Durante las últimas horas se conoció que Juan Carlos “Pololo” Bolla falleció en la capital pampeana.
Eterno colaborador del “Auriazul” de Trenel, fue durante mucho tiempo chofer de Rubén Hugo Marín. “Pololo” falleció apenas dos meses y medio después que el exgobernador pampeano, uno de los políticos más importantes en la historia de la Provincia y del peronismo a nivel país.
En la foto, publicada en su momento por el diario La Arena, cuando All Boys logró un título en el fútbol allá por 1999, se lo observa -en el centro- junto a Hugo Torrejón y el propio Marín, quien había invitado a comer en la residencia a todo el equipo.
El mensaje desde All Boys de Trenel
“Hoy ha fallecido, en la ciudad de Santa Rosa, Juan Carlos Bolla. “Pololo”, como se lo conoció en nuestro Trenel, residía hace varias décadas en la capital de la provincia por razones laborales, pero nunca perdió su vínculo con All Boys.
Alboyense desde siempre, supo defender los tres palos en la Reserva del club en el inicio de la década del `60. En la década del 70, con la inauguración de la nueva sede social en su actual ubicación de Avenida San Martín, formó una dupla de cantineros legendaria con Andrés Fontana, con mozos muy recordados como “Fuseneco” Pérez (un querido hincha que vive hace más de 50 años en Castex, y nos acompaña en cada domingo de fútbol), “Perejil” Pou y “Musi” Cisneros.
Fueron épocas de jornadas interminables en la sede social, donde durante algunos días directamente no cerraba, empalmando los trasnochadores de los juegos de azar, con aquellos que llegaban por las mañanas al desayuno. Era la sede, en esas épocas, un lugar de encuentros y despedidas, pues a falta de terminal de ómnibus, era la parada del “Chevallier” a Buenos Aires y el “9 de julio” que unía La Maruja con Pico, diariamente.
También fue por esa época el cenit de los carnavales auriazules, con multitudes que acudían de toda la zona, para disfrutar de variadas carrozas mecánicas y dos comparsas conformadas íntegramente en el pueblo. El corso se desarrollaba en la avenida, y la sede del club era el punto obligado de encuentro.
“Pololo”, en esa época de esplendor del club, fue todo un personaje, con reacciones muy graciosas y cierto sarcasmo en las respuestas. Futbolero -era riverplatense- y amante de las carreras de caballos, entabló una férrea amistad con Rubén Marín, por aquellos años presidente del club, a quien por décadas asistió como su chofer oficial durante sus cuatro gobernaciones.
Vaya un recuerdo sentido de toda la familia alboyense para el querido “Pololo”, y un saludo para su hijo Harold y sus nietas, rogando que encuentren cristiana resignación”.
(F.L., redes All Boys)