Los sucesos se dieron en la capital pampeana. El primero fue en 2016 y el segundo el año pasado.

El 25 de abril de 2017, a través de un juicio abreviado, el propio Olié condenó a Cabral (28 años, albañil) a tres años en suspenso por el delito de robo agravado, por haber sido cometido en poblado y en banda. Allí se demostró que el 7 de septiembre de 2015 a la madrugada, junto a tres personas que no han sido identificadas, el acusado ingresó a una vivienda de la calle Oliver y sustrajo 5000 pesos, una chequera y un celular. Antes agredió a la víctima, provocándole contusiones varias, una herida cortante y un derrame conjuntival.

Antes, el 15 de junio de 2016, los jueces de audiencia Carlos Alberto Mattei, Carlos Alberto Besi y Gastón Boulenaz habían condenado a Cabral -en un juicio oral- a 12 años de prisión por el delito de homicidio simple en perjuicio de Hugo Daniel Cabrera.

En ese proceso quedó acreditado que el 10 de enero de ese año, a las 4.40, el imputado agredió a la víctima en la esquina de Antártida Argentina y Errecalde. Provocó que ella se cayera al suelo y, en esas circunstancias, le pateó la cabeza al menos en tres ocasiones causándole lesiones irreversibles. Cabrera falleció al día siguiente como consecuencia de esos golpes.

Durante la audiencia de unificación, realizada una semana atrás, el defensor oficial Juan José Hermúa había requerido que -conforme el mecanismo de composición de penas previsto por el artículo 58 del Código Penal- se unifiquen ambas penas en una única de 12 años.

Allí advirtió que “dicha superposición de condenas obedeció a que la dictada en primer término solo adquirió firmeza luego de las instancias recursivas, que se agotaron con posterioridad a la segunda condena”, por lo que no se estuvo en condiciones, en ese momento, de efectuar la unificación.

La fiscala María Cecilia Martini manifestó en la audiencia su acuerdo con la postura defensiva y Olié terminó uniendo las dos condenas en la pena única a 12 años de prisión.​