VIERNES 06 de Junio
VIERNES 06 de Junio // GENERAL PICO, LA PAMPA
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  MARTES 18/09/2018
Paso de los Carros y el oeste, testigos de un tiempo de apogeo pampeano
“Paso de los Carros” se encuentra ubicado hacia el norte de Limay Mahuida y es la prueba viviente de que alguna vez los recursos hídricos interprovinciales corrían libremente por La Pampa y tenían sus períodos de bajada y de crecida.

Cuando uno llega a Santa Isabel, luego de transitar la ruta nacional 143 en dirección este-oeste, puede optar por bajar unos kilómetros hacia el sur y luego retomar hacia el este para llegar a Paso de los Algarrobos. Si luego se sigue en dirección sur, atravesará Árbol de la Esperanza y podrá observar algunos pasos que pocos pampeanos tienen la fortuna de conocer.

Uno de ellos es “Paso de los Carros”, que se encuentra ubicado hacia el norte de la localidad de Limay Mahuida y es la prueba viviente de que alguna vez, hace muchos años ya, los recursos hídricos interprovinciales corrían libremente por La Pampa y tenían sus períodos de bajada y de crecida, como debe ser.

Justamente, “Paso de los Carros” se destacaba por ser uno de los lugares por los cuales se podía cruzar aun cuando el río estaba crecido. Además, poseía la particularidad de comunicar la zona central de nuestra provincia (que todavía tenía estatus de Territorio Nacional) con la zona oeste. Se trataba de un paso de mucho tránsito ya que incluso el correo que iba de Victorica hacia Puelén pasaba por ahí.

Quizás para el pampeano, el río que ingresa desde San Luis por el noroeste de nuestra provincia y la atraviesa en toda su extensión hasta desembocar en el río Colorado se conoce como Salado, pero posee diferentes denominaciones a lo largo de su recorrido.

En la zona de “Paso de los Carros”, que actualmente funciona como estación de aforo a la cual asisten los técnicos de la Secretaría de Recursos Hídricos de La Pampa para hacer mediciones cuando hay agua, el río se llama Chadileuvú. Nombre que le fue dado a instancias del historiador y geógrafo Walter Cazenave, quien hizo una presentación ante el Instituto Geográfico Militar y logró que se llame de esta manera al tramo que va desde la unión del arroyo de la Barda con el Salado hasta la zona de Puelches. En Puelches comienza el tramo final cuyo nombre es Curacó, donde solía haber un manantial homónimo que aportaba agua al río.

El oeste pampeano en su totalidad posee historias misteriosas que invitan a ser descubiertas, donde las características físicas del territorio jugaron y juegan un papel trascendental. Allí fue donde se refugiaron los últimos gauchos que se resistían a ser controlados por el poder civilizatorio de la provincia de Buenos Aires que con el avance de los alambrados los fue corriendo hacia el oeste más profundo de nuestra provincia, y terminaron conviviendo con aborígenes en lo que hoy se conoce como meseta basáltica, donde existe Corral de Piedra, el manantial "Los Carrizales", Buta Ranquil, entre otros, zona denominada huecuvú Mapú que en Araucano significa País del Diablo, por lo inhóspito.

Esos lugares no son muy propicios para la vida humana, por lo que los paisanos se encontraban más seguros y a gusto en esa zona. Incluso supo haber un puñado de familias francesas que se vinculaban con Chile mediante el tráfico de hacienda. Esto puede sonar paradójico en estos tiempos donde la influencia cultural bonaerense se imponía, pero en aquella época Chile quedaba más cerca, geográficamente hablando, y aunque se crea que todo tenía que venir del este, a principio del siglo XX, en esa parte del territorio pampeano todo venía del oeste

(Fuente: Facebook Guiaenlapampa)

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