Con la presencia del viceintendente Alberto Campo, la Municipalidad de General Pico, en conjunto con la Secretaría de la Mujer, Géneros y Diversidad de La Pampa, concretó la presentación de “El reverso de las palabras”.

La autora, Fabiana Torres, se sobrepuso a la pérdida de dos embarazos, sufrió un ACV, y luego de recorrer España y Marruecos en bicicleta, concluyó su obra de superación y resiliencia. Además, desde 2017 es deportista y compite en ultra distancia.

Estuvieron presentes, a su vez, la secretaria de la Mujer, Géneros y Diversidad de La Pampa, Gabriela Labourie; la secretaria de Desarrollo Social, Gabriela Luna Echegaray, la directora de Políticas de Género, Carina Garrido, y la directora de Articulación Territorial, Graciela Sánchez, junto a equipos técnicos.

Previo al comienzo de la propuesta, Garrido mencionó: “Es un libro muy emotivo, porque Torres nos cuenta su historia de vida, y poder compartirla con nosotras y nosotros hoy acá, es muy importante. Es un placer poder recibirla tanto a ella como a autoridades provinciales en este espacio”.

“El Hogar es un lugar que alberga a mujeres con distintos tipos de vulnerabilidad, sobre todo de género, así que el hecho que esté acá, tiene que ver con una connotación de sensibilidad. Resulta muy significativo que haya elegido Pico, y este sitio para realizar la presentación”, amplió.

Asimismo, agregó que “es una puerta de esperanza, de superación. Una idea que insta a seguir adelante con compañía, con trabajo y entendiendo que todo se puede lograr”.

Labourie, en tanto, afirmó: “La fortaleza que Fabiana nos brinda a través de su experiencia, es digna de ejemplo, y para nosotras ese camino es el correcto. Sin dejar de mirar hacia atrás, hay que ir al frente sin miedo, y por ello, en el mes de marzo queríamos aprovechar para acompañarla en este momento tan valioso para ella”.

A su turno, la escritora explicó cómo surgió su obra: “Tiene que ver con el transitar de nuestra propia historia. A mí me tocó vivir enfermedades, duelos, circunstancias que hicieron que me tuviera que reinventar, y en el contexto de la pandemia, yo justo estaba en África, en un año de aprendizaje”.

Añadió que “sobreviví con lo justo, con lo necesario, donde pesan más las cuestiones emocionales que materiales. Fue desaprender todo el bagaje cultural que traemos”.

“El mensaje es que mientras haya vida, hay esperanza. Yo transité la puerta violeta, salí de un matrimonio que no era el más favorable, y uno tiende a dejar las cosas de casa para adentro, por los prejuicios, los mandatos familiares y el contexto social, que a veces nos lleva a no contar lo que nos pasa. Hasta que un día me animé a transformarlo”, cerró.