En el marco del debate por la Interrupción Legal del Embarazo, un nuevo caso estremece a la sociedad tucumana. Una niña de 11 fue violada por la pareja de su abuela y parió por cesárea a las 25 semanas de gestación. Un comunicado del Ministerio de Salud de aquella provincia aprobó la práctica para salvar ambas vidas.
La especialista del hospital, Cecilia Ousset argumentó que este procedimiento tiene tintes políticos señalando al gobernador tucumano directamente: “Creo que Juan Manzur, por una cuestión electoral, impidió que se realizara la interrupción legal del embarazo y se obligó a la nena a dar a luz. Esto es una tortura. Los integrantes del quirófano se declararon objetores de conciencia”, afirmó.
A pesar del comunicado emitido por el Ministerio interviniente, tanto la madre como la menor habían manifestado su decisión de interrumpir el embarazo, siendo Gustavo Vigliocco, titular del Sistema Provincial de Salud, quien expresó que estaban las condiciones dadas para el parto expresando que “la niña quiere continuar con su embarazo”.
(Perfil)