Cuando hace unos meses Mamoudou Gassama llegó a Francia en busca de un futuro mejor que el que podía ofrecerle su Mali natal, no pensaba que un gesto heroico, grabado por paseantes y difundido por las redes sociales, allanaría su destino.
El joven de 22 años se convirtió en un héroe cuando en la tarde del sábado escaló en medio minuto los balcones de un edificio en París para alcanzar la cuarta planta, donde un niño de 4 años estaba suspendido y se aferraba por no caer.
A diferencia de la gente que desde la calle asistía impávida a la imagen del niño colgado de los brazos mientras un vecino, impotente, trataba de salvarlo desde el balcón contiguo, Mamoudou no dudó en lanzarse a su rescate.
Ayudado por una pericia poco común en la escalada, que lo ha llevado a ser bautizado como “Spiderman” (Hombre araña), fue avanzando por la fachada y, en unos 30 segundos, ganó el lugar en el que se encontraba el niño.
Por esa acción fue recibido ayer por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien le ofreció la nacionalidad francesa.