le gusta y si le llegan las cosas para poder decirlas, y que salgan bien.

Yo tenía mi cuñado “Chiche” Cabral (durante muchos años gremialista de la Uocra), que recitaba. Frecuentábamos mucho Peña “El Alero”, cuando “El Alero” no tenía el edificio este. Era una vieja casona. Era un lugar hermoso, de Juana Daunes de Álvarez, que era la profesora de danzas, Curveto Luque, Margarita Rodríguez… bailaban unas zambas mortales. Ahí tuve la suerte de ver, trepado al tapial que linda con la casa de “Cachi” Castaño, a Violeta Parra. Mirá si he andado. Desde chiquito. Cabral me pasó un libro “Charqueando” de Boris Elkin, lo empecé a leer, y empecé a hacerlo en mi estilo, sin copiar el estilo de nadie, y fue la primera poesía que recité ahí en peña “El Lucero”, que fue “El overo” de Boris Elkin.

-Tendrás alguna anécdota de las buenas también.

Anécdota buena buena, fue en Tandil una. Yo me había ido a dedo. Había llevado los CD, quería volverme en micro. Había pedido a los organizadores que me dejaran medio para lo último, para ver otros recitadores. A ver cuánta carne tenía que poner en la parrilla. Cuando hice lo mío, fui anteúltimo. Lo primero que hice fue bajarme y empezar a agarrar los CD para vender, yo quería venirme en el micro. Y ya cuando andaba entre la gente, ya me habían tomado mucho cariño, me decían: “pampeano, pampeano, vos sos el ganador”. Yo lo que quería era vender los CD. Llegué al fondo del salón, donde estaba la cantina. Estaba vendiendo CDs cuando subieron a dar el fallo. Cuando me nombraron había sillas de un lado, del otro lado, un pasillo en el medio que llevaba al escenario. La gente parecía que tenía un resorte en la silla cómo se paró. Se volcaron todos al pasillo. Todos me querían abrazar, dar un beso, felicitarme… me emociono (dice con la voz entrecortada)… Chicos, chicas, gente grande, adolescentes, todos… no poder llegar al escenario, y estar solo. No poder festejar. Un nudo en la garganta tremendo.

El premio consistía en una actuación en “Argentinísima Satelital” en el programa “El puesto de Carmen”. Lamentablemente no pude volver, porque salía de Ayacucho. No pude volver porque no tenía los medios. Pero a Pico me volví en colectivo. Gracias a Dios me volví en colectivo.

Otra fue en Baradero. Yo había actuado el día sábado. Había tenido un segundo puesto. Me fui al comedor al otro día, un comedor grande. La mayoría de los comensales que estaban ahí eran los participantes y gente común del pueblo. Abro la puerta y viste que se abre una puerta y te das vuelta para ver quién entra… y de un rincón empezaron a aplaudir y miraron los demás, y aplaudían todos. Yo estaba parado en la puerta, miro hacia un costado, no había nadie, miro al otro costado, no había nadie. Me doy vuelta, miro atrás, a ver quién hay atrás, no había nadie. Era a mí. Era a mí que me estaban aplaudiendo.

Cuando me senté a la mesa venían a felicitarme y a comprarme el material. Esas son las cosas hermosas que te pasan. Salí de ahí y venía cruzando la plaza, donde estaban todos los artesanos, y me paraban para pedirme autógrafos. El negro no sabe ni escribir y andaba firmando autógrafos… son anécdotas bonitas.

También me pasó en Puan. Cuando obtuve el Primer premio para representar a provincia de Buenos Aires, después que terminó el festival, en un teatro era. No me dejaban llegar a la salida.

En esa oportunidad, otra anécdota… también había ido solo, sin músico. Me presentaron a un músico, un profesor de guitarra de Tres Arroyos, Jorge Troiano. Hicimos unos tiritos en el camarín, un músico tremendo, grosso. Hicimos un primer premio con él. A los 2 ó 3 años nos volvimos a encontrar, y me dice: “Ricardo, yo quiero grabar un material con vos”, pero tendrías que ir a Tres Arroyos. Lo hice, fui a Tres Arroyos, grabamos un disco totalmente improvisado. Yo le recitaba un poquito y él le sacaba la música. Grabé algunas poesías hasta leyendo, como no las tenía en la mente, hasta leyendo. Totalmente improvisado. Que fue lo que presenté acá en la Sociedad Española, cuando le hice el homenaje al hijo. Gracias a Dios una peña hermosa. Entre unas 1200/1300 personas. No cabía un alfiler dentro. Mi señora había hecho mil empanadas. A las 12 y media de la noche no teníamos más empanadas. Me decían que estaba loco porque había encargado 40 Kgs. de chorizo… sobraron 8 chorizos. Una noche hermosa. Una satisfacción tremenda. Yo había traído un –porque mi señora era chilena, nacida bajo la carpa del circo, contorsionista, trapecista-, entonces traje un ballet, no directamente de Chile, sino de Río Negro, un ballet de gente chilena, que gustó muchísimo acá en Pico. Son las cosas lindas que me han pasado en la vida. Satisfacciones.

Y esto, después de haber perdido al hijo, lamentablemente, un bailarín de aquellos, hermoso, estudioso, Darío. Ahora perder a mi señora también, esto me saca un poco de los pensamientos, de la soledad, porque estoy muy solo.

Esta semana, que fuimos con Lucas Quintero, que fue el delegado de La Pampa, y la pasamos re bien. Nos hemos divertido con Lucas hablando, riéndonos. Teníamos un polideportivo a disposición, pileta, parrilla, donde comimos un asado con toda la delegación de la provincia de La Pampa.

-Ahora hay otra vez como peñas o pequeños bares que están volviendo a lo folklórico. Has ido a alguna? Te han convocado alguna de ellas?

Sí, estoy yendo mucho a Monte Nievas, a “La cueva del peludo”. He estado recitando, ha estado mi hija cantando también. Un lugar muy lindo, muy recomendable. Toda gente buena. Asado. Hay que llevarse la bebida, lo que uno va a tomar. Después pagar la comida. Un lugar muy lindo, muy familiar. Ahí estoy hasta bailando folklore.

Ricardo concluye el diálogo con un especial agradecimiento para los guitarristas que lo han acompañado. Felipe Cisneros, con quien se ha presentado en numerosas oportunidades y Silvina Larroque, -quien junto a Micaela Fontanillo ganaron el segundo premio en dúo folklórico-, que lo acompañó en Laborde.

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 20/01/2023 | 20:04 Hs
Enviado por Alicia
Qué hermoso relato de este artista tan talentoso de nuestra ciudad. Tal como él mismo dice, y reconoce con tamaña altura "Nadie es profeta en su tierra". Un grande Ricardo!!! Mi aplauso y mis respetos a un grande de verdad, en estos tiempos de egos desmesurados. La humildad lo engrandece. Ojalá en algún momento, Cultura de la ciudad y de la provincia de La Pampa, le reconozcan su inmensa trayectoria, pero por sobre todo, que lo convoquen cada vez más. Su lugar es en un escenario!!! Y en General Pico se promociona cada vez más a los artistas en los escenarios barriales y del centro mismo. Hermoso sería ver y escuchar a Ricardo Carena en nuestra ciudad, en su ciudad, no?? Teléfono para Cultura
 
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