La propietaria del instituto de formación docente, Fesemac, denunció en diciembre pasado el faltante de una suma de dinero que ascendía a 1.372.000 que habían sido guardados en una caja de cartón. La investigación se llevó a cabo con precisión para detectar rápidamente a los autores del hecho.

Karen Miranda, por entonces empleada del lugar y Joel Bertaina, fueron los autores del hecho y lo ratificaron poco después ante las autoridades judiciales. 

En el mes de abril, ambos fueron condenados. En el caso del hombre la sentencia fue de un año de prisión de cumplimiento efectivo y es por ello que se le revocó una pena condicional unificándose la misma en tres años.  La mujer fue considerada “coautora de hurto simple” y condenada a seis meses de prisión efectiva.

Tras permanecer bajo el régimen de libertad asistida, Miranda cumplió con la condena impuesta en tanto que su cómplice continuaría privado de la libertad. Ello fue hasta el presente día, puesto que su defensor, Alejandro Piñeiro solicitó el beneficio de la libertad condicional para su pupilo teniendo en cuenta que se cumplieron los plazos para poder requerirlo.

Por disposición del juez Mauricio Pascual, dicho requerimiento fue efectivizado luego que el imputado acepte continuar con un tratamiento psicológico.