El sexo es una de las actividades más placenteras que se pueden realizar con el cuerpo. Se suele afirmar que los hombres, por lo general, lo tienen más fácil para llegar al orgasmo. No obstante, no siempre es el caso. Algunos varones padecen eyaculación retardada, también denominada eyaculación tardía.

Se trata de un trastorno por el cual el hombre necesita un período largo de tiempo de estimulación sexual para llegar al orgasmo y eyacular, incluso en algunos casos no logran llegar a la eyaculación (aneyaculación). Es una afección que puede ser transitoria o crónica y que impide que el varón consiga alcanzar el placer máximo.

Puede ser que en alguna ocasión el hombre tenga una eyaculación tardía, pero si sucede con mucha frecuencia o es un problema para él y su pareja, entonces se padece el trastorno.

Esta afección puede deberse a distintos factores: ciertos trastornos de salud crónicos, (como diabetes o trauma en los nervios pélvicos), problemas de salud mental (ansiedad, estrés o depresión), cirugías, medicamentos o abuso de sustancias. En muchos casos, la eyaculación tardía es debida a una mezcla de problemas físicos y psicológicos. El tratamiento va a depender de cuál es el motivo que la provoca.

¿Cómo saber si se padece?

No existe un período de tiempo específico con el que se pueda determinar que se tiene eyaculación tardía. Suele determinarse que un hombre la tiene cuando le causa frustración o la interrupción del acto sexual por fatiga, irritación física, pérdida de erección o por solicitud de la pareja.

Existen cuatro tipos de eyaculación tardía:

- De por vida: el problema se presenta desde el momento de maduración sexual.

- Adquirida: aparece después de un período de rendimiento sexual normal.

- Generalizada: se da en cualquier momento, sin depender de las circunstancias que rodean el acto sexual.

- Situacional: ocurre únicamente en determinadas ocasiones, sea con ciertas parejas, clases de estimulación o prácticas sexuales.

(TN)