La necesidad de reabastecimiento requiere ineludiblemente el traspasar los límites del domicilio particular de cada vecino. Es por ello que, después de los días 22, 23 y 24 en que los negocios permanecieron cerrados, los piquenses volvieron a salir a las calles para buscar aquello que necesiten para su día a día.
A raíz de ello, los ciudadanos aguardaron en las puertas del supermercado que se encuentra en la zona céntrica pero también se vio movimiento en otros sectores. Es que el Correo Argentino continúa con sus servicios normales, aún recibiendo paquetería de la empresa Mercado Libre, aunque atendiendo en un horario reducido (8 a 13 horas).
Los cajeros automáticos de los distintos establecimientos bancarios también presentaron importante espera de clientes, algunos de los cuales optaron por retirar los haberes que habitualmente obtienen de manera presencial y que, como consecuencia del cese de atención, no pueden hacerlo en la sede.
Cabe mencionar que, en su mayoría, los ciudadanos respetan las normas sanitarias y aguardan su turno a una distancia prudencial que supera el metro de distancia.