Luego de la intensa jornada de jueves donde los trabajadores del Corralón Municipales realizaron una retención de tareas durante todo el horario matutino de actividades, este viernes recibieron a distinas autoridades municipales. Entre ellas, Juan José Rainone, intendente; Belén Lavechia, secretaria de Gobierno; Raúl Angiono, secretario de Ambiente y Servicios Públicos; Luis Daratha, secretario de Residuos Sólidos y Urbano y el concejal José Angelucci.
Los empleados exigieron que se vuelva atrás con el tratamiento del estatuto, mediante la presentación de notas tanto del Cuerpo Legislativo para que se vuelva atrás con el tratamiento del Estatuto y éste regrese al Poder Ejecutivo, como de los gremios que tendrán que hacer lo propio hacia todos los bloques que componen el cuerpo legislativo para que no se trate el proyecto presentado el día de ayer.
Lucas Piccaso, trabajador del sector que dialogó con las autoridades, mencionó: "Todavía no se destrabó el conflicto, pero sí hay un principio de acuerdo con respecto a los pasos a seguir para que esto se resuelva lo antes posible, tratando que no llegue a la tarde. El compromiso que hubo por parte del intendente y del concejal Angelucci fue de tomar conocimiento de la situación y se sorprendieron al anterarse que los gremios no le dieron participación a los trabajadores", comentó.
Aseguró, además, que el malestar no es hacia Rainone ni los ediles sino con aquellas personas que debían representar sus intereses: "Es entendible que ellos hayan confiado en la gente de los gremios que son los que tienen la representación de la gente cosa que no fue así porque nunca convocaron a una asamblea. El enojo principal no pasaba por la Municipalidad ni con el Concejo Deliberante, sí con los representantes gremiales que le dieron la espalda al trabajador a quien no lo hicieron partícipe de un estatuto", mencionó.
Aseguraron que requirieron tiempo para analizar conjuntamente con el resto de los manifestantes las modificaciones realizadas, pese a saber que "se deben dar las actualizaciones, porque es un texto de más de 35 años años". Insistieron en que este tipo de debate y tratamiento debe ser a la par de los interesados y "no a espalda de los empleados".