Cumpliendo un aniversario del natalicio de Enrique Pichón Rivirère, 25 de junio: (1907-1977), padre de la Psicología Social, y gestor de la lectura de la realidad psico-social, retomo los últimos acontecimientos para acercarme a una breve crítica de lo acontecido los últimos días.
La Psicología Social es una multiciencia, que pone en tensión lo sucedido en la sociedad y el impacto sobre el individuo. Según este concepto, no podemos ignorar que vivimos atravesados por procesos de lucha que se manifiestan en nuestras provincias, y que se presentan como expresiones vivas que buscan salidas colectivas, una respuesta valiente ante las injusticias y las desigualdades que persisten. Impactando esto en los ciudadanos y las redes sociales, con opiniones, emociones encontradas y contradictorias.
Los sectores de poder que se quieren adueñar de nuestras riquezas, como la tierra, agua, las vías navegables, recursos energéticos y el litio, lo sucedido en la Provincia de Jujuy, nos insta a reflexionar sobre la profunda interconexión entre los tres pilares que nos convocan a cuestionar.
Estos tres pilares de reflexión no están aislados, están entrelazados en nuestra realidad, y se expresan en el entramado social complejo donde hay que intervenir. Desmantelados de su dignidad, las y los detenidos son asistidos por Psicólogos Sociales en las calles, en el territorio. Paralelamente, sectores del Gobierno se han llamado al silencio, y fuerzas políticas no oficialistas han apoyado esta barbarie.
El estallido social que ha sacudido las calles de esa provincia en los últimos 15 días, partiendo inicialmente de las demandas salariales de los docentes en Jujuy, transformándose en un reclamo más amplio, se resume en el rechazo a una constitución aprobada en la oscuridad y sin debate genuino. Nos lleva a un pasado que no queremos repetir. Pareciera ser parte de una crisis de representatividad que no se ha logrado cerrar desde el 2001.
Para abordar los desafíos que enfrentamos en estos tiempos inciertos, la unidad y la organización de diversos grupos de la sociedad crecen para enfrentar el ajuste, la entrega y la represión, tal como lo demuestra el pueblo jujeño frente a las políticas reaccionarias de su gobernador, Morales.
Las luchas que emergen en las calles abren paso hacia la unión del movimiento obrero: los trabajadores activos, los desempleados y precarizados, y los jubilados. Estos últimos y los planes sociales, se ven superados en la carrera contra la inflación.
En respuesta a esto crecen movimientos exigiendo que se declare la emergencia nacional en violencia contra las mujeres, los Psicólogos Sociales nucleados en appSa. (Asociacion de profesionales de la Psicología Social Argentina), Corriente Pichoniana, afirmamos rotundamente que no puede haber “ni una menos” sin la declaración de dicha emergencia.
Este proceso de lucha, que reclama no sólo por Cecilia en el Chaco, sino por el crecimiento de la violencia hacia las mujeres, hemos presenciado cinco femicidios en un lapso de 43 días: Es urgente proclamar la Declaración de Emergencia en Violencia contra las Mujeres, y destinar presupuesto para abordar este flagelo.
Los hilos de la incertidumbre y el proyecto se configuran en una contradicción; el espíritu de lucha y resistencia aporta a la esperanza.
“Los Psicólogos Sociales deseamos que poder compartir nuestras ideas y anhelemos una sociedad donde sea posible el pleno desarrollo humano”.
¡¡Hasta pronto!!