Los cambios llegaron a la nueva Conmebol, después de jugar la Copa Libertadores durante todo un año. De ahora en más, el modelo será muy parecido al de Europa.

La final del año que viene se jugará un sábado, así puede observarla todo el mundo. Los finalistas recibirán dos millones de dólares más el 25% de lo recaudo en taquilla, en lugar de lo que habría recaudado jugando de local.

Es un hecho histórico para el fútbol sudamericano y es el tercer cambio que tiene la final de la Copa. Antes se jugaba a dos partidos y se hacía un tercero para desempatar en estadio neutro, después llegó la definición por penales y los alargues. El próximo año, una ciudad del continente será la encargada de recibir toda la pasión que el fútbol genera en el mundo.

Así lo explicó Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol: "A partir de 2019, la Conmebol Libertadores se definirá en una apasionante final única, transmitida en un horario estelar desde un campo elegido con antelación. Más que un partido, este será un gran evento deportivo, cultural y turístico que traerá grandes beneficios para el fútbol sudamericano, sus clubes y sus aficionados”.

“Esta emocionante contienda ofrecerá un espectáculo deportivo de clase mundial, además de una mejor experiencia en casa y en el estadio. En términos de desarrollo, proyectamos mayores ingresos para el torneo y para los clubes finalistas, así como una mayor proyección del fútbol sudamericano y de la Conmebol Libertadores a nivel global", afirmó Domínguez.