El juez Carlos Flores, integrante del Tribunal de Impugnación Penal (TIP), renunció al cargo y se jubilará. Según el decreto 1193 firmado por el gobernador Carlos Verna, dejará de ser funcionario público el 1° de junio.

Flores es un magistrado de dilatada y reconocida trayectoria en la Justicia pampeana. Fue, por años, juez de primera instancia y se caracterizó por su trabajo y honestidad: encabezó varias investigaciones por casos de corrupción de funcionarios de los gobiernos provinciales de los ’90.

Fue ascendido al TIP en el Gobierno de Oscar Jorge. Su carrera, sin embargo, se vio seriamente empañada por un fallo firmado hace siete años y medio, que desembocó en el asesinato de la joven piquense Carla Figueroa, según consignó Diario Textual.

El 14 de mayo de 2011, Carla fue violada por su expareja Marcelo Tomaselli en General Pico. Este fue detenido y procesado por violación con amenaza de muerte: el ataque sexual lo concretó mientras la amenazó con un cuchillo. Pero en septiembre del mismo año, Carla Figueroa accedió a pedir un “avenimiento” o “reconciliación” junto a Tomaselli. Esa figura de “avenimiento” significa el perdón de una víctima de abuso sexual a su agresor.

El pedido fue rechazado por la Cámara en lo Criminal de Pico. Pero el Tribunal de Impugnación Penal se lo otorgó, con el voto de Carlos Flores y Gustavo Jensen.

El juez Flores, al fallar, dijo que la solicitud de Carla era “real y sincera” y que el acuerdo alcanzado era el modo más equitativo de armonizar el conflicto, no solamente en resguardo del interés de la víctima, sino también del hijo de ambos. Así, la pareja se casó en la cárcel. Tomaselli quedó en libertad y siete días más tarde, en General Pico, la mató de quince puñaladas delante del hijo de ambos. La historia volvía a repetirse: Carla, cuando era bebé, también había presenciado cómo su padre mataba a su mamá Cristina.

El asesinato repercutió en todo el país. Hasta el entonces juez de la Corte Suprema de la Nación, Eugenio Zaffaroni, declaró que la figura de avenimiento era “una pieza arqueológica” en el país.

Hubo numerosas manifestaciones en Pico, Santa Rosa y otras ciudades del país. Frente a las insistentes denuncias de fuerzas sociales y políticas de que se trataba de una violación a la ley de protección integral contra la violencia de género, la figura decidió eliminarse del Código Penal.

Flores y Jensen fueron denunciados por mal desempeño en sus funciones, entre otros cargos. Jensen renunció para evitar el juicio político. Flores, en tanto, decidió enfrentar el jury. Fue suspendido hasta que se expidieran los jurados.

Finalmente, luego de extensas jornadas, se conoció el veredicto: podía seguir en el cargo. El Jurado de Enjuiciamiento consideró en forma mayoritaria -por 4 a 1- que si bien Flores actuó en forma negligente en el Caso Carla, “no hubo mal desempeño reiterado” en su cargo. Es decir, los integrantes del jury dijeron que esa decisión, negligente y gravísima, fue aislada, por lo que no estaban dadas las condiciones para la destitución.

Flores, de esa manera, pudo volver al cargo en el TIP. Su último día de trabajo en la Justicia provincial será el 30 de mayo.